-
En Alemania están extrañados, siendo
ellos parte de un país tan ordenado, sobre cómo usted puede asumir en estas
condiciones de la AFA, en este contexto de gran crisis que vive el fútbol
argentino…
-
(sonríe, resignadamente): A ver…en el lugar de
los alemanes seguramente es difícil poder entender todo lo que pasa en el
fútbol argentino pero para entender la problemática hay que saber más o menos
cuál es el contexto, en el que la AFA se está reorganizando después de la
muerte de Grondona y todo el problema que hubo con la FIFA. Se nombró una
Comisión Normalizadora que se hizo cargo de la AFA y que está reorganizando
todo el fútbol argentino, desde lo institucional, lo reglamentario y lo
económico. Igualmente, desde lo deportivo sigue siendo un fútbol muy
competitivo y que se puede entender que no se ha deteriorado. Y en ese contexto
tengo no sólo la posibilidad sino el deseo de poder dirigir la selección
argentina que es un poco la ilusión de todo entrenador cuando empieza a
trabajar, la de dirigir a la selección de su país.
-
Aún en este contexto…¿No le cambia la
ilusión la propia situación que se vive?
-
Aún en este contexto, justamente, porque
en última instancia uno viene a hacer su trabajo. Hablé con la Comisión
Normalizadora y ellos me aseguran que el fútbol argentino va a tardar entre
seis y ocho meses en ser organizado y va a quedar sin problemas, pero al margen
de eso, mis problemas pasan por otro lado: todo lo que implica dirigir la
selección argentina en un país en el que el fútbol se vive de una forma tan
particular, en el que todos los habitantes se sienten entrenadores, todos son
críticos.
-
¿Cómo convive usted con eso?
-
Bueno…nosotros nacimos en este fútbol y
hemos aprendido a convivir, pero no es fácil. Más que nada por la exigencia que
tiene este puesto. A mí eso no me molesta. Lo que más me preocupa es tratar de
que el equipo funcione de la mejor manera. Y en eso tengo complicaciones que son normales y que las han tenido todos
los entrenadores de la selección argentina y que es el poco tiempo de trabajo.
El 90 por ciento de los jugadores están en el extranjero y llegan a los dos
días de jugar así que uno no tiene tiempo de trabajar, apuesta a la jerarquía
de ellos y al poder trabajar un día, mostrarles un video, y así seguir
adelante. Entonces estamos en una etapa complicada para eso pero en el medio
está la clasificatoria en la que hay que ganar puntos y llegar al Mundial de
Rusia,
-
Hay una situación muy atípica ahora:
usted dirige un equipo que previamente llegó a tres finales consecutivas (un
Mundial y dos Copas América) en tres años seguidos, pero no las ganó y hay una
exigencia desmedida por ganar algo porque la gente vio los títulos muy cerca de
ser conseguidos, pero no es posible decir que a este equipo le fue mal,
tampoco…
-
No (se ríe) ¡para nada! Es más, muchos
hablaron de fracaso y es una locura pensar que uno sale segundo en una Copa
América o un Mundial y decir que eso es un fracaso. Por eso lo que hemos hecho,
más allá de esas criticas que aparecen, es dividir los objetivos. El primero
que aparece es clasificar al Mundial. Desgraciadamente, Argentina ha perdido
puntos de local, que si los hubiésemos ganado estaríamos más tranquilos, pero
hemos perdido tres puntos con Ecuador, tres puntos con Paraguay que no estaban
en los planes y eso complica aún más. Pero bueno, estas eliminatorias se han planteado así:
difíciles, sin ya la hegemonía de Brasil y Argentina como era en otras épocas,
y hay equipos que están en un buen nivel y que van a estar peleando, caso
Colombia, Chile, el mismo Paraguay. Van a ser unas eliminatorias muy duras.
-
¿No hay un desgaste de los jugadores a
nivel psicológico? Se trata de un grupo de jugadores de élite, que juegan en
los mejores equipos del mundo, que se encuentran en un predio como el de
Ezeiza, que es impresionante, de élite, pero no tienen psicólogo que trabaje
con el equipo…¿Hay alguien con el grupo que trabaja en estas cuestiones? Porque
pareciera ser que el problema de su rendimiento no es futbolístico porque ellos
rinden muy bien en sus equipos.
-
No, no hay psicólogo..pero sí hay mucha
charla, y lo que han aprendido estos jugadores es por sobre todas las cosas el
amor a la camiseta y el deseo de jugar en la selección argentina. Eso es algo
que nadie lo puede discutir, más allá de que hay opiniones que le gustan más
unos que otros y va a ser siempre así, pero hay un compromiso de parte de los
jugadores que es muy grande y eso me di cuenta el primer día que vine. Mientras
podamos mantener ese grado de compromiso, las cosas van a ser mucho más fáciles
de solucionar. Después está el juego, que es otra cosa, que plantea otras
dificultades y que obviamente estamos trabajando para ver si mejoramos porque
sabemos que si no, la cosa se va a complicar. Pero lo más importante es lo
anterior, es el compromiso en el que noto que todos tienen y cada vez que
llegan lo hacen con alegría, deseo y eso me tranquiliza.
-
En las últimas declaraciones de algunos
jugadores tras la derrota ante Paraguay, parecían carne de diván. Jugadores que
decían que no sabían si tenían que ser convocados para los próximos partidos o
“ya no encuentro la salida” o “no sé más qué hacer”. Declaraciones de ese tenor
que no son futbolísticas. Parecen entrar en otro terreno, ¿verdad?
-
Sí, lo que pasa es que se perdió con
Paraguay de local y entonces, asumiendo las críticas que ya había antes del
partido, se sumaron esas. Y el jugador entonces se siente frustrado. Cayeron
además sobre algunos como Agüero, que erró el penal, y eso es normal. Pero como
les dije a ellos, son jugadores que están en los mejores equipos del mundo y en
la selección argentina, primera en el ranking de la FIFA, y entonces ellos
tienen que poner su jerarquía al servicio del equipo y superar, entre otras
cosas, todo esto. Porque cuando uno llega a estos niveles de jerarquía, uno
tiene prepararse también para superar esto. Y estoy seguro de que vamos a
superarlo.
-
¿Por qué no hay un psicólogo? ¿Es por
algo en particular?
-
No, yo he trabajado con psicólogos en
equipos. La selección no ha trabajado con psicólogos pero sí estamos con
charlas permanentes que a mí me han dado mucho resultado. El poder sentarme con
el jugador mano a mano y poder hablar de esto, que él lo exteriorice y que no
lo guarde, no lo esconda porque por ahí le puede traer otro tipo de problemas.
Y creo que hasta ahora lo estamos manejando bastante bien, y más allá de las
broncas puntuales de algunos momentos, el jugador primero se siente respaldado
por mi charla, y segundo, está asumiendo que esa crítica siempre va a estar y
que la tiene que superar.
-
También está el problema de la estructura
en sí misma del fútbol argentino, porque pasaron tantos directores técnicos en
pocos años. Por ejemplo en Alemania hay una continuidad en la selección, con
Joakim Low con contrato ahora extendido hasta 2020. Hubo cinco entrenadores argentinos en 30 años
(1974-2004) y en cambio hubo siete, contándolo a usted, en 12 años. Y eso influye en los jugadores. Si tomamos el
caso de Sergio Agüero, era extremo con Alejandro Sabella como entrenador,
centrodelantero con Gerardo Martino, y ahora con usted juega detrás del nueve.
Va cambiando de posiciones y no encuentra una continuidad. ¿Eso afecta al
jugador?
-
Agüero, más allá de las distintas
posiciones, ha jugado en distintos lugares en donde él lo puede hacer. Y pasa
por otro lado. Pasa por lo anímico, por una cuestión de su cabeza. Con Paraguay
jugó detrás del nueve pero llegó dos veces mano a mano con el arquero cuando
aceleró. Porque la libertad la tiene y se la damos para que pueda aprovechar
porque para mí es un jugador desequilibrante y que seguramente seguirá dándole
satisfacciones a la selección pero todo pasa por una cuestión de confianza, de
comunicación como la que venimos teniendo y lo que me transmiten los jugadores.
Yo estaría realmente muy preocupado si cada charla que hemos tenido, ya sea en viajes,
hoteles o canchas de fútbol, si ellos no me hubiesen transmitido esta seguridad
para salir adelante. Por eso por el momento estoy tranquilo, porque veo en
ellos el deseo de superarse y de superar este momento.
-
Hay un libro que habla del “Método Bauza”
que apareció hace poco. ¿Todavía ese
método no apareció en la Selección? ¿Cree que hay un momento determinado en el
que se puede afirmar que será su equipo, por ejemplo pasado 2016, cuando ya
hayan pasado seis partidos oficiales de clasificación y que pueda jugar como
usted pretende?
-
Creo que a medida que vayamos sumando
días de charlas y entrenamientos, el equipo se va a asemejar a lo que yo tengo
como idea. Y para mí lo más importante que tienen los equipos es el equilibrio,
y en estos partidos lo hemos encontrado en algunos momentos de esos
partidos. Lo que se pretende es que ese
equilibrio sea permanente con la exigencia lógica que tiene la selección
argentina: hay que ganar, hay que salir a buscar los partidos, pero a la hora
de defender necesitamos también que el equipo sea compacto. Por momentos lo
conseguimos ante Uruguay. Con un hombre menos lo sacamos adelante.
-
¿Pero el modelo es el equipo que lo sacó
adelante así en el segundo tiempo o el del primer tiempo cuando estaban once
contra once?
-
No, pero más allá de lo táctico, es el
compromiso y el equilibrio que un equipo tiene que lograr. Ese partido lo
tuvimos que sacar adelante con un hombre menos contra un equipo importante y el
equipo lo sacó adelante. Terminó jugando
Lucas Alario de lateral derecho contra las críticas porque no había otro y se
tuvo que poner al lado del lateral por circunstancias del partido y lo tuvo que
hacer para ganarlo. Por eso hablo del compromiso. Y estamos en ese camino,
tratando de lograr eso. Y de a poco lo vamos a lograr.
-
Leí en su sitio web que usted se declara
admirador del Barcelona, del modelo del Barcelona, pero eso es muy difícil
implementar en una selección por todo…
-
El hecho de que me guste el estilo del
Barcelona no significa que lo quiera imitar. Porque estamos hablando de un club
que tiene una escuela, que hace muchísimos años que viene jugando de una menara
que cada jugador que llega se tiene que adaptar a eso, y la calidad de
jugadores potencia más su juego. Pero tiene algunas cosas que son interesantes,
como la tenencia de la pelota, la presión muy alta en determinados momentos.
Hay cosas que uno puede observar de ese equipo y que pueden servir. Pero no es
que uno quiere imitar al Barcelona porque esa es una escuela de 20 años donde
juegan de una determinada manera, la cantera también juegan de esa forma y
cuando un jugador llega a la primera División ya sabe lo que tiene que hacer.
Pero tiene cosas muy interesantes.
-
Usted va a jugar ahora en unos días ante
Brasil que ha tenido un proceso bastante parecido al de Argentina en los
últimos tiempos: un cambio de entrenador (Tité por Dunga), que lleva jugados
los mismos partidos que usted (cuatro). ¿Cómo se le juega a Brasil en este
momento?
-
Con Tite Brasil cambió la forma de jugar
que tenía con Dunga. Tité es un entrenador al que conozco porque lo he
enfrentado ahora dirigiendo yo al San
Pablo y él al Corinthians. El arma sus equipos con muchos mediocampistas de
mucha movilidad, buena técnica y casi todos, con llegada al arco contrario. Hoy
está jugando así, ganó los cuatro partidos y vamos a encontrar un equipo con
mucha movilidad, mucha rotación, y muy agresivo. Para eso necesitaremos
plantarnos y ser un equipo bastante corto y donde la lucha en el mediocampo va
a ser muy importante para cortar ese circuito y deberemos salir rápido para
tratar de lastimarlos porque Brasil apuesta mucho para adelante y es un equipo
que cuando lo atacan, tiene problemas, entonces estoy pensando en jugar un
partido inteligente.
-
Antes hablábamos del peso de la
selección argentina por no ganar y en cambio parece que Brasil se hubiera
liberado del peso de los Juegos Olímpicos al ganar ahora la medalla dorada,
porque esta selección venía muy golpeada
del Mundial pasado…
-
Sí,
pero ese peso, si uno se pone a hablar con los jugadores argentinos,
también se la quieren sacar, pero vamos por partes, y por eso dividimos en
objetivos y el primero es clasificarnos. Estamos en esta etapa. Luego vendrá el
otro, que es salir campeón.
-
¿Puede ser este partido en Belo
Horizonte aquel partido de Barranquilla Con Sabella (1-2 a Colombia, remontando
un 1-0 en contra) que marcó un antes y un después en la clasificación?
-
Ojalá que sea. Vamos a encontrar
dificultades pero es un partido muy lindo para que el equipo pueda sacar su
jerarquía y todo lo que tiene para poder empezar a encontrar la identidad que
estamos buscando y un resultado que nos colocaría otra vez en una posición que
queremos estar.
-
A usted ahora le toca dirigir a Lionel
Messi. Habrá dirigido a muchísimos buenos jugadores, pero esto debe ser una
situación muy especial, muy deseada seguramente por usted cuando estaba a punto
de dirigir a la selección…¿Qué significa?
-
Primero, un desafío muy grande porque él
brinda permanentemente soluciones, pero yo como entrenador y el equipo necesitamos trabajar y movernos para que él
pueda encontrar los lugares y los espacios para que ese desequilibrio pueda
aparecer. Nuestro desafío es que el equipo lo pueda acompañar y le pueda
brindar esas posibilidades. El equipo es consciente de eso, y para mí es todo un
desafío, para poder encontrar también los jugadores que mejor se entiendan con
él, porque lo que le brinda él al equipo es mucho, como también toda la
preocupación que carga sobre el rival, que es algo que a veces la gente no se
da cuenta pero es muy alto.
-
¿Hizo falta hablar mucho con Messi para
que volviera a la selección argentina y contarle su plan o él ya estaba con
ganas?
-
Las ganas nunca las perdió, más allá de
esa famosa frase, pero estuvimos dos horas charlando cuando lo fui a visitar a
Barcelona y charlamos de fútbol, y en esa charla yo lo vi muy entusiasmado
siempre. Es un jugador muy comprometido con la Selección y no hay nadie mejor
que él que quiera ganar un título. Lo que le comenté fue la idea futbolística y
el deseo que yo y toda la gente tiene para que él volviera a la Selección.
Después de esas dos horas, la convocatoria para él salió sola.
-
Usted habló de tener entrenamientos con
una selección de jugadores del torneo argentino, que no están en el exterior.
¿Esto es posible? porque muchos jugadores emigran enseguida.
-
Estamos pensando en eso. No lo descarto
lo de citar en algún momento a jugadores del fútbol local, que ya venimos
siguiendo, para verlos, para tenerlos y explicarles la idea desde lo
futbolístico, para que sepan lo que queremos y si en algún momento alguno es
convocado para algún partido, sepa cómo nos movemos y cómo juega el equipo. Es
probable que lo hagamos
-
¿Tendría el aval de los clubes, con el
conflicto que hay en la AFA? ¿No tendría problemas con eso?
-
Bueno, los clubes, por más que no les
guste. los van a tener que ceder. Nosotros los vamos a citar por dos días en la
semana y luego los devolveremos a los clubes para que se entrenen con ellos y
jueguen en el fin de semana. No es que se los vamos a quitar.
-
¿Y hacer algo parecido con los que están
en los clubes europeos?
-
Eso es mucho más difícil porque todos
los clubes tienen distintos calendarios, algunos tienen copas europeas y otros
no, entonces se dificulta mucho más.
-
Qué problema que hay ahora entre los
clubes fuertes europeos y las selecciones nacionales. Hay una puja complicada…
-
Sí, es un tema complicado y no sé si lo
van a tener que solucionar a nivel FIFA o buscarle la vuelta para que las
selecciones tengan sus fechas sin modificar. Lo que pasa es que los calendarios
son cada vez más apretados.
-
Por ejemplo, ahora mismo la selección
argentina no tendrá a Paulo Dybala, que según la Juventus estará 30 días parado
por una lesión.
-
Sí….yo no creo que esté tanto tiempo.
Para mí, como es un desgarro de grado uno, yo creo que en 15-20 días va a
empezar a moverse pero lo tuve que desafectar porque no va a llegar bien a los
dos partidos de Argentina.
-
¿Usted no teme por su continuidad con
esto que pasa en AFA, más allá de los resultados futbolísticos con la selección
argentina? Porque puede haber elecciones tras esta Comisión Normalizadora y que
el que llegue a la presidencia de la AFA decida que quiere otro entrenador…
-
No, eso no me pasó en ningún club. El
día que piense que esto depende de un resultado, yo me voy a mi casa. Yo
trabajo desde que estoy en esto convencido de que hago las cosas bien,
convencido de lo que tengo que hacer, y el día que el presidente de un club o
la AFA no está de acuerdo con lo que hago, le doy la mano y me voy.
-
Lo que sucede es que reglamentariamente,
la Comisión no puede tomar decisiones después del 30 de junio próximo, último
día de plazo que le dio la FIFA para su funcionamiento.
-
Bueno, pero si es así, la decisión no la
voy a tomar yo. Yo no me puedo quedar en un lugar donde no esté cómodo. No lo
he hecho nunca ni lo voy a hacer.
-
Con estos debates que hay en el fútbol
argentino, como quién es mejor si Menotti o Bilardo, que es algo bastante
viejo, luego se debatió sobre Bielsa, sobre Martino….¿Usted qué estilo tiene?
-
Argentina, y esto lo he dicho muchas veces,
no tiene una identidad…
-
¿No la tiene ahora o no la tuvo nunca?
-
No, la identidad del fútbol argentino
son los clubes, los jugadores, la impronta del jugador argentino por lo que da,
lo que lucha. Pero futbolísticamente, Argentina no ha tenido identidad. La
identidad en la selección argentina la
tuvo de acuerdo a los DT que ha tenido : Bilardo, Menotti…para darle identidad
al fútbol de un país hay que ver a la selección, porque si no, cada equipo
juega distinto al otro. Cada DT le dio su identidad. Algunos han tenido la
posibilidad de ganar, como Bilardo y Menotti, otros no, pero a través del trabajo le han dado una
forma de jugar que a algunos les ha gustado, a otros no. Eso yo lo veo
totalmente relativo porque a nivel de selección, Argentina siempre ha sido una
de las mejores pero juega también contra los mejores, y no siempre se puede
ganar.
-
De hecho, el fútbol alemán tuvo una
paciencia que no tuvo el fútbol argentino.
-
Obvio…
-
La gente no recuerda que el fútbol
alemán estuvo muchos años sin ganar hasta el Mundial 2014 y llegando a finales
y perdiéndolas.
-
Exacto, exacto, pero tienen otra
mentalidad, apuestan a otra cosa y aparte le dan la posibilidad, cuando eligen
a alguien, de que trabaje tranquilo y no lo están todo el día acosando con el
resultado, y en Argentina es totalmente diferente, nuestro ADN es totalmente
diferente y con eso, nosotros los DT tenemos que convivir.
-
¿Cómo ve usted el fútbol alemán hoy,
porque cuando Pekerman se fue de la selección en 2006 dijo que en las
divisiones juveniles no había mucho recambio, o no hay nada. Alemania parece
distinto.
-
Yo creo que el fútbol alemán está en un
proceso de, no sé si llamarlo recambio o qué pero indudablemente que no es más
aquello de los equipos sólidos y
estructurados como eran en décadas pasadas. Los veo ahora con otra
impronta. El hecho de que hayan llegado
jugadores extranjeros también ayudó a que el fútbol local sea diferente. Es
más, antes a mí me aburría mucho ver la Bundesliga y hoy la veo porque hay4-5
equipos que juegan bien, entonces eso le ha dado la posibilidad a los jugadores
de seguir creciendo y aportar otra cosa. Lo veo en un momento que tampoco se
puede decir si es bueno o malo porque Alemania ha llegado a tantas finales y
las ha ganado de una forma y entonces esa mezcla entre los nuevo y la
organización que tienen, hay que ver como la acomodan.
-
De hecho, ya ganaron el Mundial pasado.
-
Sí,
yo creo que para el fútbol, los que lo vemos de afuera, ha sido bueno el
cambio que tuvieron.
-
¿Cuál es la selección nacional que más
le gusta ver o cuál es su modelo preferido de equipo?
-
Por una cuestión de gusto, España me
gusta. Es una selección que si bien últimamente ha tenido problemas, es una
selección que me gustaba mucho verla. Con Del Bosque el equipo ha tenido
momentos en que ha funcionado muy bien, más que nada por el nivel de los
jugadores, la forma de jugar, la tenencia que tiene. También Colombia, que es
una selección con muy buenos jugadores y un fútbol que Pekerman ha
implementado, y a José lo conozco bien. Miro mucho, veo, sea como sea, a Italia
me gusta mirarla porque a la hora de defender es muy prolija y me gusta. Son
gustos, no es una sola selección. Para
mí, el fútbol tiene muchas ideas y muchas formas. El tema es cómo uno lo pone
en la práctica.
-
¿Y algún esquema preferido?
-
Desde lo táctico, yo siempre he variado.
Nunca me aferré a alguno, Para mí son totalmente secundarios. He salido campeón
de la Copa Libertadores con Liga de Quito con una defensa en línea de tres
jugadores, y jugué con dos líneas de cuatro con San Lorenzo y también gané la
Copa Libertadores. El tema es que el equipo pueda manejar dos o tres formas de
jugar. Eso sería lo ideal, pero siempre trato de acomodarme al plantel que
tengo y a las posibilidades. No soy muy rígido en un sistema determinado.
-
¿Y en cuanto al futuro, cómo está
Argentina en los juveniles?
-
Argentina a nivel de juveniles se está
reorganizando. Por suerte ya tiene designado los DT de las sub-20, sub-17,
sub-15 y sub-13 (la AFA estuvo meses sin entrenadores en esas categorías y a
tres meses del Sudamericano sub-20 de enero comenzó a trabajar) y en estas
categorías también ha tenido algunas modificaciones que a mi gusto no fueron
las mejores pero que a partir de 2017 van a volver a sus orígenes y se van a
comenzar a organizar los torneos con menos equipos en primera (actualmente son
30), porque una de las patas fundamentales para los juveniles es la competencia
y si no se tiene una buena competencia es un problema.
-
En Alemania no entienden tampoco cómo un
jugador tan veterano como Martín Demichelis, que ni siquiera juega seguido en
su equipo, el Espanyol de Barcelona, pueda estar convocado en la selección
argentina y además, jugar incluso partidos importantes…¿Hay alguna imposición
de los compañeros para que sea convocado? Lo mismo con Ezequiel Lavezzi,
lesionado en la pasada Copa América, tres meses sin jugar y en el fútbol
chino….
-
No hay nada de eso. No hay absolutamente
nada. Demichelis está en el Espanyol y en la selección puramente por su
jerarquía. No hay otra razón. No hay que olvidarse que los jugadores no
solamente le brindan al equipo 90 minutos cuando juegan sino que son muy
importantes en la convivencia diaria, en la formación de grupos, en la vida
cotidiana de todo plantel, en el que los
jugadores de experiencia aportan cosas que son tan valiosas como lo que puede
aportar el DT desde lo táctico.
-
Hay una figura muy interesante que no se
les escuchó a otros DT de la selección argentina anteriormente, que usted
cuando fue designado en el cargo, dijo que pudo visualizarse con la Copa del
Mundo en la mano.
-
Sí, cuando yo colgué el teléfono al
confirmarme en el cargo, me vi con la Copa del Mundo. Y si no me viera así, me
decido a otra cosa. Yo sé que el camino es difícil y que vamos a tener que
luchar mucho.
-
¿Ve a algún rival en una final de un Mundial?
-
No, pero como diría Bilardo: Alemania
siempre llega (risas), pero ojalá que la final sea contra Alemania y sería una
revancha para mí porque yo estuve en el plantel argentino en Italia 90 pero no
jugué, estuve en el banco de suplentes, así que me gustaría tener una revancha.