miércoles, 6 de enero de 2021

El pantalón que se cambió Pelé en la Bombonera, la foto y el escupitajo de Rojitas y las provocaciones de Sanfilippo y Coutinho, los dos primeros duros enfrentamientos entre Boca y Santos por la final de la Libertadores 1963 (Infobae)


 

Ningún equipo argentino había llegado tan lejos en las primeras tres ediciones de la Copa Libertadores. El presidente de Boca, Alberto J. Armando, había entendido que el torneo sudamericano creado en 1960 como copia de la Liga de Campeones de Europa, que se jugaba desde 1956 podía ser una plataforma de lanzamiento internacional e hizo una gran inversión en jugadores de calidad para 1963.

Así es que Boca tenía un plantel compuesto por algunas figuras internacionales como Antonio Roma, Silvio Marzolini, Antonio Ubaldo Rattín, los veteranos Ernesto Grillo y Norberto Menéndez, y los brasileños Paulo Valentim y Orlando Peꞔanha de Carvalho, a los que se sumaron nada menos que el gran goleador de San Lorenzo, José Francisco Sanfilippo y un jovencito que había debutado apenas tres meses y medio antes, 19 de mayo, Ángel Clemente Rojas, y que rápidamente se había convertido en ídolo de los hinchas xeneizes.

Boca, campeón argentino de 1962, venía de eliminar a Olimpia de Paraguay y a Universidad de Chile en la fase de grupos y a Peñarol en semifinales (sólo llegaba el mejor de cada país). Santos, en cambio, era campeón paulista, brasileño, de la edición anterior de la Copa Libertadores (en la que había vencido en la final en el tercer partido en el Monumental de Buenos Aires a Peñarol por 3-0) e intercontinental 1962 al ganarle al Benfica de Eusebio.

Al ser campeón de América de la edición anterior, el reglamento le permitió clasificarse directamente para la instancia semifinal de 1963, en la que eliminó a su compatriota y subcampeón brasileño (que ocupaba la plaza del Santos, campeón de su país) Botafogo. Los cariocas se esperanzaron al empatar 1-1 en San Pablo en la ida en el Pacaembú, pero cayeron como locales por un rotundo 4-0 con un festival de Pelé, el mejor jugador del mundo de ese tiempo y ya bicampeón mundial, y autor de tres goles, y un cuarto de Lima).

La final de la Copa Libertadores de 1963, la primera entre un equipo argentino y otro brasileño, parecía un choque de trenes y de estilos. Boca, con un equipo repleto de figuras de mucho prestigio, pero enfrente el Santos, con astros como el arquero Gilmar, o jugadores como Zito, Mengálvio, Coutinho, Pelé y Pepe, todos integrantes de la selección verdeamarilla que acababa de ganar su segundo Mundial consecutivo en Chile.

Sin embargo, el entrenador del equipo paulista, Lula (Luis Alonso Pérez), sabía que los compromisos con Boca no serían fáciles, como relató el propio “Rey” en su película “Pelé Eterno”:  “Brasil era entonces el país del optimismo y ganar títulos en el deporte pasó a ser una obligación porque fue dos veces campeón mundial de fútbol y básquetbol, por lo que ser bicampeón del mundo era casi una obsesión. Entonces, había una cierta presión para que el Santos también fuese bicampeón sudamericano”.

Sin embargo, en el partido de ida del Maracaná, ante cerca de cien mil espectadores, parecía que todo se cerraría muy pronto y a los 28 minutos del primer tiempo, Santos ya ganaba 3-0 con dos goles de Coutinho, el primero apenas a los dos minutos, y otro de Lima, pero Sanfilippo descontó a los 43 minutos antes de irse al descanso, y cuando parecía que los brasileños se iban a la revancha de Buenos Aires con un cómodo resultado, otra vez el ex centrodelantero de San Lorenzo achicó las cifras al 3-2 definitivo a un minuto del final.

“Todo vino muy rápido para mí. Fuimos al Maracaná, a Río de Janeiro, y recibí dos impresiones imborrables –relató-. Por un lado el estadio, las bombas, el griterío, el fervor del público,  y por otro, me parecía un sueño verlo a Pelé al lado mío en la cancha y como rival, y me saqué una foto con él. Ese equipo era una máquina y a los 20 minutos ya perdíamos 3-0 pero luego nos acercamos y terminamos 3-2”, recordó Rojitas.

Esa escasa diferencia en el marcador de la ida subió las expectativas para el partido de vuelta en la Bombonera,. El 11 de septiembre ante más de cincuenta mil personas que colmaron el estadio de la Boca. El extremo izquierdo del santos, Pepe, recordó esa postal en una entrevista: “El estadio estaba abarrotado. Los aficionados gritaban, nos insultaban. Ganar a Boca Juniors allá, en su casa, no era algo al alcance de un equipo normal”. De hecho, Boca había ganado sus tres partidos como local en esa Copa Libertadores.

“Jugué en todos los estadios del mundo, pero jamás sentí un terremoto cuando un equipo sale al campo como en la Bombonera”, admitió años más tarde Pelé.

Con la hinchada de Boca empujando, el equipo xeneize no pudo vencer al santos en el primer tiempo pero al minuto del segundo, llegó el gol de Sanfilippo y la serie estaba empatada (no había gol de visitante y la igualdad de puntos en la serie obligaba a un tercer partido en cancha neutral).

Todo se hizo más nervioso, con muchos choques, faltas y discusiones. “Fue un partido diferente, con mucha provocación y por eso me dejé llevar en el festejo del empate”, recordó Coutinho, que debió ser contenido por su compañero Zito tras un incidente con Sanfilippo en el momento del gol de Boca. “Cuando él marcó el 1-0 vino a reírse de mí pero Zito me dijo que no servía de nada porque iba  a perder y así fue. Ganamos al final”.

“En la revancha en la Bombonera tuvimos mala suerte porque lo pudimos ganar pero erramos muchas situaciones de gol”, se lamentó Rojitas, que en el fragor de los dos partidos llegó a escupir al “Rey”. “Era muy mocoso, no pensaba. Luego le pedí disculpas”, se lamentó.

Apenas cuatro minutos después de aquel gol de Sanfilippo, lo empató Coutinho y a los 82 minutos, luego de una apilada, Pelé estableció la diferencia definitiva que le dio el título al Santos. Incluso “O Rei” se dio el lujo de cambiarse los pantalones (se le habían roto) en medio de la cancha, despertando la ira en los jugadores de Boca, que lo interpretaron como una provocación y una forma de perder tiempo, jugando con el resultado favorable a los brasileños.

Santos se consagró bicampeón de la Copa Libertadores 1962/1963 y fue la primera vez que un equipo ganaba los dos partidos de la final evitando así el tercer partido, y también fue la primera vuelta olímpica internacional en la Bombonera (por los torneos locales, River la había dado dos veces, en 1942 y 1955 y Racing en 1949) y también era la primera vez que un equipo brasileño conseguía un título en la Argentina.

Santos fue, meses más tarde, bicampeón intercontinental al vencer al Milan de Nereo Rocco, campeón de Europa, mientras que Sanfilippo resultó el goleador de la Copa Libertadores con siete tantos, y ese mismo año fue el autor del gol con el que Boca venció a River en el Monumental con el que venció 1-0 y así le impidió a los “Millonarios” ser campeones y el título argentino quedó en manos de Independiente, que así se proyectó a la Copa Libertadores de 1964, para lo cual los “Rojos” dejaron antes en el camino al Santos de Pelé.

Boca lograría la revancha contra el Santos cuarenta años más tarde, en 2003, al vencerlo en otra serie final de Copa Libertadores a dos partidos.

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27/8/63 Santos 3 Boca 2 (2m y 21m Coutinho, 28m Lima,  43m y 89m Sanfilippo), 100.000 espectadores en el Maracaná

Santos: Gilmar; Mauro, Calvet, Dalmo: Zito, Geraldino; Dorval, Lima, Coutinho, Pelé y Pepe. DT: Lula

Boca: Néstor Errea; Carmelo Simeone, Rubén Magdalena, Orlando, Marzolini; Ernesto Grillo, Rattín, Norberto Menéndez, Alberto Mario González;  Ángel Rojas y Sanfilippo. DT: Aristóbulo Deambrossi

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11/9/63 Boca 1 (Sanfilippo 46m ), Santos 2 (50m Coutinho, 82m Pelé). 50.000 espectadores en la Bombonera.

Boca: Errea; Simeone, Orlando, Alcides Silveira, Magdalena;  Grillo, Rattín, Menéndez, González: Sanfilippoy Rojitas.

Gilmar: Mauro, Calvet, Dalmo; Zito, Geraldino; Dorval, Lima, Coutinho, Pelé y Pepe.

 

 

 

 

 

 

 


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