Si en la
camiseta del nuevo campeón de la liga española, el Atlético de Madrid, aparece
la publicidad de la plataforma israelí “Plus 500”, el club estrechó aún más el
vínculo con este país con la llegada en 2017 del multimillonario Idán Ofer, que
terminó siendo el tercer accionista y aunque confiesa que antes el fútbol le
resultaba indiferente, ahora está inmerso en su mundo y cree que por allí está
el negocio del futuro.
Ofer, nacido en
Haifa en 1955, es empresario y filántropo residente en Londres y una de las más
grandes fortunas de su país, y en 2018 se quedó con el 32 por ciento de las
acciones del Atlético de Madrid al adquirir en 2018 el 17 por ciento que
pertenecía a la empresa china “Wanda (que le dio su denominación al nuevo
estadio Metropolitano), y ya poseía el 15 por ciento desde 2017 a través de su
empresa Quantum Pacific, por lo que se convierte en el tercer accionista del
club detrás del presidente Enrique Cerezo y de Manuel Gil Marín –hijo del
fallecido ex presidente Jesús Gil y Gil-, que totalizan entre ambos el 65 por
ciento restante.
Ofer también
posee el 51 por ciento de la productora “Reshet”, que trabaja con el Canal 2 de
Israel y busca dar una mayor proyección al Atlético Madrid, tal como afirmó el
día que anunció la compra de acciones del club.
“Las consecuencias de ello serán la expansión de la marca y eso traerá
beneficios, como poder mantener el nivel de competitividad y contratar
estrellas mundiales”.
Tras estudiar a
fondo el mercado del fútbol, Ofer pronosticó que una de las claves es el
negocio de la venta de derechos de televisión “porque cambiará mucho en los
próximos años porque al globalizarse, el valor se multiplicará por diez”, como
afirmó en su primera visita al estadio Wanda Metropolitano.
“El Atlético de
Madrid es especial-dijo en ese momento- porque nadie puede comprar acciones del
Real Madrid o del Barcelona porque se trata de clubes que pertenecen a sus
aficionados, en cambio aquí puedo desarrollar la actividad empresarial”.
Se cree que
Ofer, que según estimaciones de la revista Forbes tiene una fortuna cercana a
los 4000 millones de dólares, se acercó al fútbol cuando decidió emigrar a
Inglaterra y se fue vinculando con el fenómeno de la Premier League, porque
cuando dio sus primeros pasos en su nuevo ambiente admitió que “no era un gran
apasionado por este deporte, pero sí que veo en él un gran potencial de
negocio”.
Su primera
actividad reconocida en el fútbol fue
cuando adquirió una réplica de los Balones de Oro de Cristiano Ronaldo por
600.000 euros en una subasta benéfica.
Posteriormente
llegó la compra de parte del paquete accionario del Atlético de Madrid, y sumó
la del Famaliꞔao, un club del pueblo de 5000 habitantes en Portugal, en
sociedad con el representante de futbolistas más poderoso del mundo, el luso
Jorge Mendes, dueño de la agencia “Gestifute”, investigado por la Justicia de
su país por fraude fiscal en pases como los de Iker Casillas o Danilo, y que se
convirtió en un virtual director deportivo del pequeño club, aunque no figure
oficialmente.
El agente
consiguió que llegaran al Famaliꞔao jugadores en calidad de libres o cedidos
por otros clubes que no los tenían en cuenta, o promesas que necesitaban rodaje
para ganar experiencia, y todos provenientes de entidades en la que Mendes
tiene peso, los llamados clubes de la “escudería Mendes” (Atlético Madrid,
Valencia, Benfica, Porto, Sporting Braga, West Ham o Wolverhampton), con
contratos cortos y la idea de revalorizarlos para luego recolocarlos en el
mercado.
El plantel, que
antes estaba cotizado en 5 millones de euros y en el fondo de la tabla de la
segunda división en 2018, pasó a valer 45 millones de euros un año y medio
apenas un año y medio más tarde, y ya era uno de los animadores de la liga de
primera división, en la que finalizó noveno en 2020/21.
La relación
entre Mendes y Ofer fue fundamental, por ejemplo, para la llegada de la joven
estrella portuguesa Joao Félix al Atlético Madrid por 126 millones de euros, lo
que para el agente significó una comisión de 36 millones.
En 2021llegaron
al Famaliꞔao el brasileño Lucas Henrique
(Figueirense) y el portugués Pepé (volante de la cantera del Benfica que
pasó por el Olympiakos), el ecuatoriano Leonardo Campana (figura de la
selección sub-20 que fue tercera en el Mundial de Polonia 2019) . Rubén Vinagre
(desde el Wolverhampton), y el joven volante
central argentino Joaquín Pereyra, de las inferiores de Rosario Central.
Con la llegada
de Ofer, el Atlético de Madrid estrechó su vínculo con Israel (que ya existía
con la empresa “Plus 500” como sponsor). Los “Colchoneros” llegaron a viajar para jugar
ante el Beitar Jerusaalén en el estadio Teddy Kollek con todas sus estrellas
como parte de los últimos homenajes a Yossi Benayun –ex Chelsea y Liverpool-,
que había anunciado su retiro del fútbol.
También el Atlético
de Madrid abrió una academia de fútbol en Israel, al llegar a un acuerdo con el
Hapoel Beer Sheva, con la idea de apuntalar a los jóvenes desde lo técnico y
reforzar la estructura de sus categorías inferiores al implementarse la
metodología de trabajo del club rojiblanco de la capital española, según
acordaron Ofer y Gil Marín, por los “colchoneros” y Alona Barkat, representante
de la entidad local.
“El objetivo
principal es estar abiertos a todo tipo de religiones, culturas y que, de
alguna manera, podamos integrar a todas las personas en un proyecto común que
está basado en los valores del deporte”, expresó entonces Gil Marín.
Estas
declaraciones no fueron casuales. Ofer es una figura en Israel por las
continuas donaciones de su familia a museos, universidades, hospitales y
entidades de bien público y por sus iniciativas de paz entre Israel y el mundo
árabe y de convivencia entre israelíes y palestinos en las diversas esferas de
la sociedad.
Ofer suele
sostener a la economía como puente de diálogo con los vecinos árabes. En su
encuentro en 2011 con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Abu
Mazen, en la Mukata de la ciudad de Ramala, Ofer reivindicó la alianza entre
empresas de los dos pueblos y por ejemplo, financió la visita a Israel de decenas
de jóvenes palestinos. “Nunca habían estado en Israel y al final me dijeron que
vieron otra cara de mi país que no correspondía a la que imaginaron por las
historias que siempre escuchaban”,
comentó.
El 2013
estableció el fondo de becas “Sammy Ofer” para la Escuela de Gobierno John F.
Kennedy en la Universidad de Harvard para líderes emergentes de Israel y
Palestina.
Sammy Ofer, su
padre ya fallecido, estuvo siempre relacionado al mundo del comercio marítimo,
ya sea de mercancías o por la construcción de embarcaciones. Había emigrado
desde Rumania en 1922 y con apenas dos años y creció en el puerto de Haifa de
la Palestina bajo administración británica, se alistó en la Royal Navy y tras
la fundación del Estado de Israel en 1948 compró un buque carguero. A su
muerte, en 2011, sus dos hijos heredaron la mayor fortuna del país, unos 6000
millones de dólares.
Idan fue educado
por su padre en los negocios y las inversiones. Estudió en las principales
universidades (Haifa, la London Bussines School, de la que hoy es uno de sus principales
asesores y donantes, y Hong Kong, a donde expandió los negocios petrolíferos de
su familia).
Cuando donó 28
millones de dólares –la cifra más alta de la historia- a la London Bussines
School, señaló que quería que la escuela de negocios siguiera creciendo para
que pudiera albergar a las futuras generaciones de líderes. Su propia fundación
tiene como objetivo asegurar que “los futuros emprendedores israelíes tengan
las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la globalización”.
Siguiendo los
pasos de su padre Sammy –toda una celebridad en Haifa, donde el estadio de
fútbol lleva su nombre- Idan se lanzó al mundo de los negocios junto con su
hermano Eyal con la compra en 2007 del 55 por ciento de las acciones de la
empresa estatal “Israel Corporation”, cuando se decidió privatizarla, y
consiguió expandirse a Asia, Europa y Sudamérica con rubros como energía,
tecnología y naviero.
Mientras Eyal
dirigía desde Mónaco los intereses navieros de la familia, como la compañía de
cruceros de placer Royal Caribbean, Idan se abría camino en Hong Kong, donde
fundó la Tanker Pacific, una de las principales empresas de tanques marinos.
Ambas cotizan en las bolsas de Londres, Nueva York, Singapur o Tel Aviv.
En el mismo 2007
que compró el paquete accionario de “Israel Corporation” perdió 500 millones de
dólares al participar en “Better Place”, un negocio de coches electrónicos,
aunque un poco antes había fundado “Pacific Drilling”, una empresa de
perforaciones en aguas ultra profundas, donde tuvo éxito.
Ofer es el
director del macrogrupo “Quantum Pacific” , que engloba rubros como transporte,
energía, recursos naturales, tecnología médica y automovilístico).
Estuvo casado 4
veces, ahora con Batia Ofer, filántropa y miembro del consejo asesor de la casa
de subastas Sotheby’s. Tiene cinco hijos, y para repartir las obras de arte
moderno de su padre (que incluía
Picasso, Van Gogh, Dalí y Degas), hizo sacar a cada uno un papelito con
el nombre de cada obra para sortearlos desde una bolsa. “Lo hicimos de forma
amistosa”, contó a la revista económica “The Market”.
El diario
“Financial Times” lo presenta como “una figura genial y modesta, de pequeña
estatura y con ligero aspecto de oso” y revela que “los que aprecian a este
reservado inversor lo describen como un hombre delo Renacimiento con muy
diversos gustos”, y que suele lucir una vestimenta juvenil pese a su edad y su
status social, ya que utiliza jeans y casi nunca, corbatas.
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