jueves, 18 de noviembre de 2010
Batista entierra a Maradona convirtiendo a Messi en su estrella (DPA)
Doha, (dpa) - Sergio Batista enterró la era Diego Maradona convirtiendo a Lionel Messi en la única estrella del equipo. El nuevo seleccionador argentino apartó los focos del banquillo para ponerlos sobre el campo y sacar el máximo rédito del "crack" del Barcelona.
"Tenemos al mejor jugador del mundo, y lo aprovechamos", dijo Batista, de habitual perfil bajo, en su primera rueda de prensa como técnico confirmado, después de que Messi anotara en el descuento en una magnífica jugada el 1-0 con el que Argentina se impuso en Doha a Brasil en partido amistoso.
Desde que finalizó el Mundial, en julio, la selección argentina pasó de tener como eje central a su entrenador, Diego Maradona, a tener a su máxima figura, Messi.
Con esa frase, Batista no sólo suma argumentos en favor de su mejor hombre en el equipo, quien además lo respaldó cuando aún ocupaba el cargo de forma interina, sino que encontró una forma de trazar una clara línea divisoria con el estruendoso ciclo anterior, que terminó con una derrota por 4-0 ante Alemania en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.
Muchas cosas han cambiado con Batista. Argentina es ahora un equipo con un entrenador que no sobresale, que habla poco, no genera conflictos y es respetado como ex campeón mundial en México 1986, al igual que su ayudante, José Luis Brown.
En el aspecto táctico, Batista apuesta por un 4-3-3 similar al que practica España, que ganó el Mundial en base a unos valores que el técnico quiere para su equipo: la posesión de la pelota y su buena administración.
Ante Brasil, sin embargo, el sistema de 4-3-3 no se vio con tanta claridad y en cambio se pareció mucho más a un 4-2-3-1, con los dos supuestos extremos, Messi y Angel Di María, retrasados en tres cuartos, en una misma línea que Javier Pastore, quedando solamente Gonzalo Higuaín como delantero nato.
En cambio, se nota ya la intención de Batista de acercar las líneas, especialmente en la mitad de la cancha. Eso le resta algo de la potencia ofensiva que exhibía Maradona, que optó por centrar su fuerza en la línea de ataque y no en sus volantes. En cualquier caso, a Batista le faltaron, entre otros y por lesiones, atacantes como Carlos Tévez, Diego Milito o Sergio Agüero.
Batista podría ir dando entrada en el grupo a una figura naciente como Javier Pastore y a otra que forma parte del pasado como Juan Román Riquelme, que se apartó del equipo nacional tras una discusión con Maradona. Pero el gran referente es Messi.
"Él es muy importante para el grupo, adentro y afuera de la cancha, y el grupo lo escucha mucho", sostuvo Batista, que quiere dejar claro que los tiempos son otros, y que ya "La Pulga" no es más aquel pequeño taciturno que solía escapar de las cámaras y los micrófonos.
Hoy, Messi parece ya estar muy cómodo con la camiseta argentina, con el grupo y con un entrenador que prefirió un perfil bajo para que el mejor jugador que tiene sea la estrella real del equipo.
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