Las primeras planas del fin de semana, en los medios
argentinos y no pocos de todo el mundo, en lo que respecta al deporte, se
refirieron a que Lionel Messi, en el Barcelona, superó los 400 goles en su
carrera profesional (739 tomando su etapa juvenil) a los 27 años, en la goleada
de 6-0 ante el Granada en el Camp Nou.
Messi regresará a la selección argentina el próximo
11 de octubre, en un partido amistoso llamado “Superclásico de las Américas” ante
Brasil, en Pekín, que será su primera aparición en el equipo albiceleste tras
la final del Mundial, el 13 de julio pasado, ante Alemania, pero no está
confirmada su presencia en el segundo partido de la serie, en Hong Kong, ante
el conjunto nacional local.
Es que Messi le dio prioridad a su selección sobre
el Barcelona, o al menos eso es lo que se dedujo de su temporada pasada, en la
que se preparaba para el Mundial, y ahora que se reencontró con Gerardo “Tata”
Martino en el equipo albiceleste, viene planteando la necesidad de repartir las
cargas con su equipo en un tiempo algo más liviano con los albicelestes.
Seguramente en esta gira asiática de octubre, Messi
y Martino, junto con otros jugadores argentinos de peso, podrán terminar de
dialogar acerca de una posible futura convocatoria de Carlos Tévez, del que
nunca se supo, oficialmente, un motivo claro de su ausencia en Brasil 2014.
Por toda respuesta, el entonces entrenador de la
selección argentina, Alejandro Sabella, dijo siempre que “el grupo está cerrado”,
lo que dio lugar a que se interpretara que la ausencia del jugador de la
Juventus no obedecía a razones deportivas sino a no tener una gran relación con
los referentes.
El presente de Tévez es cada vez mejor en la
Juventus aunque ya tuvo una muy buena temporada en 2013/14, cuando ganó el
Scudetto, mientras que ahora va puntero de la Serie A con puntaje ideal, y el
delantero argentino lleva seis goles entre la Liga y la Champions en seis
partidos oficiales jugados en la temporada. En su carrera lleva ya 238 goles, y
entre todos los futbolistas en actividad, es uno de los que más títulos ha
ganado (Scudetto, Premier League, torneos argentinos, Brasileirao, Copa
Sudamericana, Copa Libertadores, Intercontinental, Mundial de Clubes, Champions
League y Juegos Olímpicos).
Tévez iba a ser citado ya para la gira asiática,
luego de que Martino defendiera su convocatoria ante la prensa y no dejara
dudas sobre que quien toma las decisiones es él y que el jugador es de su gusto
y que no depende de lo que digan los referentes.
Sin embargo, a último momento la convocatoria quedó
atrás, sin que se dijera por qué. Apenas se manifestó que “por ahora no” y que
“se lo sigue observando”. Muy confuso para lo evidente que era que el delantero
de la Juventus participaría del nuevo ciclo desde el inicio.
Por un lado, se dijo que Martino se molestó con que
la prensa, por una información filtrada por un dirigente del entorno de la
selección argentina, adelantara que la AFA ya había pedido las tallas de Tévez
a la Juventus para diseñar la indumentaria oficial, y por otro, se reveló que
el tema pasa por una conformidad definitiva del plantel a la llegada de un
jugador que habría sido resistido hasta hace muy pocos meses.
Pero Tévez no es el único jugador que desata
polémicas. Otro es el potente delantero del Inter, Mauro Icardi, envuelto en
las noticias del corazón, por estar involucrado con la ex esposa de otro buen
delantero argentino, actualmente en el Chievo Verona y ex campeón de la
Champions con el Barcelona en 2006, Maxi López.
Icardi, desde hace más de un año, no ha escatimado
un lugar en los grandes medios para aparecer en actitudes provocativas sobre su
vida privada y eso, en los códigos del fútbol, lo fue alejando de una
posibilidad mundialista para Brasil, de la que futbolísticamente no estaba
lejos.
Ahora, a Icardi se le presenta una nueva oportunidad
con el cambio de entrenador de la selección argentina, y su rendimiento de los
últimos meses, sumado a su muy buena técnica (que le valió llegar a La Masía
antes de pasar al Calcio) y ya Martino dijo que lo evaluará por lo que juegue y
no por lo que haga con su vida.
A estos jugadores, hay que sumar que Sergio Agüero
viene recuperando su nivel en el Manchester City, a la vigencia goleadora de
Gonzalo Higuaín en el Nápoli, la ductilidad de Rodrigo Palacio en el Inter, o
las actuaciones de Ezequiel Lavezzi en el PSG, o el alto nivel que en el fútbol
doméstico muestran interesantísimos delanteros como Ignacio Scocco (un viejo
conocido de Martino, con quien fue campeón) en Newell’s Old Boys, y Lucas
Pratto (Vélez Sársfield), acaso el mejor jugador del actual torneo argentino.
Y no hay que descuidar, en esa lista, a Gonzalo
Bergessio (Sampdoria), Luciano Vietto (Villarreal), Germán Denis (Atalanta),
Hernán Barcos (Gremio de Brasil), Franco Di Santo y su gran altura (Werder
Bremen) y Leonardo Ulloa, una de las sensaciones de la Premier League, como uno
de los máximos anotadores, jugando para el Leicester.
Y aún en el fútbol local no hay que dejar de lado lo
que pueda ocurrir con Andrés Chávez (Boca Juniors), Gustavo Bou (Racing Club),
Guido Carrillo (Estudiantes) o Silvio Romero (Lanús).
En el fútbol argentino si hay algo que sobran son
goleadores, aunque sea irresistible la polémica que formas parte de la
identidad nacional.
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