La única duda, en un extraño Kongreshauss de Zurich,
habitual palecete en el que se lleva a cabo la entrega del Balón de Oro FIFA
World Player que consagra al mejor jugador del mundo del año, llegó cuando se
anunció que el que daría el premio sería el brasileño Ricardo Kaká, porque por
un instante pudo haberse cruzado por la cabeza de muchos que el beneficiario
podría ser su compatriota Neymar.
Sin embargo, la “normalidad” se hizo presente en la
gala que organizan conjuntamente la FIFA y la tradicional revista “France
Football” y un Lionel Messi que llegó acompañado de su familia y vestido con un
lujoso traje de Armani que cambió de los anteriores con Dolce & Gabanna,
subió al escenario a recibir su quinto Balón de Oro que lo oficializa como0 el
mejor jugador del mundo, una vez más.
Messi, al que sólo osan discutirlo aún unos cuantos
compatriotas, y quien sólo una vez recibió en su país el Olimpia de Oro, premio
al mejor deportista argentino del año, se convierte definitivamente en leyenda
del fútbol mundial. Con cinco Balones de Oro, supera a su máximo competidor del
presente, el portugués Cristiano Ronaldo, que le había arrebatado los últimos
dos, así como a monstruos del fútbol de otro tiempo como los holandeses Marco
Van Basten y Johan Cruyff y el francés Michel Platini, todos ahora relegados a
tres conquistas.
El argentino, ganador de 27 títulos en impresionante
carrera en el Fútbol Club Barcelona, cuatro de ellos por Champions League y
tres de Mundiales de Clubes, no es tan hábil con el micrófono y apenas dijo al
ganar el trofeo que “es algo que sueño desde chico” y hasta se refirió a
Cristiano Ronaldo, al decir que en las dos últimas temporadas “tuve que ver
cómo él se llevaba el Balón de Oro”, mientras que hizo hincapié en su
crecimiento “como jugador y persona” a partir de “triunfos y derrotas”.
Antes de anunciarse el ganador del Balón de Oro, ya
había certezas sobre el ganador, al punto que Cristiano Ronaldo lucía sonriente
y muy poco nervioso, como sabiendo que este año no le tocaría, por los cinco
títulos ganados por Messi con el Barcelona y la llegada a la final de la Copa
América de Chile con la selección argentina.
Messi también era candidato a ganar el premio
“Ferenc Puskas” al mejor gol del año, el soberbio tanto al Athletic de Bilbao
en la Supercopa de España, por el que gambeteó a cinco jugadores vascos desde
un lateral hasta colocar la pelota en el palo izquierdo del arquero, pero
insólitamente se vio superado por un lindo tanto de chilena del brasileño
Wendell Lira, que estuvo desempleado y trabajó en una cafetería, en el partido
Goianesa-Atlético de Goiás.
De todos modos, la jornada fue espectacular para el
argentino, una vez más, al participar también en el once ideal del año, junto
al arquero Manuel Neuer (Alemania), los defensores Daniel Alves (Brasil),
Sergio Ramos (España), Thiago Silva
(Brasil) y Marcelo (Brasil), los volantes Paul Pogba (Francia), Luka Modric
(Croacia) y Andrés Iniesta (España) y los delanteros Cristiano Ronaldo
(Portugal) y Neymar (Brasil).
Otro de los ganadores de la jornada fue, como era de
esperar, el campeón mundial de clubes, el Barcelona, porque su entrenador Luis
Enrique (ausente en la gala), en una medida polémica, fue designado como mejor
entrenador del mundo del año porque pese a los títulos, facilitados por una
legión de los mejores cracks, superó en la votación a los magníficos trabajos
de Josep Guardiola en el Bayern Munich y del argentino Jorge Sampaoli en la
selección chilena, por primera vez en su historia ganadora de la Copa América.
Para destacar, finalmente, que en la entrega del
Balón de Oro a Messi, por la FIFA sólo apareció el presidente provisorio
camerunés Issa Hayatou, debido a la crisis que atraviesa la entidad, que tendrá
elecciones presidenciales el próximo 26 de febrero, tras los cuestionamientos
al anterior mandatario Joseph Blatter, la detención de muchos de sus dirigentes
por corrupción y la desestimación de la propia candidatura del anterior
presidente de la UEFA, Platini, por la misma razón.
Con la FIFA como anfitriona pero casi ausente,
brilló más el fútbol y en ese contexto, fue la fiesta de Messi y del Barcelona.
El argentino pelea ya por ser reconocido como el mejor de la historia. Y tiene
varios boletos a su favor.
1 comentario:
EN 2006 creía que LM podría ser a futuro el mejor de la historia. En 2009 entendí que había llegado a ese lugar. Desde ahí, comenzó a poner el listón cada vez más arriba. Si Messi no hubiese existido, hoy estaríamos discutiendo si CR7 es el mejor de todos los tiempos. Creo que, por sus características, se lo compararía con Pelé.
Publicar un comentario