La dirigencia
del fútbol sudamericano recibió con una mezcla de sorpresa e indiferencia la
reunión del pasado jueves, en Zurich, del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno,
y el de la FIFA, Gianni Infantino, en la que se trató la posibilidad de que una
nueva candidatura sudamericana, compuesta por Ecuador, Colombia y Perú, se
presente para organizar el Mundial de 2030, y de esta manera se convierta en
una real competencia para la que ya conforman Uruguay, Argentina, Paraguay y
Chile.
Esta candidatura
de los países sudamericanos de la costa del Océano Pacífico fue anunciada el
pasado 7 de septiembre y empujada por Moreno, que obtuvo, con los días, el
respaldo de sus colegas Iván Duque (Colombia) y Martín Vizcarra (Perú), aunque
los dos últimos no realizaron movimiento alguno al respecto en casi medio año.
Moreno, que
también participó del Foro de Davos en el que también estuvo Infantino, se refirió a esta candidatura proponiendo “El
primer Mundial en los Andes”. “Hablaba días pasados con los presidentes Moreno
y Vizcarra y decíamos que 2030 es un año muy importante porque se cumplen
entonces cien años de los Mundiales de fútbol. Lenin Moreno me preguntó qué me
parecía de postularnos y yo le dije que acompaño esa iniciativa e instruí a mi
secretario de Deportes para que se reúna con las de los otros países en este
sentido. No es una competencia fácil porque será con países que tienen mucha
tradición y que son muy poderosos en infraestructura deportiva pero nosotros
nos vamos a presentar con toda la determinación, unidos”.
Si Duque le
ordenó al director del Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación,
la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre (Coldeportes),
Ernesto Lucena, formalizar la solicitud ante la FIFA, en Perú, Vizcarra parece
preferir que todo quede en manos de la dirigencia del fútbol.
En este sentido,
el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano, pareció ir
mucho más allá cuando afirmó a RPP Noticias no ya el deseo de los países
andinos de organizar el Mundial 2030 sino que “Conmebol persigue ese objetivo.
Hay que recordar al Perú que cuando FIFA organiza Mundiales sub-15, sub-17,
sub-20, hay que postularse, no se
designa nada a dedo y muchos países trabajan para demostrar por qué pueden ser
sede”, y advirtió que “hay otros países que indudablemente quieren formar un
grupo pero por el momento somos tres”.
“Esto al Perú le
hace muy bien a través del compromiso del presidente peruano Vizcarra y a todo
su gabinete, que indudablemente ha sido el eje principal para sacar adelante
esta organización que hasta el momento es todo un éxito y la realización última
de los Panamericanos, la historia de haber organizado un Mundial sub-17 en
2005, una Copa América en 2004, y en 2019 la final única de la Copa
Libertadores nos pone en una vitrina expectante, no sólo para el Mundial sub-17
de 2021 con motivo del bicentenario de nuestro país, sino que le abre una
magnífica oportunidad para que coordinemos con países vecinos, ser sede de un
Mundial de mayores. Nuestro objetivo –insistió Lozano- es mostrar al mundo
entero que Perú no sólo tiene la infraestructura, la capacidad hotelera y
demostrar con los recursos humanos que estamos preparados para realizar grandes
eventos continentales y voluntad y predisposición para generar una economía
importante para el país y un legado histórico que valorarán las próximas
generaciones”.
Sin embargo, la
Conmebol mantiene absoluto silencio sobre la candidatura de los países andinos
para el Mundial 2030 y reina un gran escepticismo en el ámbito futbolístico.
Por un lado, Perú perdió en 2019 la posibilidad de organizar el Mundial sub-17,
que la FIFA terminó cambiándolo a Brasil, y ser sede de la final de la Copa
Sudamericana, que pasó a Paraguay, por los graves problemas internos de la
Federación. Sólo en el final pudo organizar la final de la Copa Libertadores
entre Flamengo y River por los graves disturbios de Santiago de Chile. En
tanto, varios medios ecuatorianos creen que el movimiento de Moreno para
presentar la candidatura tripartita y su reunión con Infantino estaría
relacionado con su intención de lavar su imagen luego de la crisis que vivió su
país con los levantamientos en las calles.
Sin embargo,
Moreno dijo que en la reunión del jueves pasado con Infantino “Hablamos de
nuestra aspiración de ser sede del Mundial 2030, lo cual ha sido acogido con
mucho entusiasmo. Estaremos atentos a las condiciones para postularse. Nosotros
aspiramos a ello”, y el presidente de la FIFA sostuvo que “estoy encantado
porque cuantos más candidatos, por supuesto, mejor. Y si son países lindos como
Ecuador, países de fútbol como Ecuador, ¿qué más se puede pedir? Antes de esto
vamos a ver qué otras competiciones podemos organizar, juveniles y femeninas,
porque el fútbol es de todos, hombres y mujeres”.
Infantino
también aprovechó para felicitar a Moreno “por su trabajo, especialmente por el
proyecto Juego Limpio -impulsado por Ecuador con el objetivo de construir o
remodelar un millar de campos de fútbol como instrumento de desarrollo social
para paliar el consumo de drogas, la violencia y la corrupción-, que será
fundamental para la juventud y que vamos a apoyar junto a la Federación
Ecuatoriana. Yo mismo voy a ir a Ecuador muy pronto para ver concretamente cómo
podemos hacer que este proyecto sea aún más exitoso”.
Meses antes, la
secretaria de Deportes de Ecuador, Andrea Sotomayor, había seguido la misma línea
del presidente de la Federación Peruana, Lozano, acerca de que la Conmebol “ve
con buenos ojos” la postulación de los países andinos, aunque tres meses antes,
el 16 de junio, la entidad sudamericana había anunciado su respaldo oficial a
la candidatura de Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile.
Posteriormente,
el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró en una
entrevista al diario limeño “El
Comercio” que “en la entidad sólo hay diez países. Mi trabajo es que cualquier
postulación de países sudamericanos logre su objetivo. Ahora hay cuatro países
que están trabajando su postulación, que son
Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Fue un acuerdo ya tomado con los
gobernantes de esos países.
Tradicionalmente, cuando un país de la Conmebol ha
solicitado ser sede de la Copa del Mundo (el último caso había sido Brasil en
2014) todas las asociaciones miembro votan de forma unánime por el candidato
acordado previamente”, y cuando le consultaron si apoyaría una candidatura
alternativa de Ecuador, Colombia y Perú, fue tajante: “Conmebol es de los diez
países. Sería muy importante que, si ocurre eso, seamos conscientes de que
vamos a llegar con un continente dividido y sólo tenemos diez votos en la FIFA.
Perderíamos fuerza. ¿Por qué no pensar en algo más grande? ¿Por qué dividirse y
no juntarse?”.
Pero Sotomayor,
la funcionaria ecuatoriana, hasta se permitió hacer cálculos para un hipotético
Mundial en el Pacífico y los comparó con los gastos que tendrá el próximo de
2022: “Qatar hace una inversión tan alta (18 mil millones de dólares) porque no
tiene infraestructura futbolística hasta donde me dijeron. Ellos lo hacen todo
nuevo. Nosotros calculamos necesitar unos tres mil a cuatro mil millones de
dólares para obras y tenerlas en diez años. Ya se hizo un análisis con el
Ministerio de Finanzas y sí, es posible”.
Por su parte, el
periodista colombiano Sergio Iván González Ruiz, de www.bolavip.com, analizó en un artículo por
qué es “casi imposible” que Colombia pueda organizar un Mundial en 2030. “El
35% de la decisión pasa por los estadios, que deben tener todos una capacidad
mínima de cuarenta mil personas y sólo tenemos dos, el Roberto Meléndez y el
Anastasio Girardot y la FIFA obliga a tener por lo menos dos estadios con
capacidad de sesenta mil y en la final, tiene que haber un estadio para ochenta
mil o más y entre los tres países, el único que reúne esos requisitos es el
Monumental de Lima”.
González Ruiz
sostiene también que la mayoría de las ciudades que podrían albergar el Mundial
en los países andinos, están a más de dos mil metros sobre el nivel del mar “y
es conocida la dificultad para los jugadores para desempeñar su actividad en
estas alturas” y agrega los problemas de transporte por la masiva movida de
hinchas, “y en este punto, Colombia está muy quedada”.
El experimentado
periodista colombiano Carlos Antonio Vélez sostiene que el gobierno “quiere un
Mundial para distraernos de los problemas” y calificó la chance de conseguir la
sede para los países andinos como “remota”. “El país está pidiendo a gritos
soluciones y no distracciones. ¿O queremos exportar nuestras miserias?”.
El ministro de
Turismo y Deporte argentino, Matías Lammens, manifestó a Infobae que desconocía
la reunión que mantuvieron el pasado jueves Lenin Moreno e Infantino pero que
sigue en contacto permanente con los funcionarios de los otros países
postulantes a la organización del Mundial 2030, Uruguay, Paraguay y Chile, y
que pudieron reunirse recientemente en la Feria Internacional de Turismo (FITUR)
en Madrid. “Tanto Paraguay como Chile quieren seguir avanzando y estamos
esperando la decisión que tome Uruguay, porque el 1 de marzo cambia sus
autoridades”.
En Uruguay se
desconoce la postura que tendrá el nuevo gobierno de Luis Lacalle Pou, del Partido
Nacional, luego de muchos años en el poder del Frente Amplio, y el ex
presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá,
reemplazará en el cargo a Fernando Cáceres, que trabajó en la comisión de los
cuatro países que se postulan desde el sur del continente sudamericano para el
Mundial 2030.
“Pese al alto
costo de la inversión, mi opinión es que a la Argentina le conviene lanzarse al
Mundial 2030, por lo que puede dejar en infraestructura y crecimiento, y por el
legado. Hay que hacer todavía el cálculo del dinero necesario para la
promoción”, afirmó Lammens, quien marcó una clara diferencia con el
amesetamiento del tema durante los últimos meses del gobierno argentino
anterior. “Ellos participaban en una comisión colgada de la Agencia Nacional
del Deporte y ahora tenemos un Ministerio” y aseguró que está “en contacto
permanente con la Conmebol”.
Más allá de que
todavía no definió su situación, el fútbol uruguayo ya decidió hacer profundas
reformas al Estadio Centenario, que podría ser una de las sedes del Mundial
2030 si como todo indica, es nombrado
Ricardo Lombardo(contador, licenciado en administración, periodista,
legislador, director ejecutivo alterno del FMI en Washington y ex presidente de la compañía estatal
telefónica Antel, a cargo de la conducción de la Comisión Administradora del
Field Oficial (CAFO).
“En este momento
Uruguay tiene el desafío de ser un posible candidato como uno de los
organizadores del Mundial 2030 y no sé si eso se concretará o no pero en
cualquier caso, para que la candidatura sea viable, se necesita un estadio de
primer nivel internacional y para llegar a eso el centenario precisa ser
remodelado, replanteado con una visión muchísimo más moderna que la que podemos
tener “a la uruguaya”, de atarlo con alambre. Tenemos que hacer un plan 2030 y
ver qué hicieron otros países con la remodelación de estadios, como China,
Qatar, Inglaterra o España como Plan A, y si no existe la cantidad suficiente
de interesados, un Plan B que sería poner a sectores privados que se ocupen de
parte del mantenimiento y de la reformulación con intereses particulares,
corporativos o empresariales” y hasta un Plan C, que el Centenario pueda
transformarse en un estadio “vintage”, o sea, un modelo de estadio antiguo, que
se vea como una especie de museo de lo que fueron los estadios en los orígenes
del fútbol, o en el siglo pasado”, dijo Lombardo a ECOS, de Montevideo.
Desde Uruguay
tampoco se ve claro que una candidatura de Ecuador, Perú y Colombia pueda
avanzar, dada la buena relación que existe en este momento entre la Asociación
Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Conmebol desde que la entidad vecina se normalizó
con la elección del economista Ignacio Alonso como presidente, tras una
intervención “light” de la FIFA que aprobó el nuevo estatuto, y además, cuando
el nuevo mandatario “celeste” fue designado como representante de la Conmebol
ante la FIFA reemplazando al desplazado Claudio Tapia, presidente de la AFA,
retomando el lugar que Uruguay tenía con el anterior presidente de la AUF, Wilmar
Valdéz, también desplazado.
Dada la tirante
relación que desde hace años tiene la Conmebol con el empresario uruguayo
Francisco “Paco” Casal, se cree que el hecho de que el dueño del canal “Gol TV”
haya instalado sus oficinas en Ecuador y Perú, no favorecería en absoluto el
apoyo de la entidad futbolística sudamericana a una candidatura de esos países
para el Mundial 2030.
El proceso de
selección de sedes para el Mundial 2030 comenzará en 2022 pero la votación
final de la FIFA se llevará a cabo en 2024, tras una decisión del Consejo de la
FIFA del pasado 24 de octubre en Shanghai, China, por lo que el país o los
países que resulten elegidos tendrán seis años para llevar a cabo todo el
proceso, cuando Qatar tuvo doce años hasta 2022, y la candidatura de Estados
Unidos, México y Canadá, ocho desde la decisión de la FIFA en 2018 en Moscú
hasta 2026.
Hasta el
momento, otras candidaturas que se barajan para el Mundial de 2030 (que tendrá
48 equipos) son las de España y Portugal en conjunto, otra del Reino Unido
(Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte), que realiza en estos momentos
un estudio de factibilidad, mientras que Marruecos analiza unirse a Argelia y
Túnez, aunque podrían sumarse Mauritania, Libia, Egipto y hasta Camerún, y
China estudia presentarse en soledad o bien junto a las dos Coreas y Japón.
Si para Brasil
2014, los costos de organización totalizaron 11.600 millones de dólares, en
Rusia 2018 fueron 14.000 (el presupuesto fue ajustado más de treinta veces),
para Qatar 2022 se estima que será de 10.000 (aunque partió de 20.000 y se
anunció una drástica reducción) y para el 2026, unos 20.000 de los que 6.600
corresponderían a México.
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