Ni siquiera este
extraño 2020 pudo ponerle freno a Ricardo Centurión, el extremo de Vélez
Sársfield que llegó a brillar en Racing y en Boca pero que vivió siempre
rodeado de escándalos y que ahora ni siquiera la cuarentena impidió su nuevo
protagonismo, al quedar involucrado en una denuncia. Junto a sus compañeros de
equipo Juan Martín Lucero, Thiago Almada y Miguel Brizuela, por abuso sexual.
Una mujer
denunció que fue abusada sexualmente en la noche del pasado jueves en una
fiesta clandestina con más de veinte personas en una casa del country “Camino
Real” alquilada por Lucero, y aunque en primera instancia había mencionado sólo
a Centurión –que junto con Lucero, ya declararon como testigos- y luego amplió
su declaración ante el Comando de Patrullas de San Isidro.
Según la
declaración, un hombre de apellido Acuña (el principal involucrado), Centurión
y una mujer habrían estado en la habitación al momento del hecho y por eso, el
delantero ex Racing y Boca aparece citado como “cómplice”.
Por el lado de
Vélez, justamente el club había elaborado un protocolo sobre Violencia de
Género cuando Centurión llegó al plantel a principios de este año por su antecedente
de haber sido denunciado en marzo de 2017 por su ex pareja Melisa Tozzi y se le
había aplicado una orden de restricción perimetral, aunque finalmente la causa
fue archivada. En ese momento, los dirigentes de Vélez tomaron contacto con los
de Racing para cerciorarse sobre estos hechos.
Según el
protocolo de Vélez, de comprobarse la participación de los jugadores, se les
podría rescindir sus contratos de inmediato, y el paso anterior es su
separación del plantel profesional, y por lo pronto el club ya decidió que no
viajen a Paraná para enfrentar a Patronato por la sexta fecha de la Copa Diego
Maradona.
De todos modos,
la directora del Departamento de Violencia de Género de Vélez, Paula Ojeda,
aclaró que se debe chequear cuál es la situación de los jugadores en el
expediente y que “no estarían involucrados y en ese caso, no hay por qué
sancionarlos”, algo que sostienen también los abogados del club, que creen que
los jugadores, por ahora, aparecen como testigos”. Ojeda aclaró que desde su
departamento “lamentamos muchísimo el hecho y nos ponemos a disposición de la
víctima”.
Ante una
situación similar, ya Vélez había suspendido en junio al defensor Miguel
Brizuela, acusado de “agresión física” y de “violencia verba y psicológica” por
parte de su pareja, pero ante la falta de testigos, el jugador fue
reincorporado al plantel.
La causa quedó a
cargo de la fiscal especializada en Violencia de Género Laura Zyseskind, quien
deberá comprobar la veracidad de los hechos denunciados.
2020 no fue un
año fácil para Centurión, al punto de que llegó a confesar a fines de mayo que
luego de la muerte de su novia y de su abuela en marzo y con una diferencia de
pocos días entre ambas, llegó a pensar en suicidarse. “Tuve dos golpes muy
rápido. Si no me levantaba enseguida creo que terminaba con mi vida y no fue
así. Sentía que no era momento para mí. Todavía siento que estoy viviendo una
pesadilla. Mi realidad es ésta. Tengo que levantarme y seguir”.
El 29 de marzo
falleció su novia, Melody Pasini, de 25 años, –con quien convivía en
cuarentena-, a raíz de un paro cardíaco mientras conducía su coche hacia la
casa de sus padres en Lomas de Zamora. De hecho, al descompensarse, su coche
alcanzó a chocar levemente a otro. Según contó su hermana Sol en Twitter,
Pasini era trasplantada del corazón desde hacía 13 años y tuvo un cáncer en
2015, y le hicieron tres stents en 2018 “entre medio, muchas otras
complicaciones. Era una guerrera, vivió como quiso, disfrutó de la vida al
máximo”.
Pasini y
Centurión estaban juntos desde hacía más de cuatro años y en el mundo del
fútbol todos sabían que ella era un buen sostén para el jugador y lo acompañaba
en sus diferentes destinos cuando jugó en el exterior en ese período, y fue
ella la que anunció el regreso de su novio a Racing en 2018 en Instagram. Y
pese a algunas rupturas momentáneas, ella fue una de las que más lo empujaron a
aceptar la propuesta que le hizo el entonces entrenador de Vélez. Gabriel
Heinze al regresar de México y cuando Centurión atravesaba una situación
complicada y se instalaron en un departamento en Puerto Madero.
“Cuando falleció
mi abuela –recordó Centurión en una entrevista reciente con TyC Sports en
tiempos de cuarentena- Vélez jugaba contra Unión en Santa Fe. Yo agarré la
camioneta y me fui con mi novia estando mal. Ella me dijo que me iba a hacer
bien y que me iba a distraer. Cargamos el mate, nos fuimos, estuvimos con el
plantel y eso me hizo bien. Ahora, si quiero ir a la casa de un compañero y no
tengo permiso, es como ser un delincuente. Por la pandemia tenés que estar en
tu casa y tratar de moverte lo menos posible, pero yo ya no lo aguanto más.
Quiero moverme, quiero entrenarme”. Sin embargo, aclaró: “Yo miro la tele, no
soy boludo, y sé lo que está pasando. Sabemos que corremos riesgo”.
Centurión
prefirió destacar el trato que recibió en estos últimos meses por parte de
Mauricio Pellegrino, quien reemplazó a Heinze, el anterior DT que apostó por
él. “Me llamó por teléfono y me expresó su intención de retenerme en el equipo,
se puso a mi disposición. Me dijo que le hablaron muy bien de mí de cómo me he
portado y como he trabajado. Me preguntó cómo estaba y hablamos también de
cosas personales. Sin conocerlo mucho, me parece que es muy buena persona”, y
completó sosteniendo que “si se termina lo de Vélez, es una lástima porque he
disfrutado mucho acá, el grupo es maravilloso y la pasamos muy bien” y destacó
el anterior trabajo de Heinze.
Adrián Ricardo
Centurión nació el 19 de enero de 1993 en Villa Luján, Avellaneda. Y tuvo mejor
suerte que su compadre Brian Risso Patrón, condenado en 2012 a 11 años de
prisión por un homicidio. “Mi sueño es jugar la Copa Libertadores con Racing”,
afirmaba al empezar a destacarse, aunque con el tiempo, llegó a estar en la
órbita del Real Madrid, pero no pudo evitar estar rodeado de escándalos que
minaron siempre sus grandes condiciones para convertirse en un crack.
Su debut en la
Primera de Racing ocurrió el 7 de mayo de 2012, con apenas 19 años, en un 4-2
ante Atlético Rafaela en el torneo Clausura, con Luis Zubeldía, actualmente en
Lanús, como DT. Jugaba en la Reserva y entró directamente como titular y así se
mantuvo en el Torneo Inicial. Ya en la
segunda fecha que jugó, marcó su primer gol ante Argentinos Juniors (2-0 en La
Paternal) pero se ganó el cariño de los hinchas con su gran actuación ante
Independiente, cuando asistió en un gol a José Sand y Racing ganó el Clásico.
Fue en este campeonato que se puso de moda su bailecito en los festejos de los
goles, conocidos como “El Baile del Wachiturro”, en referencia a la banda argentina
de cumbia.
Esto lo
catapultó a la selección argentina sub-20 de Marcelo Trobbiani que buscaba
clasificarse al Mundial de la categoría en Mendoza, pero quedó en el camino en
la primera fase y una malformación genética que le detectaron en el tobillo, en
la revisación médica, le impidió su pase
al Anzhi, del fútbol ruso.
Volvió a las
canchas en el Torneo Final 2013 y en agosto, en el mercado de verano, lo
transfirieron al Genoa pero su paso fue testimonial porque casi no jugó, por lo
que rescindió su contrato y regresó a la Argentina a mediados de 2014 para
jugar en Racing, ahora con Diego Cocca como DT, y terminó siendo clave en el
título del Torneo Transición, y se recueda especialmente una asistencia a Diego
Milito en el Clásico de Avellaneda por la quinta fecha, y sus decisivos goles
ante Lanús, Vélez y Godoy Cruz.
Sus actuaciones
motivaron el interés del San Pablo de Brasil, que apuntaba todos sus cañones a
ganar la Copa Libertadores de 2015. “Es muy difícil retener a un jugador que va
a un club de primer nivel y que ganaría mucho más que acá”, reconoció el
presidente de Racing, Víctor Blanco. Los paulistas pagaron 4.200.000 dólares
por el 70 por ciento del pase. Allí coincidió con un arquero de la talla de
Rogerio Ceni y otras estrellas, pero fueron eliminados por el Cruzeiro en los
octavos de final, y su gol en el partido de ida, no alcanzó, ni tampoco algunos
goles importantes en la siguiente Copa de 2016, cuando los Tricolores fueron
eliminados en semifinales por el Atlético Nacional de Medellín, cuando el DT de
los brasileños era el “Patón” Edgardo Bauza.
Una vez
terminada su participación en el torneo sudamericano, a mediados de 2016, pasó
a Boca a préstamo y con una opción de 6 millones de dólares, para sumarse a una
gran delantera con Cristian Pavón y Darío Benedetto, y con Guillermo Barros
Schelotto como DT. Menos de tres meses más tarde de su llegada, chocó con su
BMW a otros tres coches en Alsina y Puente Agüero, en Avellaneda, en una zona
conocida como “Los Siete Puentes”. Fue el 5 de septiembre, cuando Boca
regresaba de jugar un amistoso ante Libertad de Paraguay en Chaco. Los testigos
sostuvieron que tras el accidente, Centurión huyó del lugar y quedó imputado
por la Justicia por “lesiones múltiples”.
Sin embargo,
dentro de la cancha todo era distinto y venía destacándose en Boca cuando el 20
de noviembre, por la décima fecha, sufrió su primera expulsión ante Rosario
central por una falta al colombiano Teófilo Gutiérrez. Volvió justo en el
Superclásico ante River en el Monumental, que Boca ganó 4-2, y fue el autor de
un bonito gol de emboquillada, el cuarto de los xeneizes, en una tarde con
doblete de Carlos Tévez. Cuando éste emigró a China, heredó el número diez en
su camiseta.
Boca se
encaminaba hacia un nuevo título en el torneo anual 2016/17 pero en febrero,
justo antes del Superclásico de verano, Centurión se vio involucrado en un
nuevo escándalo, cuando se viralizó un video en el hotel Costa Galana de Mar
del Plata –tomado por sus cámaras de seguridad-, donde el equipo estaba concentrado,
en el que pudo observarse un fuerte cruce con varios jugadores en los pasillos.
Horas antes, se habían peleado Juan Manuel Insaurralde y Santiago Silva en un
entrenamiento. En la imagen, de 40 segundos de duración, se pudo observar cómo
Centurión era contenido con dificultad por sus compañeros Santiago Vergini,
Pablo Pérez y Benedetto.
En el primer
semestre de 2017 era tan alto su nivel que ya se hablaba de la compra
definitiva de su pase por Boca, pero se lesionó en un entrenamiento, estuvo
mucho tiempo sin jugar, pero volvió y se terminó coronando campeón del torneo
anual 2016/17. Las dudas pasaban por su vida problemática y sus constantes
lesiones, como un desgarro sufrido a los 15 minutos del Superclásico del 14 de
mayo en la Bombonera. Por ese tiempo, tuvo una denuncia por violencia de género
por parte de su novia, Melisa Tozzi, en la Comisaría de la Mujer en Quilmes,
por presuntas agresiones y amenazas. “Me astilló tres dientes y me ahorcó”,
denunció la joven.
“No hay otra opción.
Si no sigo en Boca, me retiro. Hago mi partido despedida”, amenazó entonces
Centurión, quien para la misma época mantuvo un contrapunto con Diego Maradona
en las redes sociales por una relación que habría tenido con Rocío Oliva, ex
pareja del “diez” cuando estuvo alejada de éste.
Pero pese a sus
deseos de continuar, Boca decidió no comprar su pase cuando en julio se
viralizó una imagen suya portando una escopeta recortada de alto calibre –ya en
Racing mostró una foto con un revólver en la mano- y luego se filtraron fotos suyas
desnudo, con algunos chats subidos de tono en la redes sociales, en plena
negociación con Boca por la renovación de su contrato. Y por si fuera poco,
tuvo una pelea en el boliche “Capítulo Uno” de Lanús en una madrugada.
Si primero el
presidente de Boca, Daniel Angelici, se manifestaba en contra de la continuidad
por su conducta extra futbolística, lo fueron convenciendo algunos cambios de
actitud del jugador, prometiendo un mejor comportamiento, y cuando por fin
aceptó renovarle, cuando Boca igualó la oferta del Genoa y le ofreció al San
Pablo comprarle el 70 por ciento del pase, y a Racing el otro 30 por ciento, el
incidente de Lanús tiró todo por la borda. Tanto el DT Barros Schelotto como
Angelici resolvieron su alejamiento.
“Como cualquier
fanático de Boca, me acerqué para pedirle una foto y me dijo que no de mala
manera, que no lo molestara. Me di cuenta de que estaba re-puesto. Me acerqué
para pedirle disculpas, pero se metió una persona que estaba con él y de forma
muy violenta empezó a gritarme e insultarme y me propinó un golpe de puño. Se
armó revuelo, vinieron los patovicas y nos separaron”, relató Fabián, la
persona que tuvo el altercado, en declaraciones a “Crónica TV” y agregó que
centurión y su amigo “me dijeron que afuera me iban a matar, que me iban a
agarrar a los tiros. Me hacían gestos con las manos como que me iban a dar un
tiro en la pierna” y afirmó que el futbolista “estaba drogado o borracho, raro,
muy sacado y muy violento”. Centurión fue retirado del lugar con un patrullero,
con el rostro tapado.
Enterado de la
decisión de Angelici de no firmar el contrato, explotó en su cuenta de Twiter:
“Ya está, mostro, entendí. No hace falta recalcarlo todas las semanas. Humo”.
Si bien el delantero luego borró este mensaje, volvió sobre el tema meses
después. “No quiero escuchar más al líder. Decir que dejé todo en la cancha y
afuera ‘bla bla’. Parece que hay uno que tiene la conciencia sucia y me
menciona seguido, pero Boca es más grande que todos. Agradezco eternamente a
Guillermo. Él me conoce bien, el único”.
“En Boca fui muy
feliz, pero fuera de la cancha estaba lleno de problemas” pero admitió que
“juegue en Boca, Platense o Argentinos Juniors, hay cosas que no tengo que
hacer más. No lo tendría que hacer más por mí y por mi familia. La fama que
tengo por mi apellido y por las cagadas que me mandé, siempre se van a magnificar”.
A los cuatro
días, viajó a Italia para firmar por cuatro años con el Genoa, que pagó 3,5
millones de dólares y se despidió de los hinchas por Instagram: “Bueno, no sé
por dónde empezar. Sólo quiero agradecerles por este hermoso tiempo vivido
junto a ustedes y que lo que siento por estos colores no se va a terminar
nunca. Me llevo los mejores recuerdos, una familia hermosa que construimos
todos. Ojalá algún día nos volvamos a encontrar”.
Sin embargo, a
los seis meses, a principios de enero de 2018, volvió a Racing por 4 millones
de euros por el 70 por ciento del pase (el otro 30% ya era de Racing) y anduvo
muy bien, marcó muchos goles pero en marzo de 2018 se negó a un control de
alcoholemia y aparentemente quiso sobornar al agente que lo detuvo y que
portaba un video que tomó el accidente. El coche quedó secuestrado.
El comienzo del
torneo fue extraño para Centurión. Se ausentó en la primera fecha ante Atlético
Tucumán y se encendieron todas las alarmas y si bien se comunicó que tuvo
problemas físicos, el propio presidente Blanco salió a desmentirlo y a explicar
el faltazo: “Tomó demasiado y no fue al entrenamiento del sábado como debía. Tiene
que tomar conciencia y cuidar su imagen. Tiene obligaciones que cumplir. Las
adicciones son adicciones y hay que ser responsable. Si tomás o te acostás
tarde, al otro día no rendís. Centurión cometió un error. Pasará a la parte de
legales para ver la sanción que le corresponde. Él es jugador de Racing todo el
día y toda la noche”.
“Tenemos un
presidente que se sienta a tomar mate y a charlar con nosotros. Se hace querer,
Blanco”, escribió Centurión, tratando de bajar el perfil y seguramente tratando
de establecer una comparación con Angelici. Pero no tardó en aparecer un nuevo
escándalo, en la mañana del 19 de marzo, cuando durante su día libre luego de
la goleada de 5-0 a Patronato, fue interceptado en su auto por la Policía de
Lanús, luego de pasar algunos semáforos en rojo, y se negó a realizarse el
control de alcoholemia, por lo que el coche fue secuestrado.
Racing tuvo que
jugar ante River por los octavos de final de la Copa Libertadores y Centurión
fue expulsado en el partido de vuelta en el Monumental, que los de Marcelo Gallardo
liquidaron con un claro 3-0, cuando el delantero explotó ante su rival Enzo
Pérez, que le hizo un gesto cuando estaba por ser reemplazado y la respuesta
fue mostrarle cuatro dedos de la mano, el recuerdo del 4-2 en ese mismo estadio
con la camiseta de Boca en 2016.
Para 2019,
Racing iba camino al título con otro muy buen rendimiento de Centurión, pero
una vez más, se vio involucrado en un escándalo cuando el 15 de marzo, en un
partido de futsal entre Club Social y Deportivo Belgrano, en Sarandí, hizo un
taco de espaldas al arquero rival, que reaccionó mal, le pegó una patada.
Centurión le devolvió puñetazos, en una gresca en la que terminaron
interviniendo la mayoría de los jugadores.
Marzo fue un mes
de furia para Centurión, porque apenas dos semanas más tarde, el 31, fue
separado del plantel por el entrenador Eduardo “Chacho” Coudet a quien empujó
cuando le dio la orden de entrar como suplente ante River, para reemplazar a Renzo Saravia en otra
derrota de La Academia en el Monumental por 2-0, cuando fue silbado por todo el
estadio, que le recordaba su paso por Boca. “Me quiso incluir para que me
insultara toda la cancha”, adujo Centurión, que fue derivado a la Reserva, algo
consensuado entre el DT, el presidente Blanco y el manager Diego Milito.
Racing fue
campeón del torneo 2018/19 pero Centurión no jugaba y declaró en los medios que
no se sentía campeón. Pocos días después, hizo duras declaraciones contra sus
compañeros en el programa “90 minutos de fútbol” por Fox Sports y
responsabilizó al presidente Blanco por dejarlo solo, a Milito por enviarlo a
la Reserva, y a Coudet por no tenerlo en cuenta “aunque tiene mi número de
teléfono celular”. Entonces, la dirigencia de Racing optó por transferirlo al
finalizar ese torneo, porque sus declaraciones no cayeron bien. Cuando se
produjo la ceremonia de premiación de los jugadores y Leandro “Chino” Leunis
(director de la organización) dijo su nombre por los parlantes, fue recibido
por una fuerte silbatina del estadio.
“Hay algo en mi
cabeza que no me debe funcionar bien para reaccionar así. Siempre decimos que
tengo que mejorar, que aprender. La gente que confía en mí y dice ‘pucha, otra
vez se equivoca’. Esta vez fue la gota que rebalsó el vaso y se tomaron
medidas, mal o bien”, reconoció entonces Centurión, quien intentó por todos los
medios poder dialogar con Coudet para intentar revertir la situación, pero ya
no era posible.
Emigró entonces
a México, al San Luis Potosí, pedido por el DT Alfonso Sosa para el Apertura
2019, pero al poco tiempo se vio envuelto en otra polémica y él mismo provocó
el despido del entrenador: . El 19 de octubre de 2019, una noche antes del
partido ante el Querétaro, fue visto en estado de ebriedad junto a siete
mujeres y un jugador del equipo sub-20 en un centro nocturno de una zona
exclusiva de la ciudad, y fue separado
del plantel. En cuanto al juego, su participación no tuvo gran incidencia en el
torneo
En enero de
2020, aunque se hablaba de su vuelta a Boca o a Racing, Gabriel Heinze lo pidió
para Vélez y dijo que él podía manejarlo. Fue a préstamo por seis meses, sin
opción. “Todo lo extremo lo sabemos. Yo me voy a hacer responsable…estoy con
muchas ganas de poder ayudarlo”, manifestó el DT.
Para ese
entonces, en pleno receso por cuarentena, se llegó a hablar de un posible regreso
a Boca o a Racing. “Cuando murió mi novia, Coudet me escribió. Nos debemos una charla los dos.
Yo tengo cosas para decirle, pero bien, como gente grande y adulta, mirándonos
a los ojos. Me dolió en ese momento pero por las vueltas de la vida tal vez tenga
que regresar y vamos a tener que charlar. El 80% de los hinchas de Racing
quieren que vuelva”, indicó.
Por otro lado,
se entusiasmaba con la idea de volver a vestir la camiseta azul y oro. “Boca
siempre me tira un poco más”, sostuvo, especialmente motivado por la llegada al
club como dirigente de Juan Román Riquelme, a quien Ricky conoce personalmente
y lo tiene como contacto en su whatsapp y le mira sus “Estados”, aunque aclaró
que su vínculo con Carlos Tévez no es el mismo que cuando eran compañeros. “No
hablamos desde que me fui de Boca. No somos amigos. Fuimos compañeros. De mi
parte, la mejor con él”.
Pero terminó en
Vélez, donde hizo dos goles en ocho partidos, parecía reencauzarse pero la
pandemia paró todo en marzo. Vélez inició tratativas con Racing hasta que en
julio, en pleno receso, compró el 40% de su pase en 2,5 millones de dólares con
la idea de adquirir un 10% más de la ficha en 2021.
Con un total de
37 goles en 231 partidos en su carrera, Centurión estuvo cerca de jugar en la
selección argentina y tal vez con alguna chance de ir al Mundial de Rusia 2018
y hasta llegó a ir especialmente al predio de Ezeiza para charlar con el
entonces DT Jorge Sampaoli. “Estuve muy cerca de jugar el Mundial y después fue
una desilusión. Uno se pregunta por qué y las respuestas no van a estar”, se
lamentó.
“En algún
momento, la prensa se ensañó mucho conmigo –se quejó en otra entrevista-.
Ponías “Cartoon Network y estaba yo”.
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