martes, 1 de diciembre de 2020

Cuando Maradona pensó en renunciar a la Selección antes del Mundialito de 1980 para intentar salir campeón con Argentinos Juniors y habló de sus goles con la mano en una fecha increíble (Infobae)


 

En noviembre de 1980, hace cuarenta años, Diego Maradona llegó a pensar en renunciar a la Selección Argentina, a la que fue convocado para concentrarse con miras al “Mundialito” de Uruguay,  para intentar ganar el primer campeonato de la historia de Argentinos Juniors, que comenzaba a disputar la fase final del Torneo Nacional y debía enfrentar a Racing de Córdoba.

El director técnico de la selección argentina era César Luis Menotti, el mismo que había dejado a Maradona sin poder participar del Mundial 1978, al quedar entre los tres excluidos de la lista definitiva de veintidós jugadores, igual que el delantero de Talleres de Córdoba, Humberto Rafael Bravo, y el lateral de Unión de Santa Fe, Víctor Bottaniz.

Maradona, quien ya era una estrella mundial para 1980, había quedado a las puertas de ganar el torneo Metropolitano de 1979 cuando Argentinos Juniors tenía que jugar ante Vélez Sársfield un desempate para quedarse con el segundo puesto del grupo A, un punto detrás del puntero, River Plate, en un torneo estructurado en dos zonas de diez equipos cada una, en la que los dos primeros pasaban a una semifinal cruzada.

En esos tiempos, era habitual que Argentinos Juniors jugara entresemana partidos amistosos en el interior y exterior del país por la expectativa que generaba Maradona y cerca de la definición de la fase de grupos, perdió 3-1 ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza en el estadio mundialista (en aquel tiempo se llamaba “Estadio Municipal”, hoy “Islas Malvinas”) y Maradona fue expulsado por protestar y el Tribunal de Penas de la AFA determinó siete fechas de suspensión, que podían cumplirse entre cotejos amistosos y oficiales, y aunque el club de La Paternal intentó organizar varios partidos para cumplir la sanción, el hecho de que sólo se aceptara un amistoso por semana, condicionó el regreso de Maradona a los estadios, según contó a Infobae Javier Roimiser, responsable del Departamento de Historia de Argentinos Juniors.

Esa suspensión no le permitió a Maradona jugar el desempate ante Vélez, que venció 4-0 a Argentinos Juniors en la cancha de Ferrocarril Oeste, y se clasificó finalista ante River Plate, luego campeón tras eliminar a Independiente por la otra semifinal y vencer al club de Liniers en dos finales, en tiempos en los que el contraalmirante Carlos Lacoste, estrechamente vinculado a River y anteriormente vicepresidente del Ente Organizador del Mundial 78 (EAM 78), era amo y señor del fútbol en plena dictadura militar.

Un año más tarde, a Maradona le apareció una nueva ocasión para tratar de conseguir un campeonato para Argentinos Juniors en el Nacional de 1980, dividido en cuatro grupos de siete equipos cada uno, y de los que los primeros dos se clasificaban a los cuartos de final y justo cuando los “Bichitos” de La Paternal debían enfrentar al poderoso Racing de Córdoba, que dirigía Alfio Basile, a doble partido entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, Maradona fue convocado por Menotti para sumarse a la concentración de la selección argentina apuntando al “Mundialito”, un torneo que organizó la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para conmemorar el cincuentenario del primer título mundial de la FIFA como local, y con la participación de todos los equipos nacionales que alguna vez fueron campeones (Uruguay, Brasil, Italia, Alemania y Argentina, en tanto que Holanda reemplazó a Inglaterra, que no pudo jugar), y que comenzaba el 30 de diciembre.

Tras una tensa reunión, Maradona le manifestó a Menotti que no podía dejar pasar la oportunidad histórica de salir campeón con Argentinos Juniors y que le dejara analizar la situación porque evaluaba renunciar a la Selección si hiciera falta, pero el DT le respondió que no podía hacer excepciones a ningún equipo. “Usted, Diego, tiene que pensar que ahora vale 6 millones de dólares pero si no juega por la Selección, va a valer uno, y después del Mundial de España (de 1982) va a valer más de diez”, según cuentan fuentes muy cercanas a Maradona.

Finalmente, Maradona se sumó a la concentración de la selección argentina, no pudo jugar ante Racing de Córdoba, que eliminó a Argentinos Juniors (1-1 y 3-1) y terminó perdiendo la final del torneo ante Rosario Central. El equipo de Menotti no pudo clasificarse a la final del Mundialito, en enero de 1981, ganada por Uruguay a Brasil en el estadio centenario de Montevideo.

A una semana del primer partido de Argentinos Juniors ante Racing de Córdoba por los cuartos de final del Nacional de 1980, Maradona le concedió una entrevista a la revista “El Gráfico” en la que afirmó que “Nunca” le va a perdonar a Menotti haberlo excluido del Mundial 78. “Es algo que  no puedo olvidar. Mi casa era un velorio. Lloraban mi mamá, mis hermanos, mis primos. Me decían que yo era el mejor de todos, que no me preocupara porque iba a jugar cinco mundiales, trataban de consolarme a mí y de consolarse ellos. Fue un drama, algo imborrable. Ojo que no tengo ningún problema con Menotti ni nada parecido. Al contrario, él hizo muchas cosas por mí. Lo respeto y lo quiero muchísimo, pero de aquello no me podré olvidar nunca”.

Cuando la revista le preguntó a Maradona (que acababa de cumplir veinte años) si tenía conciencia de que la gente esperaba todo de él y que lo siente suyo, una parte de su vida, el astro de Argentinos Juniors respondió que “sí, y por eso no quiero defraudarla. Tengo la obligación de cuidarme, de brindarme siempre dentro de una cancha. Menotti siempre me habla de eso. Dice que no tengo que quedarme en el piso aunque me duela el golpe, que tengo que callarme la boca y no hacer gestos si me pegan, todo eso…

- Que no tenés que llevarte la pelota con la mano, como en el partido contra Racing, o hacer un gol con la mano como contra Vélez el año pasado. El árbitro de ese partido comentaba que te había aconsejado que no volvieras a hacer un gol con la mano y salir gritándolo a la tribuna,  porque de esa manera estabas sacando ventajas desleales a colegas.

- Sí, es cierto, algo de eso me dijo. Pero ¿sabés lo que pasa? Una cosa es decirlo aquí, en frío, tomando un café, y otra es estar allá adentro. No puedo asegurar que no lo volveré a hacer porque en el calor del juego, en el afán de llegar a una pelota la mano se te va sola.

- ¿De chico también lo hiciste alguna vez?

- Sí, me acuerdo de una jugando con los Cebollitas en Parque Saavedra. Hice un gol con la mano y los contrarios que me habían visto se fueron encima del árbitro. Al final dio el gol y se armó un lío bárbaro. Es lo que te digo, yo sé que no está bien, pero la mano se te va sola. Lo que no hago es tirarme al piso para simular un penal. Cuando entro al área pienso primero en el gol, segundo en el gol y tercero en el gol. A veces me da mucha bronca porque me tocan el pie de apoyo, me caigo, y el juez no cobra penal”.

Esa entrevista premonitoria de su carrera, llevada a cabo por el periodista Juan José Panno,  fue realizada un 25 de noviembre de 1980, cuarenta años exactos antes de fallecer.

 

 


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