Mientras los
estadígrafos del fútbol mundial debaten si Cristiano Ronaldo se convirtió ya en
el máximo goleador de la historia y la selección portuguesa que conduce
Fernando Santos es campeona de la Eurocopa y de la Liga Europea de las
Naciones, ahora parece haberle llegado el turno a los directores técnicos: Abel
Ferreira, acaba de ganar con Palmeiras la Copa Libertadores de América un año
después de que lo hiciera otro compatriota suyo, Jorge Jesús, con el Flamengo.
¿Lo de Portugal es una moda o desde hace tiempo llegó para quedarse en la
élite?
Todo indica que
los éxitos recientes se basan en una larga trayectoria de muchos de los
entrenadores y si hay quienes sostienen que antes de ganar la última Copa
Libertadores, Abel Fernando Moreira Ferreira (42 años) no había conseguido
ningún título en su carrera, otros citan que se comenzó a conocer más a los
directores técnicos lusos cuando a partir de la dura crisis económica que vivió
el país entre 2009 y 2013, muchos siguieron los pasos de los ya destacados José
Mourinho y André Vilas Boas (considerado como sucesor del actual DT del
Tottenham inglés) y se lanzaron a conquistar el mundo, con resonantes resultados,
al punto de que el otro finalista del pasado sábado en el Maracaná, el Santos,
fue dirigido en la fase de grupos por otro portugués. Jesualdo Ferreira (74),
luego reemplazado por el brasileño Cuca.
Mario Borges,
sociólogo de la London South Bank University, se dedicó a estudiar los patrones
de migración de los entrenadores portugueses de fútbol entre 2009 y 2013 y
describe que el destino fue tanto a ligas centrales como periféricas y que una
característica en común entre ellos es su constante comunicación en red, algo
con lo que coinciden otros analistas.
El prestigioso
periodista portugués Marco Martins sostiene como características de los
directores técnicos portugueses “estar muy bien formados, les gusta mucho
estudiar, se consultan mucho entre ellos, tienen fácil adaptabilidad a los
distintos escenarios, tienen buenos conocimientos de psicología, y saben sacar
provecho de las malas experiencias o resultados negativos”.
“Hoy soy mucho
mejor entrenador pero soy peor tío, peor hermano, peor padre, peor marido,
porque dejé a mi familia en Portugal”. Sostuvo Abel Ferreira en la conferencia
de prensa del Maracaná, a pocos minutos de ganar la Copa Libertadores, en la
que describió al plantel del Palmeiras, el cuerpo médico, los psicólogos y
hasta el personal de la cocina como “mi familia, porque yo vivía allí”. “Todos
somos uno”, gusta decir, y recuerda que antes de llegar a Brasil estudió cómo
es la sociedad en la que iba a vivir
Ferreira,
admirador de Josep Guardiola y Mauricio Pochettino aunque sostiene que le gusta
sentir “el perfume del sudor” cuando se gana sin inspiración y con aplicación
llegó apenas en noviembre para reemplazar al veterano Vanderley Luxemburgo -que
dejó al equipo campeón paulista y ganador invicto de la fase de grupos de la
Copa Libertadores, aunque con tirante relación con la “torcida” que le
reclamaba juego más vistoso- .
Ferreira cargaba
con una corta experiencia en el Sporting Braga de su país y el PAOK de Grecia, deberá
jugar ahora en Qatar por el Mundial de Clubes y se considera que buena parte de
su éxito se basa en la gestión del vestuario (no es casualidad que en plena
conferencia de prensa en el Maracaná, un grupo de jugadores haya irrumpido en
la sala para festejar con él arrojándole agua helada) y en potenciar a jóvenes
promesas como Gabriel Verón, Gabriel Menino, Patrick De Paula o Danilo, y
saberlos mixturar con veteranos como el arquero Weverton, el paraguayo Gustavo
Gómez o Luiz Adriano.
A Ferreira, que
sostiene que “no hay buenos entrenadores sin buenos jugadores” y que “nadie
gana solo en el fútbol” no le gusta que lo comparen con su compatriota y
antecesor en el título de Copa Libertadores con el Flamengo, Jorge Jesús (66
años), aunque éste haya abierto las puertas de par en par de Sudamérica a otros
DT portugueses. “No vivo del trabajo de los demás. Mi preocupación es mirar
hacia adentro, corregir mis errores” y no le costó reconocer lo que sufrió para
eliminar a River en semifinales (Jesús le dio vuelta al mismo equipo la final
de Lima de 2019 en los últimos minutos) y le dedicó el título a Marcelo Gallardo,
que “es mejor que yo”.
A diferencia de Ferreira,
Jesús fue campeón continental en 2019 con un plantel de gran prestigio, con
jugadores consagrados y mucho dinero para contrataciones, e impuso un estilo
ultra ofensivo con el que arrolló a sus rivales en Brasil y en el exterior,
ganando cinco títulos con el Flamengo en sólo trece meses: Copa Libertadores,
Brasileirao, Recopa Sudamericana, Supercopa de Brasil y Campeonato Carioca,
antes de regresar a su país -donde es muy reconocido y algunos lo definen como
“genio táctico” tras ganar varias ligas y copas locales y hasta disputó dos
finales de Europa League- para dirigir otra vez mal Benfica.
Antes de los dos
éxitos de los DT portugueses, sólo una vez un entrenador que no fuera
sudamericano obtuvo una Copa Libertadores, el croata Mirko Jozik en 1991 con
Colo Colo (además, el único título de un equipo chileno en la historia del
certamen), y eso provocó más seguridad y confianza en sus contrataciones.
Ricardo Sá Pinto (48) llegó al Vasco da Gama, mientras que Jesualdo Ferreira,
al Santos, pero los dos duraron apenas 15 partidos.
Si Jesualdo
Ferreira, de quien Abel Ferreira se considera discípulo, no tuvo suerte en el
Santos (pese a que su reemplazante Cuca fue finalista de la Copa Libertadores
en la misma temporada), es llamado “El Profesor”, siendo el más veterano de
todos tras haber pasado por mil batallas en los tres clubes grandes de su país,
el Zamalek egipcio, Al Sadd catarí o el Málaga, Fernando Santos, el director
técnico de la exitosa selección nacional, es para todos “El Ingeniero”, y ya
había estado a cargo del conjunto nacional griego tras el suceso del alemán
Otto Rehhagel en la Eurocopa de 2004, justamente en Portugal y ante los locales,
y también ganó antes una liga y dos copas con el Porto y con un buen paso por
el AEK Atenas. Considerado un entrenador muy inteligente, llegó a estar sentado
en el banco de los tres grandes de su país y consiguió armar un equipo
alrededor de Cristiano Ronaldo, aprovechando la aparición de grandes estrellas
y la posibilidad de que muchas de ellas se muestren en las principales
competiciones de Europa.
Muchos creen
asimismo que todo el movimiento comenzó con dos entrenadores que marcaron el
camino. Por un lado, el perfil extrovertido de José Mourinho (57), que saltó a
la fama cuando ganó la Champions League con el Porto en 2004 (a los pocos días
ya viajaba en el helicóptero del magnate ruso Román Abramovich, quien lo
convenció para dirigir al Chelsea), y que queda bien retratado en sus días más
polémicos en el Real Madrid, retratado por el periodista Diego Torres en su
libro “Prepárense para perder”, y ganador de otra Copa de Europa con el Inter
de Milán, en una durísima semifinal contra su “enemigo” Guardiola. Y por otro,
Carlos Queiroz (67), primero campeón mundial sub-20 y de Europa sub-17 con Portugal, ayudante de
campo de Alex Ferguson en los tiempos de gloria del Manchester United, para
luego reemplazar a Vicente Del Bosque en el Real Madrid, aunque sin éxito, y
luego, a cargo de los representativos nacionales de Sudáfrica en el Mundial
2002 y de Irán en el de 2014.
Queiroz
coincidió en la actual clasificación mundialista, dirigiendo a Colombia (aunque
ya fue separado del cargo) con otro compatriota suyo, José Peseiro (60), a
cargo de la selección venezolana, aunque muy cuestionado por la prensa y los
aficionados, y un verdadero trotamundos tras haber pasado por equipos como Al
Hilal. Panatinaikos, Rapid Bucarest, Al Wahda o Al Ahly y el equipo nacional de
Arabia Saudita. Y Sporting y Porto (en donde reemplazó a Julen Lopetegui,
actual DT del Sevilla) en su país con el Sporting Braga pudo ganar la Copa de
la Liga portuguesa en 2012/13.
Si Mourinho tomó
un perfil alto especialmente desde que fue representado por el poderoso Jorge
Mendes, acaso el agente más importante del mundo, otro DT portugués de la misma
escudería es Nuno Espíritu Santo (47), nacido en realidad en Santo Tomé y
Príncipe, y actual entrenador del Wolverhampton de la Premier League (que
reclutó a varias estrellas de la selección lusa) y antes en el Valencia.
Nuno es
considerado, al igual que Abel Ferreira, DT de Palmeiras, como discípulo de
Jesualdo Ferreira, tanto en el Málaga como en el Panatinaikos, hasta que se
independizó y se fue al modesto equipo portugués Río Ave, para recalar (gracias
a los oficios de su agente Mendes) en el Valencia y luego en el Porto.
Considerado
discípulo de Mourinho, otro DT de prestigio que fue noticia en estas horas es
André Vilas Boas (43) que ya dirigió al Tottenham en la Premier League y que
acaba de salir del Olympique de Marsella al enterarse del fichaje de Oliver
Ntcham, procedente del Celtic de Glasgow sin su consentimiento. “No quiero
dinero, sólo quiero irme”, manifestó el director técnico, que llegó a
participar del rally París-Dakar en 2018 y que llegó al club francés en el que
juega Darío Benedetto de la mano del director deportivo vasco Andoni
Zubizarreta, antes en el Barcelona.
Vilas Boas saltó
a la fama cuando se quedó con el triplete dirigiendo al Porto y siguiendo los
pasos de su mentor, Mourinho, recaló en el Chelsea, pero fracasó y si bien
mejoró su performance en el Tottenham, no le alcanzó para ganar títulos y se
fue al Zenit de San Petersburgo, donde ganó la Liga y la Copa rusas.
Como tantos
otros entrenadores portugueses que salieron al mundo en tiempos de crisis,
Vilas Boas dirigió en china antes de llegar a Francia. A Oriente también fueron
a trabajar Paulo Bento (51) -luego de ser reemplazado en la selección
portuguesa por Fernando Santos-, actual entrenador de la selección de Corea del
Sur, Paulo Sousa (50), en el Girondins
de Burdeos y ex Fiorentina, Basilea, Swansea, QPR y Leicester aunque también
ganó la liga israelí con el Maccabi Tel Aviv; y Víctor Pereira (52), del riñón
del cuerpo técnico de Vilas Boas en los tiempos del triplete del Porto y que
aprovechó su momento cuando su superior se fue al Chelsea, aunque como tantos
de sus compatriotas, viajó para dirigir al Al Ahly, al Olimpiakos (donde ganó
el doblete griego) y al Fenerbahce turco.
“Los
entrenadores portugueses sabemos cómo unir, eso es algo muy latino”, sostiene
otro de los DT portugueses destacados, Carlos Carvalhal (55), al que suelen
llamarlo como “doctor” y que pasó a ser un nombre recurrente cuando un equipo
se encuentra en una situación delicada y necesita salir del pozo.
Tras una larga
experiencia en Portugal (fue campeón de la Copa local con el modesto Vitoria
Setúbal en 2007 y dirigió al Sporting), pasó por el fútbol griego y turco antes
de llegar a la Premier League, donde pudo dirigir al Sheffield Wednesday y el
Swansea City. “Los mejores equipos son los más inteligentes”, afirma. “Los
portugueses somos personas muy preparadas y tenemos, como los españoles, un
nivel muy alto de metodología, y creo que una virtud es que nos gusta unirnos.
Reunirnos fuera del trabajo, y eso termina potenciando las conexiones”.
Actualmente dirige al Braga de su país.
Paulo Fonseca
(47) es otro de los entrenadores portugueses reconocidos, especialmente desde
que pegó el salto al fútbol italiano para dirigir a la Roma, aunque ahora se
encuentra en la cuerda floja. Nacido en Mozambique, es el heredero del Porto
que dejaron Mourinho, Vilas Boas y luego Víctor Pereira, aunque quedó tercero
en la Liga. Volvió entonces a su primer club, el Paꞔos Ferreira y recaló en el
Braga, donde consiguió, por fin, un título, el de la Copa de Portugal al
derrotar en la final al Porto de Peseiro, el actual DT de la selección
venezolana. Eso le valió ser contratado por el Shakhtar Donetsk ucraniano, en
el que reemplazó a Mircea Lucescu, quien estuvo una década al frente del equipo.
Otro de los
destacados es Rubén Amorim (36), quien pasó en muy poco tiempo de ser un
aspirante en el modesto Casa Pía, de la Segunda División, a entrenar al Braga y
recalar en el Sporting de Lisboa, donde dirige actualmente y que tuvo que pagar
10 millones de euros por su pase en marzo pasado, siendo el tercer pase de DT
más caro del mundo (el primero fue el de su compatriota Vilas Boas del porto al
Chelsea en 2011, con 15 millones). En el Braga, deslumbró al ganar la Copa de
la Liga y llegó hasta los octavos de final de la Europa League, cuando fue
eliminado por el Glasgow Rangers escocés.
Leonardo Jardim
(46), nacido en Venezuela, pero criado en la isla de Madeira (de donde también es
oriundo Cristiano Ronaldo) es otro DT reconocido especialmente luego de haber
dirigido al Mónaco, en el que fue despedido dos veces en un mismo año pero al
que llevó a ganar la Liga Francesa y a la semifinal de la Champions League en
tiempos mejores cuando contaba con un muy joven Kyllian Mbappé y un temible
goleador como el colombiano Radamel Falcao. En octubre de 2018, con el equipo
en baja (tras haberse ido la mayoría de las primeras estrellas contratadas por
el magnate ruso Dmitry Rybolovlev), fue reemplazado por Thierry Henry, pero un
trimestre después, ya el equipo ocupaba la decimooctava posición y le pidieron
que regresara, aunque duró otros siete meses más.
Su carrera de
entrenador se inició siendo muy joven, a los 27 años, pero comenzó a destacarse
en 2009 cuando ascendió con el Beira-Mar. Fue contratado entonces por el Braga,
donde en 2011 peleó hasta el final por el título de Liga y terminó en la
tercera posición, la segunda mejor performance de su historia pero tuvo muchos
problemas con el presidente del club, Antonio Salvador, especialmente en temas
de políticas deportivas por lo que al terminar su contrato se marchó al
Olimpiakos, reemplazando al español Ernesto Valverde y nuevamente fue
cesanteado cuando el equipo era puntero y con diez puntos de ventaja e invicto
(de hecho, terminó la temporada ganando el doblete) y fue reemplazado por otro
español, Miguel González, “Michel”, por o que regresó al Sporting de Lisboa en
2013/14, alcanzando un subcampeonato con un plantel modesto. Con el Mónaco ganó
la liga francesa 2016/17 y en esa misma temporada llegó a semifinales de la
Champions League, donde fue eliminado por la Juventus. En 2017/18 fue
subcampeón de la Liga Francesa.
Sergio Conceiꞔao
(46) dirige actualmente al Porto y lleva una corta carrera desde 2012, aunque
pasó por el banco del Nantes francés y en un corto tiempo ya obtuvo dos ligas,
dos Supercopas y una Copa de la Liga portuguesa desde que se hizo cargo del
equipo en 2017, mientras que Pedro “Caixinha” (50) dirige ahora al Al Shabab de
Arabia Saudita y es considerado otro trotamundos luego de haber dirigido al
Santos Laguna (México). Al Gharafa (Qatar), Rangers (Escocia) y al Cruz Azul
(México). Con los dos equipos aztecas consiguió títulos al punto de que en 2015
fue elegido como mejor DT de la Primera División.
De la misma
generación es Rui Vitória (50), quien tomó el Benfica cuando se fue Jorge
Jesús, tras haber dirigido antes a los modestos Paꞔos Ferreira y Vitoria
Guimaraes, con el que perdió una final justamente ante el Benfica. Una vez
instalado en uno de los grandes de Portugal ganó la Liga y la Copa, lanzó a
futbolistas como Renato Sánches o el sueco Victor Lindelöf (hoy en el
Manchester United) y llegó a complicar nada menos que al Bayern Munich en la
Champions League.
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