Diego Maradona,
Mario Kempes, Ubaldo Fillol, Hugo Gatti, Oscar Ruggeri, Norberto Alonso y
Ricardo Gareca, entre tantas otras estrellas, compartieron escenario en la
Bombonera hace cuarenta años para disputar un histórico Superclásico que River
le ganó 3-2 a Boca y que fue jugado por la mañana para permitir que se pudiera
ver por la tarde el Gran Premio de Canadá, de Fórmula Uno, en una temporada en
la que Carlos Alberto Reutemann disputaba el título de campeón.
El partido se
jugó el domingo 27 de septiembre de 1981 como Interzonal de ida en el contexto del segundo torneo del
año, el Nacional “Libertador General San Martín” (Boca había ganado el
Metropolitano con notables actuaciones de Maradona y Miguel Brindisi) y fue
dirigido por Arturo Ithurralde.
En un año en el
que el dólar había comenzado muy barato, Boca había conseguido en febrero el
pase de Maradona desde Argentinos Juniors por cuatro millones de la moneda
norteamericana (cuatro cuotas de un millón cada una) y para no ser menos, el 9 de marzo siguiente, el entonces
presidente de River, Rafael Aragón Cabrera, anunció la contratación desde el
Valencia de Mario Alberto Kempes en tres millones y medio de dólares (500.000
al contado y el resto, en doce cuotas), para lo que sacó doce tipos distintos
de bonos para los socios.
Maradona debutó
oficialmente en Boca el 22 de febrero por la primera fecha el Campeonato
Metropoitano ante Talleres de Córdoba y Kempes llegó a la Argentina el 12 de
marzo y esa misma noche fue invitado junto a su padre a comer un asado en la
casa de Maradona en Villa Devoto, lo que fue reflejado por la revista “El
Gráfico” del 17 de ese mes.
Maradona y
Kempes se enfrentaron en los cuatro Superclásicos del año. En el primero,
jugado el viernes 10 de abril en la Bombonera (no se jugó en domingo para
permitir la televisación del Gran Premio de Argentina de Fórmula Uno en el
Autódromo de Buenos Aires, en el que Reutemann fue segundo), y por el
Metropolitano, bajo una lluvia torrencial, Boca se impuso 3-0 con un gol de
Diego. En la revancha del Monumental. El 5 de julio, empataron 1-1 con goles de
ambos.
El tercer
Superclásico del año fue el Interzonal de la Bombonera y se jugó el 27 de
septiembre, por el Nacional, un torneo disputado por 28 equipos divididos en
cuatro zonas de siete cada una. Ese partido se jugó por la mañana debido a que
en esos tiempos, la emisora de TV estatal, Argentina Televisora Color (ATC)
transmitía tanto el fútbol argentino como la Fórmula Uno a través de canales y
repetidoras de todo el país y en aquella oportunidad, se disputaba la penúltima
competencia en Canadá, en la que Reutemann (con la escudería Williams) terminó
en la novena posición y el brasileño Nelson Piquet (Brabham), finalizó quinto y
quedó a un punto en la tabla de posiciones para la última carrera de la
temporada en Las Vegas, en la que Reutemann, pese a haber conseguido la “Pole
Position”, terminó séptimo y Piquet, que finalizó quinto, consiguió los dos
puntos necesarios para consagrarse campeón mundial.
Según la edición
765 de la revista “Corsa”, Argentina era en 1980 el segundo país con más
audiencia del mundo en la Fórmula 1 con diez millones de espectadores promedio
para las quince carreras del año en una población de 27.800.000 habitantes (más
de un tercio de la población seguía al “Lole”) y así se explica el cambio del
horario de aquel Superclásico. En el número siguiente. “El Gráfico” compartió su
tapa con estos dos hechos deportivos.
El Superclásico
tuvo muchas llegadas a los dos arcos, con grandes tapadas de Fillol y Gatti y
comenzó con una muy fuerte infracción desde atrás de Passarella a Maradona que
para el árbitro no mereció tarjeta y a los 20 minutos, Maradona realizó un
saque lateral por la punta izquierda, Hugo Perotti le devolvió la pelota con
pase corto, y desde un ángulo muy cerrado, el “diez” sacó un remate al primer
palo que terminó en gol porque todos (incluido en arquero de River) esperaban
un centro.
Tras muchas
alternativas de gol, llegó el empate de River a los 19 minutos del segundo
tiempo cuando una infracción de Roberto Mouzo a Ramón Díaz cerca de la
medialuna del área fue aprovechada por Kempes, quien sacó un potente tiro libre
que se le coló por abajo a Gatti, y cuatro minutos más tarde, los “Millonarios”
se pusieron en ventaja cuando Ariel Krasouski derribó en el área a Kempes, que
había recibido un pase de Alonso. Passarella ejecutó el penal con un seco
remate al medio, y el “Loco” Gatti se había arrojado hacia la izquierda.
Ya a los 35
minutos, River –dirigido por Alfredo Di Stéfano, que había reemplazado a Ángel
Labruna al comenzar el Nacional- estiró la diferencia cuando el lateral
izquierdo Jorge García recibió un preciso pase de Alonso, se fue entre dos
defensores de Boca en una gran maniobra, eludió corto a Gatti y definió al
primer palo con un toque sutil y aunque dos minutos después descontó para Boca
Ricardo Gareca con un remate fuerte a la salida de Fillol tras un cabezazo de
Maradona. El Superclásico se lo llevó River con un recordado 3-2 final tras una
gran atajada del “Pato” Fillol, sobre la hora, a un muy buen tiro libre de
Brindisi.
Después, el 1 de
noviembre de 1981, River y Boca empatarían 2-2 en el otro Superclásico del
Nacional en el Monumental, con otros dos goles de Maradona (que pudo convertir
en los cuatro partidos del año) –el segundo, de penal y sobre la hora- y los
dos consiguieron clasificarse para la fase final del torneo.
River fue
segundo de la Zona B detrás de Ferro Carril Oeste (que dirigía Carlos Timoteo
Griguol y que fue subcampeón de Boca en el Metropolitano) y pasó por diferencia
de gol sobre Loma Negra –equipo que sostenía la acaudalada Amalita Fortabat-
mientras que Boca fue puntero en la Zona D, y se clasificó a los cuartos de
final junto a Instituto de Córdoba.
River llegó
hasta la final del certamen al eliminar a Rosario Central y a Independiente,
mientras que Boca fue derrotado por Vélez (2-1 en la Bombonera pero ya sin
Maradona, expulsado en el partido de ida, cayó 3-1 en Liniers). Ya en la final,
los “Millonarios” derrotaron a Ferro por 1-0 en el Monumental, y en la revancha
en Caballito ganaron por el mismo marcador, con un gol de Kempes, de cabeza. En
el momento de la vuelta olímpica, los hinchas vitorearon a Alonso, alejado del
equipo por diferencias con el DT Di Stéfano, que motivaron que el “Beto” emigrara
luego a Vélez Sársfield. El goleador del torneo fue Carlos Bianchi, autor de 15
tantos (uno de ellos, a Boca en la vuelta de los cuartos de final).
A mediados de
1981, el ministro de Economía Lorenzo Sigaut, había asegurado que ”el que
apuesta al dólar, pierde”, pero la moneda estadounidense aumentó inmediatamente un treinta por ciento que
derivó luego en una gran escalada debido a la devaluación del peso, y ni Boca
ni River pudieron hacer frente a sus compromisos por los pases de Maradona y
Kempes, sumado a que ninguno de los dos equipos pudo disponer de sus jugadores
para el Nacional de 1982 porque el DT de la selección argentina, César Luis
Menotti, los concentró para el Mundial de España.
El Barcelona
terminó adquiriendo el pase de Maradona (66.66% a Argentinos Juniors y 33,33% a
Boca) en 12 millones de dólares por todo concepto, mientas que el Valencia
recuperó a Kempes, porque si bien River había pagado el 50% del pase acordado,
ya no pudo hacerse cargo de la diferencia.
En 1981,
Maradona convirtió 28 goles en 40 partidos, y Kempes, 15 goles en 30 partidos.
Síntesis:
Boca: Hugo Orlando Gatti; José María Suárez, Oscar Ruggeri, Roberto Mouzo,
Carlos Córdoba; Jorge Benítez, Ariel Krasouski, Diego Maradona; Osvaldo
Escudero (Miguel Brindisi), Ricardo Gareca y Hugo Perotti. DT: Silvio
Marzolini.
River: Ubaldo Fillol; Eduardo Saporiti (Julio Olarticoechea), Claudio Giúdice,
Daniel Passarella, Jorge García; Enzo Bulleri, Américo Gallego, Norberto
Alonso; Ramón Díaz. Mario Kempes y Emilio Commisso (Dardo González).
Goles: 20m Maradona (BJ), 64m Kempes (RP), 68m Passarella de penal (RP), 80m
Jorge García (RP) y 82m Gareca (BJ).
Árbitro: Arturo Andrés Ithurralde.
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