viernes, 27 de agosto de 2021

El nuevo entorno de Messi en París (Infobae)


 

Lionel Messi sonrió, tomó la tarjeta personal y le agradeció al ex jugador del Paris Saint Germain (PSG) y hoy comentarista de la cadena “beIN Sports”, su compatriota Omar Da Fonseca, quien se puso a disposición por si necesitaba alguna escuela para sus hijos.

Si bien la vida del PSG dio un giro de ciento ochenta grados en 2011, cuando Qatar Investment Authority compró el 70 por ciento de las acciones del club por 50 millones de euros y se hizo cargo de una deuda anterior por otros 20, y al año siguiente compró el 30 por ciento restante y pudo contratar a estrellas como David Beckham, Zlatan Ibrahimovic o Edinson Cavani, el gran vuelco ocurrió en 2017 con la llegada de Neymar y de Kyllian Mbappé. Entonces,  el club decidió montar un enorme aparato de ayuda a cada una de las estrellas para que sólo se dedicaran a jugar y se desentendieran del resto de loa asuntos de fuera de las canchas.

Por esa razón, cuando Messi llegó a París el 10 de agosto a las 15,37 en su jet privado, acompañado de su esposa, Antonella Roccuzzo, sus hijos Thiago, Mateo y Ciro, y su padre y agente desde 2000,  Jorge, inmediatamente se puso a su disposición toda una maquinaria por parte del club, que fue generando un nuevo entorno, entre viejos protagonistas que siguen acompañándolo desde sus últimos años en el Barcelona, hasta los nuevos integrantes relacionados con el PSG.

Si su esposa Antonella es la que le aporta el equilibrio necesario para su ajetreada vida de superestrella y junto a sus hijos es el cable a tierra, suele haber otras tres personas a su alrededor en sus distintos quehaceres futbolísticos: Pepe Costa, Pablo Negre y Marcelo Méndez.

Como ya hizo anteriormente con Neymar o Mbappé, y días antes de su llegada, con Sergio Ramos y Gianluigi Donnarumma, el PSG alojó a Messi y a su familia en Le Royal Monceau, un lujoso y exclusivo complejo de departamentos contiguos al famoso hotel, con extremas seguridad y privacidad y muy cerca de los Campos Elíseos y del Arco de Triunfo.

 

Ubicado en el 37 de la Avenue Hoche, el apartamento es amplio, con tres dormitorios, tres baños, cocina equipada, siete grandes televisores, sala, comedor, gimnasio privado y una piscina para los huéspedes, y Messi y su familia son asistidos también por un chef y un chofer a su disposición las veinticuatro horas, con un costo diario de 17.00 euros, mientras el PSG le busca una casa a la que mudarse de manera definitiva para su estancia en París.

Tal como ocurre con la mayoría de las estrellas del equipo, el PSG busca para Messi y su familia una lujosa casa en la zona más “chic” de la ciudad, que es donde se encuentran los campos de entrenamiento del club, entre el Parque de los Príncipes y el Camp des Loges. La mayoría de sus compañeros prefieren la zona de Neuilly-sur-Seine, una comuna situada en el departamento de Altos del Sena, donde suelen residir las familias más adineradas (la tercera parte de sus residentes para el impuesto de solidaridad –un tributo que exige Francia a quienes poseen un patrimonio superior a 1,3 millones de euros- ) y se encuentran las escuelas más importantes. En caso de no encontrar nada de su agrado, también aparecen como posibilidad Paris XVI ó XVII, dos distritos en los que se encuentran embajadas extranjeras.

Esta zona suele gustar porque es muy accesible porque se encuentra a sólo veinte minutos en coche del centro de entrenamiento del PSG y va en sentido contrario a la entrada a París, algo que suele ser muy complicado en la mañana. Neymar y Ángel Di María, en cambio, prefirieron la zona de Les Yvelines,  que tiene como principal atractivo al Palacio Real.

Cerca de allí se establecerá también Pepe Costa, inseparable amigo de Messi desde los tiempos en el Barcelona, con su pareja. Su hijo Álvaro asiste a Neymar desde que el brasileño llegó al club catalán en 2013, habla fluido el portugués y fue el encargado de acercar a las dos estrellas sudamericanas, que conectaron de inmediato. Para eso trabajaron padre e hijo, y continuarán haciéndolo en Francia.

Puede afirmarse que Pepe Costa es la sombra de Messi. Siempre va con él, jamás lo deja solo, bajo ninguna circunstancia. Y hasta aparece en todas sus fotos. Lo acompaña hasta en las vacaciones, a las que suele acudir con su esposa y aparecen entre las parejas amigas como las de Jordi Alba, Luis Suárez o Cesc Fábregas. Tal es la cercanía entre ellos que el capitán de la selección argentina lo hizo pesar en su nuevo contrato con el PSG al considerarlo como asistente personal luego de que el Barcelona no le renovara el contrato justo luego del 30 de junio, el mismo día que el jugador puso fin a la relación al quedar en libertad de acción.

Para Messi, Costa es como si fuera parte de su familia. De joven, en los años ochenta,  fue un modesto futbolista profesional en equipos como Andorra, Sabadell o Murcia, pasó tres años trabajando para la filial brasileña de Nike y cuando regresó, le dieron el cargo de “director de asistencia al jugador” en el Barcelona y fue entrando en la intimidad de los vestuarios hasta ser considerado uno más en los tiempos de Frank Rikjaard como entrenador, entre 2003 y 2008, haciendo gala de lo que mejor le sale, relacionarse con los jugadores, a los que trataba de complacer en lo que necesitaran y entendiéndolos como pocos, por haber sido futbolista él también. En el club catalán se encargó de ser el nexo entre el plantel y la dirigencia, y en concreto, de canalizar las tensiones que fueron creciendo entre las partes en los últimos años.

Terminó haciéndose íntimo amigo de Messi, al punto de que el Barcelona optó por enviarlo junto al jugador, a donde viajara. Llegó a ir con él a los partidos de la selección argentina, por ejemplo. También fue invitado al casamiento en Rosario en 2017 y ahora continúa con él en París para despejarle cualquier problema y pueda concentrarse al cien por ciento como futbolista, incluso, si es necesario, protegiéndolo, con su 1,91 metro de estatura, si lo asedian en sus movimientos.

Por su parte, Marcelo Méndez es un periodista que desde 2014 es el agregado de Prensa de Messi. Antes era el encargado de Comunicación en “Play Station”, y luego, de las redes sociales de “Team Messi” (la plataforma de Adidas dedicada a él). Desde esos lugares ganó rápidamente la confianza de la estrella argentina y de su entorno por su profesionalismo y discreción. Está en permanente contacto con las redacciones de los medios deportivos españoles y del resto del mundo y es quien responde a los pedidos de entrevistas y consultas sobre el astro.

Méndez está especializado en comunicación de crisis y redes sociales y fundó la agencia de imagen y reputación “Unique FC”, que también representa a Jan Oblak, el arquero esloveno de Atlético de Madrid, al mediocampista brasileño de la Juventus y ex compañero de Messi, Arthur, y al lateral izquierdo argentino del Ajax, Nicolás Tagliafico. Alicantino de la Costa Blanca, suele asesorar y acompañar al crack rosarino en cada una de sus entrevistas o salidas públicas, como ocurrió en su presentación oficial con el PSG en el estadio Parque de los Príncipes.

Podría decirse que Pablo Negre Abelló es el gerente de la marca “Messi”. Fue jefe de Alianzas Comerciales del Fútbol Club Barcelona entre 2004 y 2009, cuando consiguió negociar excelentes contratos de patrocinio, para lo que se pudo apoyar en las estrellas del plantel como Roinaldinho, Xavi Hernández y Thierry Henry y generó importantísimos ingresos al club. Con esta base de operaciones acabó uniéndose al equipo de Messi en 2009, cuando ganó en Francia su Primer Balón de Oro, con la idea de desarrollar su imagen en el nivel internacional.

Ya vinculado con el equipo de Messi desde hace doce años, Negre es el encargado de negociar sus contratos con marcas de peso como Adidas, Pepsi, Mastercard o Hard Rock Café, así como es el responsable de rentabilizar las distintas licencias de la marca “Messi” y la explotación de los derechos de imagen del argentino en todo el mundo.  Especialista en marketing deportivo, también cuenta con su propia agencia de consultoría y creación de contenido para deportistas, clubes y asociaciones y entre sus clientes se encuentra el reconocido basquetbolista español Pau Gasol.

Si Costa, Méndez y Negre ya formaban parte del entorno de Messi desde Barcelona, en París se les unió “Bob”, que ahora pasó a ser como la sombra del argentino en cada uno de los pasos que da, pero representando institucionalmente al PSG.

Sucede que “Bob” (en realidad, Bouabdella Bessedik) es un francés de origen argelino que habla varios idiomas (español, inglés y francés, entre otros) y trabaja para el PSG desde noviembre de 2010 y es una de las principales piezas de lo que se llama en el club el “Familiy Care”, un servicio integral que brinda el club a cada futbolista para ayudar a sus familias a tener una adaptación mucho más dinámica y menos traumática, experiencia que comenzó a aplicarse en 2017 con la llegada de dos mega estrellas como Neymar y Mbappé.

El “Family Care” ayuda a encontrar colegios a los hijos, una casa (por ejemplo, agosto suele ser un mes complejo en asuntos inmobiliarios al coincidir con el período de vacaciones escolares en Francia), se encarga de todos los visados correspondientes en los documentos, de los trámites legales y de la movilidad. “En el club está Bob, que hace de todo y nos ayuda mucho y cuando necesitamos algo, siempre está ahí para ayudarnos”, le comentó en 2019 el arquero costarricense Keylor Navas a la revista “Culture PSG”. En 2020, Bob llegó a acompañar a Neymar, Mbappé, Mauro Icardi, Marco Verratti y Marquinhos, entre otros, a presenciar un partido de la NBA entre Charlote Hornets y Milwakee Bucks, en París. Desde que Messi llegó desde Barcelona, Bob estuvo a su lado en cada movimiento suyo tanto en el aeropuerto como en el hotel.

“El programa ‘Family Care’ se ocupa de todo, hasta ayudan en la organización de los cumpleaños familiares”, reconoció Luis Ferrer, ex dirigente del PSG entre 2009 y 2020, uno de los principales cerebros de este proyecto, y que anteriormente fue cazatalentos del Saint Etienne.

“Es un servicio que beneficia al jugador y a la familia”, insiste el argentino Ferrer, actualmente CEO de “LF-360.com”, una agencia de futbolistas, y advierte que “en todos los entrenamientos está el mate. Messi se va  sentir como en su casa”.

Ferrer era el jefe de reclutamiento del PSG en 2017 cuando llegó Mbappé, y para muchos fue gracias al argentino, porque el delantero estaba entre los parisinos y el Real Madrid pero el dirigente viajó seguido a Mónaco para tratar de convencer a él y a su familia de que era mejor quedarse en Francia aún cuando el poderoso intermediario portugués Jorge Mendes presionaba en sentido contrario.

Si Mbappé terminó en aquel momento aceptando ir al PSG fue justamente porque se dialogó con sus padres y no con un intermediario. “Lo que marcó la diferencia –sostiene Ferrer- fue el proyecto deportivo. Por suerte el dinero no entró en escena sino el hecho de que estuvieran presentes sus padres. Estábamos a un año del Mundial, tenía sólo 18 años y entendieron que Kyllian tenía que jugar, cuando en el Real Madrid estaba en el ataque la BBC, Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. Establecimos una relación de confianza con su familia”.

Ferrer, nacido el 21 de septiembre de 1975 en Laboulaye, Córdoba,  fue futbolista en River, ascendió de Primera B al Nacional B con Sarmiento de Junín en 1995/96) –logró convencer a Mbappé de que se hiciera socio del equipo bonaerense- y en el ascenso en Francia (Paris FC, Grenoble y Ajaccio) y fue secretario técnico de Niza, donde se hizo amigo del hoy arquero del Tottenham y campeón mundial, Hugo Lloris, y siguió en el Saint Etienne, cuando el director deportivo era Omar Da Fonseca, hasta que en 2009 lo vino a buscar el PSG y hoy trabaja a la par del brasileño Leonardo, el director deportivo. “Lo mío es indirecto, es un trabajo que no se ve”, suele decir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


No hay comentarios: