sábado, 2 de enero de 2010

El año de la consagración del fútbol estético (Yahoo)

Los seis títulos del Barcelona, pero en especial el despliegue de su gran juego ofensivo, con ciento sesenta goles en una sola temporada, sumado al alto nivel observado en la Copa de las Confederaciones, y una gran final del Mundial de Clubes, generan una gran esperanza de que en 2010, el año de la llegada de un nuevo Mundial, el fútbol se encamine hacia una propuesta mucho más estética y ofensiva, aunque con el desafío de aprovechar cada vez más los adelantos tecnológicos.

Puede decirse que hemos tenido un muy intenso 2009, con momentos de alto voltaje, como la definición de las eliminatorias para el Mundial, entre los que se pueden contar la polémica mano de Thierry Henry ante Irlanda, o el gol in extremis de Martín Palermo ante Perú, o la asombrosa eliminación de la Ucrania de Sevchenko o que Portugal haya tenido que jugar una repesca pese a contar con uno de los mejores jugadores del mundo, como Cristiano Ronaldo.

Aún así, casi todas las potencias estarán en el Mundial de Sudáfrica, que promete ser grandioso si la mayoría de los equipos conserva el nivel que promete, en lo que será la primera cita africana de la historia. En este sentido, Ciudad del Cabo fue testigo de un sorteo que deparó que Holanda, Camerún y Dinamarca compartieran grupo, y que lo mismo sucediera con Brasil, Portugal y Costa de Marfil, lo que nos augura desde ya un casi seguro tremendo cruce en octavos de uno de estos tres ante España.

Otro gran momento del año fue sin dudas la Copa Confederaciones de Sudáfrica, en la que Brasil debió trabajar duro (seguro que mucho menos que en unas eliminatorias sudamericanas en las que se paseó) para superar a un sorprendente Estados Unidos en la final, luego de que los norteamericanos asombraran al mundo al eliminar, y quitar un largo invicto, a la selección española de Vicente Del Bosque que pese a todo, sigue siendo la más regular y la que juega el fútbol más estético, basada en lo que produce habitualmente el Barcelona.

Justamente días antes, los catalanes conseguían un excelente título de campeones de la Liga Española luego de quitarse de encima a un complicadísimo Real Madrid, que los persiguió al mismo nivel durante toda la segunda rueda, sin poder siquiera descontarles un punto pese a que ganó casi todos sus partidos. El pleito se definió en el Santiago Bernabeu ante una gran expectativa, la misma que genera ahora una posible definición de Champions League en mayo, pero no se admitió ninguna discusión: el 2-6 azulgrana fue lapidario, e histórico.

En esos mismos días, pero en el estadio Olímpico de Roma, el Barcelona venció también con claridad al Manchester United en la final de la Champions League en el mejor partido posible para la temporada, entre los dos mejores equipos de Europa, y que a su vez potenció al argentino Lionel Messi tanto al Balón de Oro que otorga la revista France Football, como al FIFA World Player ante su máximo contrincante, Cristiano Ronaldo. Pero para acceder a esta final, el Barcelona había debido transpirar mucho para superar al Chelsea, en semifinales, con un gol de Andrés Iniesta en la última jugada del partido, que será recordado por muchos años.

Tampoco fue menos de la definición del otro gran torneo continental de Clubes, la Copa Libertadores de América, en la que sorprendió Estudiantes de La Plata, regresando de la mano de su excepcional volante Juan Sebastián Verón a la mística que este equipo tuvo en los años sesenta, cuando había ganado sus tres trofeos sudamericanos consecutivos. Para eso, el equipo argentino tuvo que reponerse de haber empatado apenas como local para ganar en Brasil al Cruzeiro.

Una mención también para el Shakthar Donesk, de Ucrania, campeón de la última edición de la Copa UEFA, ahora reemplazada por la Europa League, y para la Liga Deportiva de Ecuador, campeona de la Copa Sudamericana, en ambos caos, ratificando el crecimiento de estos países a nivel de clubes, aunque paradójicamente ninguno de los dos estará representado en el Mundial de Sudáfrica.

Y el año finalizó con el Mundial de Clubes y otra vez el Barcelona teniendo que superar, sobre el final, y en este caso con gol de Messi en tiempo extra, a un duro planteo de Estudiantes, para consagrarse campeón del mundo, haciendo justicia para quien apuesta por el mejor fútbol, para el que llega a colocar a veces hasta a seis jugadores propios en posición de gol, sus tres delanteros, sus dos cerebros (Xavi e Iniesta) y hasta a su lateral derecho Daniel Alves.

También 2009 es el año en el que la FIFA le abrió la puerta a cierto cambio arbitral, con la aparición de dos colaboradores cercanos a la línea de meta, que sube a cinco el equipo de jueces por partido, y últimamente, el presidente de la máxima entidad futbolística, ha manifestado que podría estudiarse la chance de la aplicación de la tecnología, aunque no sea muy proclive, y dando a entender que debería existir una garantía de que los fallos sólo serían conocidos por quien controla un sistema computarizado y quien debe fallar en el campo de juego, algo que no parece fácil de implementar pero que al menos genera expectativas de nuevos tiempos, a los que el fútbol pueda adaptarse.

Finalmente, para destacar también es el esfuerzo cada vez más notable de Michel Platini, el presidente de la UEFA, para reconducir al fútbol hacia niveles más aceptables de gastos de los clubes, estableciendo un criterio de mayor racionalidad. Cuando fue necesario, el francés remarcó su desacuerdo con el manejo del Real Madrid, que ahora bajo el mandato de Florentino Pérez, gastó más de trescientos millones de euros en fichajes de superestrellas, cuando el continente europeo proviene de una durísima crisis económica, con millones de personas sin trabajo.

¿Se podrá esperar un Mundial brillante, y un fútbol más ofensivo y más racionalmente conducido, y adaptado a las nuevas tecnologías sin perder su esencia? No son pocos estos desafíos para el 2010 que se avecina.




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