Se habla hasta el hartazgo de la pléyade de jugadores argentinos en Europa y de su éxito resonante en tierras del Viejo Continente, un mito que viene desde principios del siglo XX, cuando Julio Libonatti emigró en los años ’20 cuando se abrieron las puertas del mercado italiano.
¿Es esto cierto en su totalidaden estos tiempos? ¿No nos engañan losCarlos Tevez, Diego Milito o Lionel Messi? ¿Oserá que el director técnico del seleccionadonacional, Diego Maradona, cuenta con algunosindiscutibles y otros que no lo son tanto, o quehan cambiado radicalmente sus situaciones?Veamos: hace tres años, y junto con GonzaloHiguaín (hoy titular indiscutido en el equipo argentinoy máximo goleador de la temporadadel Real Madrid), Fernando Gago emigró desdeBoca Juniors por cerca de 25 millones de dólares.Hoy, Gago no sólo no es titular en el conjuntoblanco, sino que presiente, y con razón,que al regreso de Diarra desde la Copa África,en pocos días, ni siquiera podrá pelear porsentarse en el banco de suplentes, entre losconvocados para los partidos de liga o Champions.Por esta misma razón, y viendo que estafalta de continuidad puede costarle el Mundial,Gago mismo se acaba de ofrecer a los dirigentesde Boca para regresar al desvencijado fútbolargentino, ya que tan sólo son ciento cincodías de torneo Clausura y en su país de origentodo vale…. o casi todo.No muy lejos de la situación de Gago está ladel otrora irreemplazable Maxi Rodríguez, quepasó de capitán del Atlético Madrid a no ser siquieratenido en cuenta por su entrenador, QuiqueSánchez Flores, y por eso pasó rápidamentea un gris Liverpool de “Rafa” Benítez enplena crisis y que esta temporada no parecepelear por nada, ya fuera de la Champions y dela FA Cup y lejos en la Premier.Ni qué hablar de lo que hace meses era comoarquero Juan Pablo Carrizo, casi imbatible enRiver Plate, y que pasó sin pena ni gloria porLazio, donde perdió el puesto ante el uruguayoMusiera, y luego deambula por un tono de grisesen el Zaragoza, donde por estos días negociasu desvinculación nada menos que el ex capitánargentino Roberto Ayala, por el que en2007 el Villarreal pagó una fortuna al Zaragoza,que a su vez ya lo había adquirido al Valencia.Para que Ayala firmara por el Submarino Amarillo,le ofrecieron un suculento contrato portres años y ahora es probable que hasta quedeparado por medio año, debido a que espera serpadre en los próximos días en España, cosaque le podría impedir regresar a terminar sucarrera en River, como había prometido en sumomento.Peor lo pasa Jesús Dátolo, que dejó Bocapor siete millones de euros para trasladarseal Napoli, donde no jugaba, y como Gago,para poder mostrarse en vistas al Mundial,decidió irse al Olympiakos de Grecia, pedidopor el entrenador brasileño Zico, que sin embargoacaba de ser echado del cargo. Es decirque Dátolo cambió de Guatemala tal vez aGuatepeor sin saberlo.Mientras este debate se cierne sobre un seleccionadoargentino que cuenta con algunas figurasclaves e indiscutibles (Messi en primerlugar, Tevez, Verón, Mascherano e Higuaín),Maradona ya ha llegado a convocar a noventay cinco jugadores en su ciclo, que no llega aun año y medio de duración, y cuando tiende aacercarse a la cifra de los veintitrés que debenintegrar la lista definitiva para el Mundial, esdecir que en vez de ir generando precisiones,el interrogante se abre cada vez más, mientrassigue habiendo pocas cosas claras en su entorno,desde que uno se pregunta por qué elentrenador puede visitar la concentración dePretoria, seguido por el circo mediático, sinque los medios se pregunten si existe algúnmiembro del cuerpo técnico observando laCopa África, donde uno de los rivales del grupo,Nigeria, ya se ha clasificado a los cuartosde final, hasta las confusas declaraciones delpresidente de la AFA, Julio Grondona, a un diariodel Gran Buenos Aires, en las que da a entenderque la suspensión al técnico, luego delos exabruptos de Montevideo, fueron de supropia asociación y no de la FIFA, como secree, y reclama, con acierto, más ayuda paraMessi por parte de sus compañeros que, segúnél, son los que están fracasando y no elastro del Barcelona.Sorprende lo poco que han rebotado muchasde las partes de la excelente entrevista queGrondona concedió a Diario Popular, especialmenteen lo que respecta al seleccionado argentino,y aunque parece contemporizador conMaradona, debe prestarse atención a algunasde sus frases colaterales, como que el managerCarlos Bilardo, a su juicio, es “demasiadorespetuoso del cargo. En exceso, diría”. ¿Talvez una declaración velada de intenciones? Todoes posible, hasta la nada misma. Los protagonistasdel fútbol argentino suelen esconder,por lo general, los mayores sentimientos parael café, el lobby del hotel, o las paredes gruesasde los vestuarios. Sin embargo, Grondonadice mucho, al menos mucho más de lo queacostumbra y demasiado respecto de lo queguardará en su interior hasta que las velas ardan,o hasta el milagro de la gloria. Ese día seráa todo o nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
hola sergio!! perfecto, como de costumbre.
pero, quisiera saber si ya la mandaste, porque quisiera agregar algo: creo que "un toque de atención" significa una mancha a un terreno despejedo, tranquilo, de hacer la plancha.
en este caso, ya no sería "un toque de atención", porque se viene manifestando desde siempre.
"Un toque de atención", yo lo hubiera puesto, por ejemplo, dp del tercer partido, o el cuarto. a esta altura, es caos puro, como que todo es, desde nhace 15 meses, "un toque de atención".
O sea, la excepción daría para eso, pero para el caos generalizado, como en este caso, y para mi, nada ya puede ser "toques de excepción".
Sergio, perdoname, pero es un lindo tema para hablarlo...
Un abrazo grande!!!
octavio Palazzo
Publicar un comentario