Donde manda marinero no manda capitán

Este Real Madrid se acerca cada vez más al “Reino del revés” que nos cantaba la gran María Elena Walsh cuando éramos niños. Porque es muy raro que en estos tiempos, en instituciones tan poderosas como el Real Madrid, tan conectadas con la imagen, el marketing, el sistema bancario (que por cierto, ha financiado sus deudas en su momento), la clase política y los medios de comunicación, se admita que un subordinado, un empleado, por más jerárquico que éste sea, concentre tanto poder al punto de borrar de un plumazo el del presidente, y sea el factótum para quitar de su puesto (y al propio puesto también) al número dos de la estructura, el director deportivo Jorge Valdano.

Lo más extraño de todo esto, no es la salida del argentino porque era algo que en algún momento del verano europeo iba a suceder, al entenderse cómo es que Mourinho fue escalando posiciones en el Real Madrid hasta deglutirse todo, sino que Florentino Pérez ya conoce cómo termina esta película. Porque habiendo ganado una Liga, la 2002/03, ya había tomado erróneas decisiones como la de echar al entrenador campeón, Vicente Del Bosque, por tener papada, barriga y pelada, aunque manejara con mano izquierda un vestuario lleno de “galácticos”. Luego se arrepintió, visto lo visto, y lo mismo sucedió con Fernando Hierro, líder de aquél equipo de estrellas, y ni qué hablar de Claude Makelele, volante de absoluto equilibrio en el medio y de mágica cintura, que fue desplazado porque el negro no vendía la cantidad de camisetas requerida para estos tiempos. Los dos se fueron y el equipo tardó años (sin títulos) hasta conseguir a sus reemplazantes.