Si por años los catalanes no se cansaron de ver por televisión una y otra vez el mítico gol de tiro libre del holandés Ronald Koeman ante la Sampdoria en 1992 hasta que en 2006, por fin, el Barcelona ganó su segunda final de la Champions League en París, es de imaginar cuántas veces más se emitirá aquella jugada que le dio a los azulgranas la primera Copa de Europa en Wembley, escenario al que regresarán para buscar el cuarto trofeo de su historia.
Aquél era el famoso “Dream team” de Johan Cruyff, equipo llamado a quedar en la gran historia del fútbol y que contaba con un volante central fino, de gran toque de pelota y que ordenaba la zona pese a ser bastante joven, Josep Guardiola, el mismo que ahora regresa al remodelado Wembley para la gran final de la Champions del próximo 28, en Londres, pero como entrenador del que para muchos es el mejor conjunto de todos los tiempos.
De hecho, en la muy tranquila conferencia de prensa, luego del atractivo empate 1-1 ante el Real Madrid en el Camp Nou, que le dio el pase a la esperada final, Guardiola no pudo negar que se compare a su equipo con el gran Santos de Pelé de los años sesenta, aunque por su edad, él mismo no haya visto jugar y que tiene por mayores referencias a través del brasileño Pepe Macías, entrenador suyo en sus últimos tiempos de futbolista en Qatar.
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