domingo, 17 de agosto de 2014

Dudas y certezas de Martino, nuevo DT de la selección argentina (Yahoo)



Con el contrato firmado, Gerardo “Tata” Martino tendrá que postergar, otra vez, su deseo de tomarse un año sabático y descansar del stress de los últimos tiempos. Ya iba a intentarlo en julio de 2013 cuando le llegó la irresistible oferta del Barcelona, e iba a retomarlo ahora, cuando se enteró no sólo de que Alejandro Sabella iba a renunciar a continuar siendo el entrenador de la selección argentina, sino que lo había recomendado al recientemente fallecido presidente de la AFA, Julio Grondona, como su sucesor en el cargo.

Martino tuvo que encontrarse otra vez, además, con problemas institucionales que lo rodearon, como en la temporada pasada en el Barcelona con la renuncia de Sandro Rosell por el caso Neymar, la imputación al club por el caso de los jugadores juveniles, o el fallecimiento de su antecesor en el cargo, Tito Vilanova, sumado a las lesiones de varios jugadores claves del plantel.

Ahora, se encontró con que tras 35 años en el cargo, Grondona fallecía justo cuando iba a tratar con él la cuestión del contrato y los lineamientos de su trabajo, pero todo continuó con los sucesores, que no esperaban que las negociaciones se prolongaran tanto con el nuevo entrenador.

Martino no veía con buenos ojos trabajar junto al veterano Carlos Bilardo, hasta entonces manager de Selecciones Nacionales, pero que renunció a su puesto ni bien Grondona falleció, y tampoco le hace gracia coincidir con el hijo de Grondona, Humberto, en los equipos juveniles albicelestes, pero como ya en enero es el torneo sudamericano que clasifica para el Mundial sub-20 de Nueva Zelanda, prefirió esperar hasta que pasen estos campeonatos para instalar desde 2015 a Jorge Theiler, hombre de su confianza y ex ayudante de Hugo Tocalli cuando Argentina ganó el Mundial sub-20 de 2007 en Canadá.

Martino tiene varios desafíos. Uno de ellos es comprobar cuál es su relación futbolística con dos jugadores de mucho peso en el plantel argentino, como los dos jugadores del Barcelona Lionel Messi y Javier Mascherano, con quienes tiene un muy buen rapport personal, pero que vienen de una temporada desgastante que compartieron en Cataluña, sin buenos resultados, y que en la conferencia de prensa de esta semana en la que fue presentado como entrenador, aceptó que la experiencia y su propio trabajo no fueron buenos.

Una de las preguntas es si Mascherano será volante o defensor central con la selección argentina en esta etapa, cuando acaba de renovar su contrato con el Barcelona hasta 2018, y es evidente que tratará de jugar su cuarto Mundial, mientras que también habrá que ver cuál será la filosofía de juego del nuevo entrenador, que en principio gusta de un fútbol más técnico, menos férreo en el marcaje, con mayor grado de posesión de balón, si bien gusta de cierta amplitud táctica, como el uso de los pases largos, los contragolpes, si cabe, o cerrar los partidos, si esto es necesario.

Si bien la carrera futbolística de Martino, como jugador, es clara con respecto a un determinado gusto por la estética, él mismo suele repetir que sus equipos han jugado de manera completamente diferente, siempre de acuerdo a las características de los jugadores con los que ha contado en sus distintos planteles. Suele decir en este punto que la selección paraguaya (que casi elimina a España en los cuartos de final de Sudáfrica 2010) tenía un juego mucho más aplicado tácticamente y con un mayor uso del juego aéreo, que el Newell’s Old Boys campeón argentino, más parecido (con las distancias técnicas lógicas) al fútbol que practicaba el Barcelona y que llevó a sus dirigentes a pensar que el Tata tenía “el ADN Barça”, aunque luego no diera los resultados esperados.

En este punto,  Martino parece contento al señalar que con la selección argentina “mi universo es amplio porque cuento con muchos jugadores de renombre en todo el mundo”.

Otro tema clave pasa por la posibilidad o no de que Carlos Tévez, estrella en la Juventus, pueda regresar a las convocatorias, tras no haber formado parte del plantel en el ciclo 2011-2014, desde que Sabella asumió en el cargo, aunque tampoco había estado en el año anterior con Sergio Batista, que acabó convocándolo para la Copa América en la que no tuvo una buena actuación.

Martino dijo que su etapa será “de puertas abiertas para todos” pero habrá que ver cómo se resuelve la relación entre Tévez y el grupo de jugadores, luego de haber estado marginado en la etapa anterior sin que nadie alzara la voz para revertirlo y al contrario, más de una vez desde los vestuarios se escuchó la canción “Estamos todos, no hace falta convocar a nadie más”.

La selección argentina tiene previsto un partido amistoso ante Alemania en Dússeldorf, el próximo 3 de setiembre,  y dos partidos en octubre, ante Brasil en Pekín y ante Hong Kong, aunque su mayor objetivo en este tiempo pasa por la Copa América de Chile de 2015, donde intentará buscar, por fin, un título oficial que no consigue desde 1993.


Seguramente, tras la Copa América habrá un recambio generacional, con la posible salida de Martín Demichelis, Maxi Rodríguez, Hugo Campagnaro o Mariano Andújar, pero aparecen en el horizonte jóvenes como Angel Correa, Luciano Vietto, Rodrigo De Paul y tantos otros, en busca de nuevas esperanzas.

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