Con el contrato firmado, Gerardo “Tata” Martino
tendrá que postergar, otra vez, su deseo de tomarse un año sabático y descansar
del stress de los últimos tiempos. Ya iba a intentarlo en julio de 2013 cuando
le llegó la irresistible oferta del Barcelona, e iba a retomarlo ahora, cuando
se enteró no sólo de que Alejandro Sabella iba a renunciar a continuar siendo
el entrenador de la selección argentina, sino que lo había recomendado al
recientemente fallecido presidente de la AFA, Julio Grondona, como su sucesor
en el cargo.
Martino tuvo que encontrarse otra vez, además, con
problemas institucionales que lo rodearon, como en la temporada pasada en el
Barcelona con la renuncia de Sandro Rosell por el caso Neymar, la imputación al
club por el caso de los jugadores juveniles, o el fallecimiento de su antecesor
en el cargo, Tito Vilanova, sumado a las lesiones de varios jugadores claves
del plantel.
Ahora, se encontró con que tras 35 años en el cargo,
Grondona fallecía justo cuando iba a tratar con él la cuestión del contrato y
los lineamientos de su trabajo, pero todo continuó con los sucesores, que no
esperaban que las negociaciones se prolongaran tanto con el nuevo entrenador.
Martino no veía con buenos ojos trabajar junto al
veterano Carlos Bilardo, hasta entonces manager de Selecciones Nacionales, pero
que renunció a su puesto ni bien Grondona falleció, y tampoco le hace gracia
coincidir con el hijo de Grondona, Humberto, en los equipos juveniles
albicelestes, pero como ya en enero es el torneo sudamericano que clasifica
para el Mundial sub-20 de Nueva Zelanda, prefirió esperar hasta que pasen estos
campeonatos para instalar desde 2015 a Jorge Theiler, hombre de su confianza y
ex ayudante de Hugo Tocalli cuando Argentina ganó el Mundial sub-20 de 2007 en
Canadá.
Martino tiene varios desafíos. Uno de ellos es
comprobar cuál es su relación futbolística con dos jugadores de mucho peso en
el plantel argentino, como los dos jugadores del Barcelona Lionel Messi y
Javier Mascherano, con quienes tiene un muy buen rapport personal, pero que
vienen de una temporada desgastante que compartieron en Cataluña, sin buenos
resultados, y que en la conferencia de prensa de esta semana en la que fue presentado
como entrenador, aceptó que la experiencia y su propio trabajo no fueron
buenos.
Una de las preguntas es si Mascherano será volante o
defensor central con la selección argentina en esta etapa, cuando acaba de
renovar su contrato con el Barcelona hasta 2018, y es evidente que tratará de
jugar su cuarto Mundial, mientras que también habrá que ver cuál será la
filosofía de juego del nuevo entrenador, que en principio gusta de un fútbol
más técnico, menos férreo en el marcaje, con mayor grado de posesión de balón,
si bien gusta de cierta amplitud táctica, como el uso de los pases largos, los
contragolpes, si cabe, o cerrar los partidos, si esto es necesario.
Si bien la carrera futbolística de Martino, como
jugador, es clara con respecto a un determinado gusto por la estética, él mismo
suele repetir que sus equipos han jugado de manera completamente diferente,
siempre de acuerdo a las características de los jugadores con los que ha
contado en sus distintos planteles. Suele decir en este punto que la selección
paraguaya (que casi elimina a España en los cuartos de final de Sudáfrica 2010)
tenía un juego mucho más aplicado tácticamente y con un mayor uso del juego
aéreo, que el Newell’s Old Boys campeón argentino, más parecido (con las
distancias técnicas lógicas) al fútbol que practicaba el Barcelona y que llevó
a sus dirigentes a pensar que el Tata tenía “el ADN Barça”, aunque luego no
diera los resultados esperados.
En este punto,
Martino parece contento al señalar que con la selección argentina “mi
universo es amplio porque cuento con muchos jugadores de renombre en todo el
mundo”.
Otro tema clave pasa por la posibilidad o no de que
Carlos Tévez, estrella en la Juventus, pueda regresar a las convocatorias, tras
no haber formado parte del plantel en el ciclo 2011-2014, desde que Sabella
asumió en el cargo, aunque tampoco había estado en el año anterior con Sergio
Batista, que acabó convocándolo para la Copa América en la que no tuvo una
buena actuación.
Martino dijo que su etapa será “de puertas abiertas
para todos” pero habrá que ver cómo se resuelve la relación entre Tévez y el
grupo de jugadores, luego de haber estado marginado en la etapa anterior sin
que nadie alzara la voz para revertirlo y al contrario, más de una vez desde
los vestuarios se escuchó la canción “Estamos todos, no hace falta convocar a
nadie más”.
La selección argentina tiene previsto un partido
amistoso ante Alemania en Dússeldorf, el próximo 3 de setiembre, y dos partidos en octubre, ante Brasil en
Pekín y ante Hong Kong, aunque su mayor objetivo en este tiempo pasa por la
Copa América de Chile de 2015, donde intentará buscar, por fin, un título
oficial que no consigue desde 1993.
Seguramente, tras la Copa América habrá un recambio
generacional, con la posible salida de Martín Demichelis, Maxi Rodríguez, Hugo
Campagnaro o Mariano Andújar, pero aparecen en el horizonte jóvenes como Angel
Correa, Luciano Vietto, Rodrigo De Paul y tantos otros, en busca de nuevas
esperanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario