El 24 de marzo de 2016, Adam Johnson, hábil
delantero del Sunderland inglés, en ese momento de 29 años, ingresaba a prisión
por una sentencia de seis años tomada por el juez Jonathan Rose al considerarlo
culpable de violar a una menor de 15 años, a la que le ocasionó “graves daños
psicológicos”.
Johnson, un gran delantero que supo llegar a
integrar el riquísimo plantel del Manchester City entre 2010 y 2012, y ganó una
FA Cup, una Premier League y una Community Shield, y al que costaba marcar por
la punta izquierda, conoció a su víctima cuando ésta se acercó entre tanta
gente a pedirle un autógrafo y luego quedaron en contacto por la vía de las
redes sociales y el jugador la sedujo hasta violarla.
En la casa de Johnson, que tiene una hija de poco
más de dos años, un procedimiento encontró videos pornográficos extremos
(algunos, de animales) y búsqueda de portales web eróticos de adolescentes, en
tanto se supo que la menor violada bajó mucho su rendimiento escolar y el
propio jugador aceptó que la vio “atractiva sexualmente”.
Más allá de que lógicamente Johnson se encuentra sin
club porque ninguno quiso tomarlo al conocerse el fallo, pagó una fianza para
quedar en libertad, primero, y luego sí ingresó en prisión para cumplir la
condena y fue suspendido por su club, el Sunderland.
Distinto parece ser el caso de Alexis Zárate, de 23
años, un prometedor delantero que provenía de Independiente y que había
integrado los seleccionados argentinos sub-17 y sub-20.
Zárate también tiene que enfrentar, tras la jornada
del 18 de setiembre de 2017, una condena de seis años y medio de prisión, por
ahora no efectiva. Por “abuso sexual con acceso carnal”, según la sentencia del
Tribunal Oral en lo Criminal de Lomas de Zamora.
La violación por la que fue condenado por la
Justicia se produjo el 16 de marzo de 2014 en un departamento de la localidad
de Wilde, en la provincia de Buenos Aires, en el que también estaban el novio
de la chica, nada menos que una de las actúales figuras de Independiente,
Martín Benítez, y también otro jugador en ese entonces juvenil, Nicolás Pérez.
La abogada de la víctima, Raquel Hermida Leyenda,
que había pedido 12 años de prisión para Zárate, dijo a los medios que durante
su testimonio, el ahora jugador de Témperley denigró a la chica, mientras que
describió que Benítez sostuvo que se trataba de una relación “ocasional” a la
que le restó importancia, cuando la víctima relató que su entonces novio no
acudió en su ayuda, al comprobar que estaba siendo violada por Zárate.
Benítez y Pérez fueron procesados por “falso testimonio”
pero la abogada Hermida Leyenda vinculó el escaso interés de la Justicia,
especialmente en Benítez, por tratarse de un jugador importante, dando a
entender el peso que supuestamente Independiente tiene por el poder que
representa históricamente el club.
Si bien Zárate fue apartado del partido que este
mismo lunes debía jugar Témperley ante Rosario Central por la Superliga, el
club no había emitido un comunicado ni había tomado una medida drástica hasta
pasado el día completo de la sentencia.
El tema del sexo sigue siendo tomado por el ambiente
del fútbol argentino como si fuera un asunto de picaresca, casi de
estudiantina. Así puede recordarse lo sucedido a fines de los años ochenta con
un célebre jugador de los años sesenta, Héctor “Bambino” Veira, quien hoy sigue
siendo ídolo de San Lorenzo y respetado desde varias tribunas, aunque haya
estado involucrado en un confuso episodio con un menor en aquel tiempo, y hayan
existido antes muchos relatos que lo precedían.
Veira llegó a ser perseguido por uno de los
principales comunicadores de la TV de ese tiempo, Bernardo Neustadt y fue tapa
de varias revistas durante los primeros años del menemismo, pero luego su caso
se fue esfumando y el afamado ex jugador y DT sólo permaneció en la cárcel de
Villa Devoto once meses entre 1991 y 1992 porque la Corte Suprema, en tiempos
de la presidencia de Carlos Menem y ante la apelación, decidió recaratular la causa como “Tentativa de violación” y le
redujo la pena a tres años, pero como Veira ya había cumplido más de un tercio
de la pena, quedó en libertad condicional. En su momento se dijo que la amistad
que tenía con el Presidente pudo haber sido el factor clave para esta
recaratulación de la causa, porque en la Corte Suprema, contaba con la mayoría
de los jueces.
En 2008, durante la fiesta del Centenario de la fundación
de San Lorenzo de Almagro, Veira fue ovacionado por la hinchada siendo uno de
los más idolatrados entre todos los protagonistas, y años más tarde fue parte
de un programa de TV de “Galanes” en el que se contaban anécdotas relacionadas
con conquistas de mujeres, nuevamente vanagloriándose en público de ello.
Pocos recordaron entonces aquellas canciones de
algunas hinchadas como “Todos con el culo en la pared....llegó el Bambino” u
otras del mismo tono. El tiempo lo cura todo y hasta siguen siendo jocosas,
para muchos, las anécdotas de los llamados “Carasucias” de los primeros años
sesenta, entre los que se encontraban el propio Veira, Narciso Doval o Alberto
Rendo, que se relacionaban con viajes, azafatas o comportamientos en los hoteles, que suelen ser
festejados con la misma picaresca.
Lo sexual siempre estuvo presente en las canchas.
Desde el “este es el famoso River, bájense los pantalones” que continua en la
actualidad, a comparar un triunfo, especialmente si es amplio, con la
consumación del acto sexual, aunque no sólo eso, sino que paradójicamente –como
observaba muy bien el fallecido antropólogo argentino Eduardo Archetti- la
paternidad, producto de los resultados en la historia, de un equipo sobre otro,
no parecía poner en riesgo siquiera que el producto de la misma sea “un hijo
bobo”.
Hay muchos casos como el de Benítez ahora, o Zárate
(por el momento) o Veira anteriormente, que por el hecho de producirse dentro
del fútbol no han tenido el castigo que merecen, por una suerte de omertá que
siempre ha tenido este deporte por su enorme poder, conseguido en base a la
gran popularidad pero en especial, por el rol exagerado que siempre ha tenido
en el país hasta llegar a que el propio presidente de la Nación, Mauricio
Macri, haya llegado desde el fútbol y no sólo él: hoy mismo se está cerrando la
posible organización del Mundial 2030 entre tres países (Argentina, Uruguay y
Paraguay) cuyos tres presidentes lo fueron antes de clubes de fútbol (Horacio
Cartes de Libertad, Tabaré Vázquez de Progreso).
Y esta omertá del fútbol no es sólo patrimonio de la
Argentina, aunque en Sudamérica el machismo, por ejemplo, aparezca de forma
mucho más exagerada. Desde la propia sede de la FIFA no se acepta la injerencia
de la justicia ordinaria y se suele castigar luego en el interior del fútbol
cualquier apelación a la misma. Como si en la vida hubiera una Justicia de los
hombres y en forma separada, una del fútbol.
Recién con la asunción como presidente de FIFA del
ítalo-suizo Gianni Infantino, fue designada como secretaria general una mujer,
la diplomática senegalesa Fatma Samoura, que al poco tiempo perdió la mayor
parte de su poder, entre tantos hombres que la rodean.
El pasado 10 de setiembre se produjo en la
Bundesliga la novedad del debut como árbitra de Bibiana Steinhaus en el partido
entre Herta Berlín y Werder Bremen. Steinhaus llegó precedida de las mejores
calificaciones, pero inmediatamente se vinculó su designación con el hecho de
estar casada con el reconocido árbitro inglés Howard Webb, quien dirigió la
final del Mundial 2010 entre España y Holanda en Sudáfrica.
Al mundo del fútbol siempre le costó reconocer lo
diverso. Días pasados, también, se supo que el jugador mexicano Jonathan Dos
Santos había dejado a su novia a poco de casarse al blanquear su relación con otro
futbolista, que según informaciones que circularon, por ahora no desmentidas,
es argentino y de bastante relevancia.
¿Irá preso Zárate? ¿Se hará justicia con él y
también con Benítez? ¿Se romperá algún día el cerco del fútbol y éste dejará la
secundaria para tratar de llegar a la universidad?
Si bien hay algunos “brotes verdes”, ese tiempo
parece aún lejano. Y más, en tierras sudamericanas y más específicamente,
argentinas.
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