El fútbol
mundial resistió desde sus hinchas, muchos de los reconocidos directores
técnicos top, algunos relevantes jugadores europeos (Ander Herrera, Gerard
Piqué, James Milner, entre ellos), y hasta funcionarios de la Unión Europea y
mandatarios como Boris Johnson o Emmanuel Macron.
Así es que la
llamada Superliga europea murió con apenas veinticuatro horas de vida. No pudo
soportar la presión desde tantos sectores que politizaron y masificaron el tema
de la exclusión de tantos equipos, del quiebre posible de las ligas nacionales
europeas, con incertidumbre sobre la influencia que esto pudo ejercer en el
fútbol mundial.
Nos planteamos,
entonces, una serie de preguntas sobre este frustrado proyecto de un nuevo
orden mundial del fútbol.
- ¿Qué habría
hecho la gran mayoría de jugadores de las distintas selecciones nacionales en
el caso de que hubiera prosperado el proyecto de la Superliga, ante la amenaza
de la FIFA de no poder jugar en ellas?
- En el caso de
que la FIFA hubiera mantenido su amenaza de sanciones a los jugadores de los
doce “rebeldes”, ¿habría aparecido, por fin, el FIFPRO, o los futbolistas
habrían necesitado conformar un nuevo sindicato más poderoso?
- ¿Qué habría
manifestado Diego Maradona, si viviera, en un conflicto como este?
- ¿Se
pronunciará, por fin, tomando posición, algún jugador sudamericano?
- Si el Real
Madrid, el Barcelona o el Atlético Madrid hubieran arrancado mal en la próxima
liga 2021/22 y en las primeras diez fechas estuvieran lejos ya de ser
campeones, y con planteles con los que resulta casi imposible descender, ¿con
qué motivación habrían jugado las 28 fechas restantes cuando no necesitan
clasificarse para ninguna copa europea, porque ya tienen la plaza asegurada
para la Superliga 2022/23?
- Si ese mismo
ejemplo lo utilizáramos para tres o cuatro de los “Top 6” ingleses en la
Premier League, ¿con qué motivación jugarían en este torneo?
- ¿Qué ocurriría
si transcurridas siete temporadas de la Superliga nueva, Arsenal y Milan nunca
han peleado por ningún título (como en los últimos años de la Champions League,
a la que muchas veces ni se clasificaron), se encuentra siempre en mitad de
tabla, y deben volver a enfrentarse? ¿Cuánta expectativa generarían en el público?
- Si pasadas las
primeras temporadas de la nueva Superliga, los títulos se los repartieran entre
tres y los otros nueve o doce no la ganaran, ¿no habría peligro de que se
creara una “elite de la élite” y que esos de la “súper élite” buscaran
separarse y conformar una “Mega Liga europea”?
- ¿Por qué
Arsenal, Tottenham o Chelsea tenían un lugar asegurado en la Superliga y clubes
con más títulos como Ajax, Porto, Benfica o Sevilla, no lo tienen y deben
pelear con centenares de clubes sólo por cinco plazas por temporada? ¿Sólo por
dinero?
- ¿Intentará
copiar Sudamérica en algún momento el
modelo de la Superliga europea o a partir de su fracaso, los dirigentes de los
clubes poderosos preferirán esperar?
- ¿Qué pasará
desde ahora en la relación entre el Real Madrid y la Liga de Fútbol Profesional
(LFP) española tras el incendiario intercambio del presidente de los blancos,
Florentino Pérez, y el de la entidad organizadora, Javier Tebas Medrano? ¿Y
entre Pérez y el titular de la UEFA, el esloveno Alecsander Ceferin? ¿Y entre
el principal accionista de la Juventus, Andrea Agnelli, y Ceferin, que lo trató
de “víbora” y “traidor”?.
- ¿Por qué
Tebas, que viajó especialmente a la Argentina para vender espejitos de colores
a los clubes para la formación de una “Superliga” que funcionara por fuera de
la AFA, en tiempos del macrismo, en España se opuso a la que conformaron los
doce ricos? ¿Doble discurso dependiendo de qué lado del océano se encuentre?
- ¿Aceptarán los
doce clubes que conformaron la frustrada Superliga la nueva oferta de la UEFA
de 7 mil millones de euros y una liguilla más larga en vez de la fase de grupos
y acaso una Final Four en una sede, en vez de una final única?
- ¿Podrán
negociar la UEFA y los doce “superliguistas” que el nuevo formato propuesto por
la UEFA comience en agosto de 2021 y no tener que esperar a la temporada
2024/25, porque según Florentino Pérez, “con las pérdidas por la pandemia, si
esperamos hasta allí ya estaremos muertos”?
- ¿Generará este
impacto un cambio para una mayor transparencia en la UEFA y en la FIFA?
- ¿Regresarán
los doce “rebeldes” o algunos de ellos a un nuevo intento separatista?
El paso del
tiempo ayudará a conocer las respuestas.
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