El próximo martes, en el Zayed Sport City de Abu Dhabi, Estudiantes de La Plata, campeón sudamericano, tendrá por fin su debut en la primera semifinal del Mundial de Clubes, que por primera vez cambia de sede desde que la Copa Intercontinental se trasladara a Japón en 1980, y todo apunta a una final con el considerado mejor equipo del mundo, el Barcelona, que afrontará su partido por la misma instancia que el equipo argentino, al día siguiente.
Pese a que el Barcelona es considerado amplio favorito, el equipo europeo y Estudiantes atraviesan algunas situaciones de cierto parecido, como que len este caso las dos figuras promocionadas del campeonato son dos compatriotas argentinos, Lionel Messi y Juan Sebastián Verón, ambos integrantes, paradójicamente, de un seleccionado nacional en crisis por los malos desempeños.
También se parecen en que Messi (omni presente en Emiratos Arabes Unidos en los murales de los edificios, posters y publicidades televisivas) llega lesionado y con muchas dudas sobre si podrá participar de la mejor forma en el torneo, mientras que Estudiantes no podrá contar con José Sosa, un jugador creativo nacido en el club y cuyo pase pertenece al Bayern Munich pero cuyo préstamo se gestionó ante la FIFA llegando a la instancia de necesitar para ello de la ayuda del presidente de la Federación Argentina (AFA), Julio Grondona, vicepresidente primero de la FIFA, pero ni aún así se pudo lograr su participación.
Sosa, que igualmente viajó a Abu Dhabi y que tiene chances de jugar por Estudiantes los próximos seis meses, está en la mira de Diego Maradona para ser convocado a la selección argentina, y fue compañero de Messi en el Mundial sub-20 de Holanda 2005, ganado por los albicelestes.
Estudiantes, pese a no tener tantos títulos argentinos (cuatro), en cambio, ha conocido ya la proyección internacional en los años sesenta, cuando se adjudicó tres Copas Libertadores de América y una Intercontinental de la mano de Carlos Bilardo (entrenador argentino campeón mundial en 1986) y Juan Ramón Verón, padre del volante y capitán del equipo argentino.
Su entrenador y ex jugador Alejandro Sabella (bicampeón argentino en 1982 y 1983) sabe bien que no deben saltearse las etapas y por eso, contradijo al periodismo de su país que ya le planteaba sobre la posible final con el Barcelona, al citar que ya en la definición de 2008, Liga Deportiva de Ecuador le hizo mucha más fuerza de la esperada nada menos que al poderoso Manchester United, con el que perdió 1-0 sobre el final, y Boca Juniors debió realizar un gran esfuerzo para eliminar en semifinales al Etoile tunecino en semifinales del Mundial 2007.
Por eso, no se confía de los surcoreanos del Pohang Steelers FC, campeones asiáticos, que eliminaron muy bien, en cuartos de final, al TP Mazembe congoleño 2-1, revirtiendo un partido que parecía complicado desde el gol de Beni, y que debieron ganar por más, pero salvo el brasileño Denilson, que convirtió los dos tantos, el resto de sus jugadores no pudo aprovechare las ocasiones de gol generadas.
Denilson, un delantero de 33 años que ya conoce el fútbol árabe por haber jugado ya en tres equipos, Al Shaab, Dubai FC y Al Nasr, aparece como la mayor amenaza para Estudiantes en el partido del próximo martes, integrando un equipo con cuatro jugadores en la selección coreana que jugará un partido amistoso en enero ante Finlandia (los defensores Kim Hyun Gil, Choi Hyo Jin, el volante Kun Jae Sung y el delantero Wo Byun Jun) y que deberá enfrentar a Argentina en el próximo Mundial de Sudáfrica.
Por la otra semifinal, no hay dudas de que el Barcelona es amplio favorito y basta recordar los antecedentes de su anterior participación en 2006, cuando dio cuenta en semifinales del América mexicano (un rival no tan fácil) por un contundente 4-0, aunque luego cayó en la final ante los brasileños del Inter de Porto Alegre.
El Barcelona deberá enfrentar el miércoles al Atlante de México, por lo que de alguna manera se repite la situación de 2006, en la que también debió jugar ante un equipo de la misma nacionalidad.
El Atlante venció claramente por 3-0 al Auckland City de Nueva Zelanda, mostrando un fútbol del clásico estilo mexicano, al toque, lento y con pases cortos y buen dominio de pelota, y con goles de Arreola, Bermúdez y Silva y la diferencia pudo ser mayor. Tanto, que su arquero argentino Federico Vilar, su gran figura, no tuvo muchas oportunidades de lucirse. En cambio, aparecieron buenas figuras en Christian Bermúdez y Rafa Márquez (homónimo de su compatriota defensor del Barcelona) en el ataque, junto al argentino Santiago Solari.
Ninguno de los dos lo quiere decir antes de pasar la semifinal, pero todos esperan una final clásica y latina: Barcelona y Estudiantes.
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