El título de esta columna no es nuestro. Está tomado de una frase de Víctor Hugo Morales en uno de sus programas de Radio Continental en referencia a lo que ocurre en este Torneo Apertura a punto de finalizar, y que nos parece que define de manera brillante lo que está ocurriendo en el fútbol profesional argentino.
Pocas veces se ha destapado de una manera tan cruel, y tan clara, el altísimo nivel de corrupción de un estilo que está tocando fondo desde hace rato, pero que no parece que pueda cambiar con esta conducción y este modo de concebir el manejo de las instituciones.
Tras el final del partido que Bánfield ganara por 1-0 ante Tigre, su entrenador Julio Falcioni llegó a un inusitado nivel de dureza porque es rarísimo que quien gana se queje, aún cuando su equipo se encuentra a un partido de consagrarse campeón por primera vez en su historia. Falcioni llegó a censurar la decisión del Colegio de Arbitros de la AFA, de reemplazar a Pablo Lunati por Rafael Furchi, cuestionado desde su capacidad técnica, aduciendo que esta sorpresiva y arrebatada decisión, habría sido tomada por influencias de Newells Old Boys de Rosario, su rival en la lucha por el título. Pero no sólo ocurrió eso: ya Newells había reclamado por el arbitraje del propio Lunati en el partido que perdiera como local ante Arsenal y que podría costarle el campeonato, pese a lo cual, el Colegio de Arbitros designa, para la fecha siguiente, a Lunati, cuestionado eticamente por el presidente del Colegio de Arbitros de Mendoza, Pedro Castellino, quien indica que su patrimonio creció demasiado sobre lo esperable en estos años, para dirigir justamente al otro equipo que pelea el título contra Newells, Bánfield. Un mamarracho que demuestra que el Colegio de Arbitros en este momento ya ha perdido la brújula, incluso de manera administrativa, ya sin entrar en hechos mucho más relevantes como los que estamos citando, que exceden largamente la burocracia.
Pero si algún lector desprevenido cree que todo termina aquí y que este artículo finaliza con estas citas, se equivoca por mucho. Tras el irregular partido que Newells le ganó 0-1 a Colón en Santa Fe, con el arbitraje de Javier Collado, trascendieron unas declaraciones del juez a una revista cordobesa, hace un tiempo, en las que dice, ante una pregunta sobre si alguna vez le tocó presenciar algún hecho irregular, que efectivamente, le tocó ver cómo un equipo jugaba para atrás para perjudicar a su propio entrenador. Se refirió concretamente a Colón y a Falcioni, el mismo que ahora dirige a Bánfield. Los dos únicos jugadores que continúan en el equipo santafecino son Rivarola y Goux y tras finalizar el Colón-Newells, Collado echó a Rivarola (quien afirma que él árbitro lo insultó durante el partido) y todo terminó en una batahola que diezmó a Colón para el final del torneo. Nos preguntamos si Colón realmente quería ganar ese partido, siendo que jugaba contra Newells, rival en la lucha por el título ante el Bánfield de...Falcioni. También nos preguntamos por qué en dieciocho jornadas, a Newells lo dirigieron cuatro veces Collado, tres veces Diego Abal y tres veces Juan Pablo Pompei. Y de las cuatro veces que Collado dirigió a los rosarinos, tres fueron desde la fecha diez hasta la dieciseis, algo realmente llamativo. Nos preguntamos también qué hacía Jorge Romo, el presidente del Colegio de Arbitros, junto al titular de la AFA, Julio Grondona, en el sorteo del Mundial en Ciudad del Cabo, y nos hacemos la pregunta mayor, la que no hemos leído en ninguno de los medios argentinos, y que nos parece el ABC del periodismo, demasiado elemental, y que fue la piedra del escándalo con el caso de la expulsión del ex árbitro Aníbal Hay de la AFA, por sugerir, supuestamente, al actual juez Faraoni, que se favoreciera a San Lorenzo ante Atlético Tucumán por la primera fecha de este ya interminable campeonato: si se trataba de un partido de una primera fecha de una temporada que recién comenzaba, ¿cuál era el sentido de tener interés en favorecer a San Lorenzo? ¿Ese interés era futbolístico o meramente económico? ¿y si era económico, lo era para favorecer a quién o a quiénes? ¿Los interesados son del propio fútbol o son externos?
Recordamos algo que ya dijimos en su momento, y que la prensa argentina sigue sin tomarlo como corresponde. Cuando el arquero italiano de la Juventus Gianluiggi Buffon fue citado a los tribunales de Justicia italianos por el caso del Calcio-Pulite, por el que la Juventus tuvo que descender a Serie B italiana, sedefendió de la acusación de participar en las apuestas clandestinas diciendo que lo había hecho fuera de su país, en ligas de ex compañeros amigos. ¿De qué países, por ventura, son los ex compañeros extranjeros de Buffon? ¿con mayoría de jugadores de qué país jugó Buffon en el Parma, por ejemplo?
Lamentablemente, este fútbol se va ensuciando y nosotros tenemos el deber de estar alertas y decir lo que haya que decir, sin pelos en la lengua, sin compromisos con nadie más que con ustedes. Al pan, pan y al vino, vino...
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1 comentario:
El partido River 2- Raciing 0 tambien estaba arreglado.Passarella debutaba y es especialista en corrupción.Se nota demasiado!!! Un abrazo, Verenike!
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