El hecho de que los dos máximos candidatos, España y Brasil, puedan eliminarse en octavos de final, con lo que uno de los dos podría quedar en el camino demasiado temprano, y que Portugal podría entrar también en un enfrentamiento contra los campeones de Europa en la misma instancia, es lo más destacado del sorteo del Mundial de Sudáfrica realizado en Ciudad del Cabo.
Como suele suceder, muchas de las especulaciones sobre el devenir de la próxima fase final del Mundial, que se jugará entre el 11 de junio y el 11 de julio próximos en territorio sudafricano, terminan ahora sobre lo estrictamente cualitativo y ya pasamos a los hechos en los que la fortuna juega su papel y como siempre, ha dejado beneficiados y perjudicados.
Si bien esta vez no se puede afirmar con rotundidad que haya un “grupo de la muerte” entre los ocho que componen la fase final, es claro que los tres más duros y competitivos resultan el D (Alemania, Australia, Serbia y Ghana), el E (Holanda, Dinamarca, Japón y Camerún) y el H (Brasil, Portugal, Corea del Sur y Costa de Marfil). Es claro que en estos tres grupos, habrá siempre un equipo fuerte que se quedará afuera de los octavos de final.
Asimismo, ya hay cierta certeza en cuanto a que tendremos dos o tres partidos muy fuertes en los cruces de octavos de final, porque los dos primeros del grupo H deberán cruzarse con los dos primeros del grupo G, que es el que componen España, Suiza, Honduras y Chile, por lo que podríamos tener un Brasil-Chile (como en Francia 1998) o un España-Portugal, o un España-Costa de Marfil o aún más impactante y que podría determinar un impactante cambio en las previsiones del torneo, un España-Brasil.
Asimismo, los octavos de final podrían determinar un cruce entre Argentina y Francia ó que se repita el enfrentamiento de octavos del pasado Mundial entre Argentina y México, ó el de 1986 entre Argentina y Uruguay, un clásico sudamericano, o bien podríamos tener un enfrentamiento africano entre nigerianos y sudafricanos, o entre nigerianos y franceses, que también podría ser muy llamativo.
Puede decirse también que el equipo local, Sudáfrica, resultó algo beneficiado en un grupo A sin ningún rival inaccesible, toda vez que Francia no está en su mejor momento (si bien pudo haberle tocado otro europeo de menos nivel), Uruguay representa una incógnita pero no ha hecho una buena eliminatoria, y en cambio México puede ser un adversario exigente por lo que ha crecido desde que Javier Aguirre ha tomado la conducción del equipo norteamericano.
Japón no ha tenido mucha fortuna y deberá esforzarse mucho si tiene deseos de pasar a octavos de final en un grupo con dos fuertes seleccionados europeos como Holanda y Dinamarca, que se han clasificado con facilidad, mientras que el cuarto conjunto es nada menos que Camerún con el temible Samuel Eto’o en su ataque.
El primero de este grupo E tiene bastantes chances de seguir una buena carrera en el Mundial porque el Grupo F parece bastante abierto para la clasificación de Italia (la actual campeona del mundo) y Paraguay, a los que les ha tocado Nueva Zelanda y Eslovaquia. Por lo tanto, el equipo que evite a Italia tiene mayores posibilidades, en principio, de avanzar a la fase siguiente.
En al caso de los Grupos A y B, aparecen como claros favoritos Argentina y Nigeria en el segundo (deberán enfrentar a Corea del Norte y Grecia, que puede convertirse en el árbitro), mientras que el primero hay una mayor paridad aunque Francia y México tienen mejores rendimientos en los últimos tiempos, aunque no habría que descartar una sorpresa, por la historia que posee Uruguay y por ser locales los sudafricanos.
El cruce de octavos entre los clasificados en los grupos E y F aparece como bastante desbalanceado porque por el lado del E, Inglaterra y Estados Unidos aparecen como claros favoritos al tener que enfrentar a Argelia y Eslovenia, mientras que por contrario, el grupo F aparece como de final incierto, por la enorme paridad. Los alemanes deberán enfrentar a Ghana, Serbia y el siempre complicado equipo australiano al que ya sufrió Italia en octavos de final del Mundial pasado.
Aquí podría ocurrir otro cruce que despejaría el Mundial de otro candidato fuerte, porque podríamos tener un Inglaterra-Alemania, o bien un Inglaterra-Serbia o un Alemania-Estados Unidos en octavos de final.
Para el final, un tremendo grupo G, en el que por primera vez en mucho tiempo Brasil deberá eliminarse con durísimos equipos como Costa de Marfil o Portugal (completa Corea del Norte, con escasísimas chances), con lo cual ya uno de los equipos fuertes no pasará de la primera fase, mientras que los dos que sí logren avanzar, tendrán seguramente que enfrentar a España y posiblemente a Chile, de gran eliminatoria. En este grupo H, Suiza aparece como árbitro y posible sorpresa y Honduras no parece haber tenido fortuna al participar con estos equipos.
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