lunes, 21 de marzo de 2011

Otra muerte, frases vacías, ninguna solución


El hecho que analizamos es el siguiente: se acerca el partido entre Vélez y San Lorenzo, con un odio alimentado en los últimos años, cuando Huracán decayó y los de Boedo encontraron en los de Liniers un rival acode para trasladar aquellos enfrentamientos con los de Parque Patricios. Así se produjo la muerte de Emmanuel Alvarez, como antecedente de lo que aconteció este domingo en los alrededores del estadio José Amalfitani.
Esta vez, no se puede responsabilizar, al menos en un buen porcentaje, a los dirigentes de ambos clubes. En la semana, Fernando Rafaíni por Vélez, y Carlos Abdo por San Lorenzo, decidieron intercambiar banderines, determinar que los equipos salieran a la cancha portando las banderas de los rivales, todas medidas de buen talante para un fútbol argentino demasiado desacostumbrado a estos gestos de buena voluntad.

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