El martes se presentó públicamente un acuerdo entre el Real Madrid y el Gobierno de España, así como la Comunidad y la Alcaldía de Madrid, a cambio de tres millones de euros, para promocionar a la capital española como “destino turístico de excelencia” durante tres años.
A través de este acuerdo, los jugadores del Real Madrid pasan a ser “embajadores de las marcas España y Madrid en el mundo” y en cada uno de los partidos del equipo blanco, en el estadio Santiago Bernabeu, en Liga y Copa del Rey habrá espacios publicitarios con la promoción “Visit Spain, visit Madrid”.
La agencia Citymarketing, con la que vienen trabajando los tres organismos estatales en la llamada “Promoción Madrid”, establece una red de alianzas estratégicas con Nueva York, San Pablo, Buenos Aires, México DF y Tokio para que Madrid sea un destino en América Latina y Asia, apuntando a la Ryder Cup de golf, que tendrá lugar en la capital española en 2018, luego de haber fracasado en sus intentos por albergar los Juegos Olímpicos tanto para 2012 como para 2016 (ante Londres y Río de Janeiro), y el Mundial de fútbol de 2018, ante Rusia.
Hasta aquí, una buena idea excepto por un “pequeño detalle”, que pasa por el favoritismo hacia un club de la primera división española, con respecto a los otros diecinueve, o, si se circunscribe a Madrid, a los otros dos equipos de la comunidad (Atlético Madrid y Getafe)
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