Fue muchísimo más que un triunfo ante el Real
Madrid, y en el propio Santiago Bernabeu, inexpugnable por tantos años, y
ahora, escenario de la segunda victoria consecutiva ante el tradicional rival
de la ciudad. El Atlètico Madrid venció con una demostración de gran
superioridad, que no demuestra el 0-1 final, y no sólo sigue compartiendo el
liderazgo de la Liga Española junto al Barcelona, sino que ahora sí, puede ser
considerado como buen candidato al título.
Sin dudas, el Atlético tiene menos individualidades
que el Real Madrid, si nos referimos a la calidad técnica de sus jugadores,
pero hoy, aunque parezca raro, es más equipo en el funcionamiento colectivo. Se
percibía desde el inicio de la temporada, pero este concepto se profundizó en
el enfrentamiento entre ellos el pasado sábado por la séptima jornada de la
Liga.
Después de mucho tiempo, el Atlético salió a jugarle
sin miedo al Real Madrid. Muy bien plantado atrás, con dos líneas de cuatro
aunque con posibilidades de llegada por ambos costados y con el turco Arda
Turán manejando los hilos, y con David Villa pero en especial Diego Costa, la
gran figura del partido, en posición ofensiva, siempre complicó a los blancos y
les generó varias ocasiones de gol, que de milagro no cristalizaron.
De cualquier forma, Atlético consiguió el único
tanto bastante pronto, en los pies del gran delantero Diego Costa (pasa por un
excelente momento, más allá de algún exceso en la puja con sus adversarios, que
lo coloca siempre al borde de la expulsión), y eso le generó no sólo una mayor
tranquilidad, sino que pudo posicionarse en el campo para jugar al juego que
mejor juega y que más le gusta.
Así es que el Real Madrid comenzó a notar que los
minutos pasaban y que no le encontraba la vuelta al planteo rival, y descubrió
que con espacios cerrados, ni Angel Di María, ni Cristiano Ronaldo, ni Karim
Benzema tuvieron la movilidad necesaria como para dar vuelta la situación,
sumado a que su entrenador Carlo Ancelotti, que acertó en los cambios en el
entretiempo (todos vieron que debían ingresar Luka Modric y Gareth Bale), no
tuvo el mismo efecto con el del joven Morata por Isco, quitando a uno de los
pocos que podían generar algo distinto, ante la enorme superioridad táctica del
adversario.
Ni siquiera en la final de la pasada Copa del Rey,
en el Bernabeu, cuando hace apenas cuatro meses el Atlético se impuso
sorpresivamente, los del entrenador argentino Diego Simeone habían jugado con
tanta solvencia, pasando tantas veces al ataque, y teniendo tantas chances de
rematar el partido, con un marcador mucho más amplio, que es lo que merecían.
Si bien Simeone insiste en que no tiene la calidad
de jugadores que el Barcelona (al que le plantó cara e hizo sufrir en ambos
partidos de Supercopa de España en el inicio de la temporada) o el Real Madrid,
y que claramente se posicionó como tercero en discordia entre los equipos
nacionales, es evidente que a partir de ahora, con todos los puntos ganados en
juego en siete jornadas, no puede descartar la chance de pelear por el título
hasta el final.
Comparte la punta con el Barcelona, a cinco puntos
del Real Madrid, cuando los catalanes aún deben jugar ambos clásicos, mientras
juegan la fase de grupos de la Champions League que podría colocarlos en los
octavos de final y aún espera la Copa del Rey.
El gran dilema es si este plantel será suficiente
para el abordaje de una larga temporada y cómo lo administrará Simeone, que
manejó muy bien los tiempos en el Bernabeum, e hizo los cambios en los últimos
diez minutos, es decir que tuvo casi todo el crédito para tomar las decisiones,
siempre consultando con su ayudante y compatriota Germán Burgos.
Viendo a este Atlético jugar con tanto aplomo en un
escenario difícil y siempre esquivo como el Bernabeu, y superando por tanta
diferencia a un equipo con jugadores tan valiosos como el Real Madrid, puede
notarse el excelente trabajo de Simeone desde que hace dos temporadas se hizo
cargo de un equipo sin respuestas y que navegaba por una mediocridad sin luz al
final del túnel.
Hoy, es un grupo confiado en sus posibilidades, sin
techo, y que explota al máximo las capacidades de cada jugador hasta
potenciarlos como en el caso de Diego Costa, a punto de pasar a jugar en la
selección española si no es convocado pronto a la suya, la brasileña.
Diego Costa emerge como la estrella que carga el
peso del ataque tras la salida del gran goleador Radamel Falcao al Mónaco, y su
gran producción lo coloca en la punta de la tabla de goleadores del certamen.
Otras grandes producciones en el Bernabeu fueron las
del volante Tiago, de gran presencia en todos los sectores, y ganando en ambas
áreas en el juego aéreo, el lateral Filipe Luis, y los centrales Miranda y
Godín, pero el funcionamiento del bloque fue notable y la confianza que puede
adquirir a partir de este derby, es ilimitada.
¿Puede ser campeón de Liga este Atlético? No parece
fácil a tan largo plazo, cuando los tiempos y la cantidad de partidos suelen
jugar a favor de plantillas largas, pero tratándose del carácter de estos
jugadores y de un entrenador tan ganador como Simeone, ¿quién se anima a
descartarlo?