martes, 17 de septiembre de 2013

¿Es posible el sueño del Atlético Madrid? (Jornada)



Mucho más allá de las matemáticas, de fríos números, o de una tabla de posiciones demasiado provisional cuando apenas van cuatro fechas de la Liga Española, por primera vez en muchos años, al menos, es posible preguntarse si esta vez el Atlético Madrid, es decir, un equipo que no sea ninguno de los dos poderosos, el Barcelona y el Real Madrid, está en condiciones de ganar el torneo.

En principio, esta pregunta tiene una respuesta fácil, básica, por la negativa. Sin embargo, el hecho mismo de plantearlo, obliga a pensar que algo, por más mínimo que sea, ha cambiado en el devenir de la Liga, aunque todos hayan llegado a jugar solamente cuatro partidos sobre treinta y ocho posibles de un torneo largo que llegará hasta mayo de 2014 y que si nos guiamos por la lógica pura, acabarán ganando los equipos que cuenten con planteles ricos y con mucho recambio.

Si el planteo existe, no es sólo porque el “Aleti”, que dirige el argentino Diego Simeone, haya sacado los doce puntos en juego, o acaso muy poco porque haya convertido y recibido los mismos goles que su acompañante en la punta, el menos sorpresivo Barcelona de su compatriota Gerardo Martino, sino porque por primera vez en muchos años (en el caso de los “colchoneros”, exactamente diecisiete), la producción del equipo de la capital española viene creciendo con una envidiable coherencia.

Cuando Simeone se hizo cargo del equipo, éste navegaba en la absoluta mediocridad de la que su anterior entrenador, el psicólogo Gregorio Manzano, no había logrado salir.

El “Cholo” comenzó por algo demasiado elemental como mantener el arco invicto de visitante, ganar de local e ir cambiando la mentalidad de los jugadores, hasta dar con un conjunto granítico, que fue escalando en los objetivos, aún con Radamel Falcao en el ataque, marcando goles decisivos, hasta terminar quedándose con una gran Europa League ante el Athletic de Bilbao (de excelente trayecto de la mano de otro argentino, Marcelo Bielsa) y la Supercopa de Europa ante el poderoso Chelsea, al que vapuleó en uno de los partidos más importantes de su historia moderna.

El Atlético no se quedó, sino que creció hasta dar pelea, mientras pudo, en la Liga pasada y ante los dos gigantes de mucho mayor presupuesto, y acabó clasificándose para la Champions League, que comienza en estas horas, para terminar la temporada con el postre más deseado, el de ganar la Copa del Rey a su clásico rival, al que no le podía arrancar ni un empate en el último tiempo, y nada menos que en el Santiago Bernabeu.

Muchos creyeron que allí se acababa el ciclo. La salida de Falcao hacia el Mónaco por la necesidad de euros, hizo creer que sería irreemplazable y el principio del fin, pero nada de eso ocurrió, y poco faltó para que el Atlético se quedara hace menos de un mes con la Supercopa Española nada menos que en los dos partidos ante el Barcelona, y ahora sigue en la Liga con puntaje ideal cuando debe comenzar la fase de grupos de la Champions.

¿Y los dos poderosos? Tal vez sea ésta otra de las apoyaturas del Atlético, aunque pueda parecer todo lo contrario. Tanto el Barcelona con Martino, como el Real Madrid con el italiano Carlo Ancelotti en lugar del portugués José Mourinho, han cambiado de entrenador, y por ahora ninguno de los dos ha encontrado un funcionamiento que les otorgue seguridad en el andar.

En el caso del Barcelona, aunque Martino entró con el pie derecho y obtuvo buenos resultados, encandiló al principio con dos goleadas, al Santos por la Copa Gamper (8-0) y al Levante por la Liga (7-0) pero luego comenzaron a notarse dificultades en el juego aéreo defensivo, Lionel Messi no aparece tan involucrado en el juego, y el brasileño Neymar, la nueva joya, está en proceso de adaptación, cuando Andrés Iniesta recién va tomando forma.

A algunos resultados muy sufridos, se sumó una entrevista con el defensor Gerad Piqué a un diario italiano, que emitió una extraña frase para el mundo barcelonista, cuando dijo que “antes éramos rehenes del tiki-taka”.

Las cosas no son muy distintas para el Real Madrid, que no sólo tuvo cambio de entrenador sino de varios jugadores base. La salida del alemán Mesut Özil al Arsenal, de Gonzalo Higuaín al Nápoli y del brasileño Kaká al Milan, y en especial, las llegadas de Isco, y del carísimo galés Gareth Bale, cambiaron la fisonomía de un equipo que antes jugaba mucho más recto y al error del rival y que ahora busca tener algo más de posesión de pelota, adelantándose unos metros en la cancha.

Esto también le está generando cierta crisis de identidad con respecto a las temporadas anteriores, aunque cuenta con tal riqueza de plantel, que es posible que termine solventando casi todos sus compromisos.

Lo cierto es que ni el Barcelona ni el Real Madrid ofrecen hoy ninguna seguridad en sus rendimientos, pero sólo el tiempo será testigo de posibles cambios y mejoras.

Volviendo al inicio, ¿es entonces posible pensar en una Liga para el Atlético? Parece demasiado lejos la luz en el largo túnel de la Liga, pero por primera vez en mucho tiempo, nadie podría descartarlo de plano, y eso, en el fútbol español, ya es noticia.


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