martes, 22 de octubre de 2013

Liberen a Willy (a la selección) (Jornada)



“Sabella, Willy es argentino”. El cartel permanece, desde hace ya muchos meses, en el estadio de “La Rosaleda”, en el que el Málaga oficia como local en la Liga española, y es en referencia a Wilfredo Daniel caballero, nacido en Santa Elena y con 32 años recién cumplidos, considerado hoy uno de los mejores arqueros del fútbol europeo.

Distintas versiones indican que tras su brillante actuación del pasado sábado en el Santiago Bernabeu ante Real Madrid, pese a la derrota por 2-0 de su equipo, cuando tuvo nueve tapadas en una extraordinaria jornada, Caballero editó los mejores momentos en un video y se lo envió al entrenador de la selección argentina, Alejandro Sabella, con la frase “es todo lo que puedo hacer”. El propio arquero lo manifestó a la emisora “Onda cero” de Madrid.

Otros destacan una frase elocuente, emitida a poco de finalizado el partido ante Real Madrid. “No hay mejor mensaje para Sabella que éste. Jugando así puede que tenga una oportunidad en la selección aunque si no la tengo, no me voy a hundir porque he pasado cosas peores”, refiriéndose a un problema familiar que lo afectó en su carrera temprana.

Caballero no fue por el camino esperado para quien se consagra campeón mundial sub-20, como fue su caso, en 2001 como local, en un equipo que contaba como máxima figura a Javier Saviola pero que además albergaba a Maxi Rodríguez, Nicolás Burdisso, Fabricio Coloccini, Leandro Romagnoli Leonardo Ponzio o el “Chori” Alejandro Domínguez.

En Boca, participó del gran ciclo de Carlos Bianchi como suplente de Roberto Abbondanzieri hasta que en 2004 decidió emigrar al fútbol español, aunque fuera al modesto Elche, regresó en 2006 por un corto lapso para atajar en Arsenal, volvió a España para llegar al gran Málaga del ingeniero Manuel Pellegrini, y también le tocó vivir el desarme de la gran ilusión para permanecer en un conjunto apenas aceptable, ahora dirigido por el alemán Bernd Schuster.

A tal punto llegó la actuación de Caballero, que tras el partido del Bernabeu, hasta su ocasional rival y compatriota Angel Di María consideró que tiene nivel para jugar en la selección, aunque, diplomático, dijo que su deseo “es que sea Sabella el que decida convocarlo”.

La frase de Di María, sin dudas, ayuda desde adentro del conjunto nacional para abrirle las puertas al que es hoy, sin dudas, uno de los mejores arqueros que tiene Argentina en el mundo, junto con Sebastián Saja, Agustín Orión, Marcelo Barovero y Guillermo Sara (en el Betis).

Antes de cada Mundial, como si fuera una constante en un público tan futbolero como el argentino, siempre aparecen polémicas por lo que muchos consideran injusticias por jugadores que no terminaron participando del Mundial siendo los favoritos de  la mayoría.

Ya había ocurrido para el Mundial de Suecia en 1958, cuando la selección concurrió, y fue eliminada estrepitosamente en la primera rueda, sin sus grandes estrellas de Europa como Humberto Maschio, Antonio Angelillo, Enrique Sívori y Alfredo Di Stéfano, lo que repitió para Chile 1962 e Inglaterra 1966, cuando tampoco estuvo Angel Clemente Rojas.

Para Alemania 1974, una tripleta de técnicos decidió no convocar a los cracks emergentes como Norberto Alonso, Osvaldo Potente, Ricardo Bochini, Marcelo Trobbiani, Juan José López o Daniel Bertoni, que llenaban de colores los domingos argentinos, y la mayoría de ellos, y ni siquiera Diego Maradona, participaron de Argentina 1978, como tampoco Miguel Brindisi, Carlos Bianchi, Angel Bargas u Osvaldo Piazza, del exterior, o Mouzo, Pernía y J.J. López, del torneo local.

Alberto Brailovsky se quedó misteriosamente afuera de la selección en España 1982, y Ramón Díaz, por motivos más conocidos, en México 1986 y en Italia 1990 al igual que Alberto Márcico, así como Juan Román Riquelme y Fernando Redondo se quedaron sin Mundial en 1998 y 2002.

Siempre faltó alguno y siempre el imaginario colectivo pidió por el crack que no está. ¿Será ahora el caso de Caballero, sumado al de Carlos Tévez?

La cuestión será que si Caballero, en un acto de arrojo y de amor por la selección argentina, le envió efectivamente su video de atajadas a Sabella, éste tenga, como parece, el suficiente equilibrio para comprender que sólo se trata de eso, de alguien que deja todo por estar, y quiere que quede claro que se muere de ganas de jugar el Mundial, y tiene con qué.

 


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