Aunque posiblemente el portugués Cristiano Ronaldo
arrase con todos los premios individuales de 2016, el fútbol mundial nos sigue
mostrando una rivalidad palmo a palmo con el argentino Lionel Messi mientras
cada vez más ligas de distintos países se van apuntando a la fiebre de la
pelota, en tiempos en los que la propia FIFA se propone elevar la cifra de
participantes en los principales torneos.
Para un Mundial que en el futuro posiblemente
alcance la cifra de 48 equipos en la fase final, aunque con otro formato,
mientras que lo mismo acontecería con el Mundialito de Clubes, al que se
clasificarían muchos más equipos, suena lógico que muchas ligas nacionales de
países emergentes, que siempre han tenido que sufrir para llegar a las últimas
instancias, ahora se planteen su participación como mucho más cercana.
Así es que especialmente China, aunque también India
y cada vez más ligas se lancen con todo en la búsqueda de formar parte de la
fiesta grande del fútbol. Uno de los ejemplos pudo constatarse ya en el pasado
Mundialito de Clubes de Japón, donde ni el equipo sudamericano ni el africano
lograron clasificarse a la final ante el Real Madrid, algo que sí consiguió el
Kashima Antlers, dejando una muy buena imagen.
En el caso de China, desde el propio Estado se ha
alentado potenciar al fútbol local, para lo cual se puede aprovechar la
situación de acumulación de dólares de estos años por parte del país como para
lanzarse a una impresionante inversión en jugadores top, como para ir
trasladando el eje de la atención desde Europa hacia allí, algo que seguramente
llevará varios años, y que se suma a la inversión también realizada por la
Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos desde hace ya varios años.
Es a ese mundo que pretende ser multipolar en el
fútbol, al que Africa y especialmente
Sudamérica deberán adaptarse en cuanto a sus organizaciones y sus ligas para no
irse aislando. Se trata de dos continentes básicamente vendedores, aunque hay
enormes distancias históricas entre uno y otro y tampoco parece casual que la
Conmebol haya decidido que a partir de 2017 su gran torneo continental, la Copa
Libertadores de América, se juegue anualmente y no en un solo semestre como era
hasta ahora.
Uno de los motivos es que justamente al terminar a
fines de junio o los primeros días de julio, el ganador de la Copa Libertadores
quedaba muy lejos del Mundialito de Clubes y como además no podía resistir a la
oferta por sus mejores jugadores desde Europa u otros mercados, llegaba a
diciembre bastante debilitado respecto del campeón de la Champions League.
De cualquier forma, el hecho de que ahora la Copa
Libertadores se juegue anualmente no implica que muchos jugadores no se vayan
cuando se abra el mercado de verano europeo y entonces muchos equipos queden
debilitados o con necesidad de reforzarse para suplir sus pérdidas para la
segunda parte del torneo, lo cual le dará una cierta irregularidad.
En cuanto al fútbol europeo, desde hace ya varios
años que hay una cierta lógica. Pese a excelentes actuaciones de algunos
jugadores como Antoine Griezmann, Neymar, Marcelo, Gareth Bale, Sergio
Busquets, Luis Suárez o David De Gea, nadie parece quitarles la disputa por el
reinado de cada año a Cristiano Ronaldo y a Messi, enfrascados en seguir
batiendo todo tipo de récords en una inédita disputa de casi una década.
En este caso, los premios parecen decantarse más por
el portugués aunque la explicación es confusa porque pasa mucho más por logros
colectivos que individuales, tratándose de galardones para jugadores y no para
labores colectivas.
Si nos basamos en las conquistas de equipos,
entonces no hay debate y Cristiano Ronaldo, con sus éxitos en la Champions
League y el Mundialito de Clubes con el Real Madrid, y en la Eurocopa con
Portugal, lleva mucha ventaja.
Sin embargo, como se citó anteriormente, sería
importante definir si los premios individuales se otorgan por rendimientos como
jugador o por lo que consiguieron con sus clubes o selecciones.
Un buen ejemplo de ello es el sueco Zlatan
Ibrahimovic, que siendo uno de los mejores jugadores del mundo, al no poder
clasificarse a un Mundial con su selección, más de una vez ha pagado por
razones ajenas a su clase o técnica.
En este sentido, Cristiano Ronaldo se ha
beneficiado, con el Real Madrid, de un muy favorable sorteo de Champions para
los octavos y cuartos de final, que colocó a los blancos rápidamente en las
instancias finales cuando no estaban jugando nada bien y habían llegado con
mucha dificultad, mientras que algo parecido ocurrió en la Eurocopa de Francia,
en la que la selección portuguesa no había realizado destacadas labores en las
fases previas y en la propia final, aún venciendo a los locales, su mejor
figura debió salir lesionado cuando quedaba mucho para la definición del
torneo.
Creemos que en lo individual, y pese a una lesión
que lo marginó de los campos por algunas semanas, Messi ha sido superior, en lo
individual y en cuanto a la continuidad, que el propio Cristiano Ronaldo,
aunque es evidente que lo que cuenta en los premios para por otro lado.
En cuanto al fútbol europeo, si bien la Premier
League sigue siendo la mejor liga del mundo, por su nivel y alcance, y aunque
la Liga Española no sólo mantiene en la vanguardia a sus dos mejores equipos,
el Real Madrid y el Barcelona, aunque sumando como muy competitivos al Atlético
Madrid, al Sevilla y al Villarreal, uno de los torneos en franco ascenso es el
de la Bundesliga, por el respeto por el balón y por la impresionante
concurrencia.
El fútbol mundial, a fines de la segunda década del
siglo XXI, se debate también en la necesidad de los cambios tecnológicos y en
la necesidad de que la ética reine por fin y se acabe la corrupción dirigencial
que estuvo asolando durante tantos años.
1 comentario:
En 2020 algún equipo chino se llevará a CR7 Y a LM10 para que jueguen juntos.
Lo raro es que no aparezca un virtuoso de 18 o 20 años dispuesto a suceder a los dos gigantes
En ese caso, podrán los dos dominar por cinco años más.
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