Es mayo de 2012 y Jorge Mendes regresa de Milán a
Lisboa en un vuelo. Viaja, en clase
Ejecutiva y no se percata que cerca de su asiento también se encuentra un
colega, José Veiga. Recién atisba su presencia al bajar, en el camino a recoger
la valija. Veiga habla por su celular y en ese momento, Mendes se acerca y lo
increpa. Está molesto porque el otro agente habló mal de algunos de sus
representados, Sergio Coinceiçao, Deco y Jorge Andrade. Vienen enfrentados
desde hace tiempo. Entonces, Veiga le tira el teléfono celular a la cara y el
aparato acaba en el suelo. Se empujan y el revuelo en el aeropuerto de Portela
es total porque ambos son conocidos. Caen al piso y se siguen pegando hasta que
los terminan separando.
Veiga era el gran agente portugués, el que fue dueño
de casi todos los pases, el fundador de Superfute, la agencia de representación
de futbolistas. Y Mendes, un muchacho que de repente, se fue quedando con todo
lo suyo, con sus grandes joyas, en una guerra sin cuartel que incluyó a los
principales clubes de Portugal. Y ese día fue la representación del cambio de
mando. Lo paradójico es que en ese momento, los dos eran todavía accionistas
del Porto, uno de los principales clubes lusos, ganador de la Champions League
en 2004.
Veiga había comenzado a tener problemas con el
presidente del Porto, Pinto da Costa, por dos malas operaciones, las de Sergio
Conceiçao a la Lazio y la de Doriva a la Sampdoria, y el agente fue apartado de
las negociaciones futuras por lo que se vengó llevándose a sus jugadores Zlatko
Zahovic, LjubinkoDrulovic y Juan Manoel Pinto al Benfica, otro de los clubes
grandes de Portugal. En cambio, Mendes se encargó de remendarlo y traer al
Porto a los suyos, Deco, Candido Costa y Mario Silva.
Allí entra Mendes como “hombre de confianza” del
Porto, con trasferencias como la de Nuno al Deportivo La Coruña, o Costinha
(que era un desconocido en ese momento, en el Nacional de la B portuguesa) al
Mónaco. Así es que Mendes trajo al Porto a jugadores como Deco, Clayton,
Paredes, Quintana, y el ex Boca Hugo Ibarra. Tenía nueve jugadores del plantel ,
pero Veiga manejaba a todo el del Benfica (24 jugadores sobre los 27 totales).
Veiga llegó a manejar entre otros nada menos que a
Luis Figo, que sin embargo ya era representado por Mendes en 2000 cuando se
produjo un absoluto revuelo internacional tras su pase del Barcelona al Real
Madrid.
También Veiga estuvo cerca del Sporting, el tercer
grande de Portugal, y fue el responsable
de la llegada al club de un ídolo como el brasileño Jardel. La rivalidad
aumentó cuando Mendes le sacó a Hugo Viana (fue al Newcastle de Bobby Robson
por 13,5 M de euros) y a Danny (a quien Veiga perdió por no querer pagarle 30
mil euros a un tío del jugador), pero más aún cuando le arrebató a Cristiano
Ronaldo, la gran joya, tras ir convenciendo a su madre con distintos regalos y
promesas, o consiguiendo entradas para recitales.
“Es muy encantador, pero ahora él
es el José Veiga del fútbol portugués. Quiere estar en todo. Antes viajaba 800
kilómetros por una diferencia de 500.000 euros y tiene ese punto en común con
Cristiano Ronaldo –y creo que eso los acerca- de querer más y más. Es
insaciable”, remarca el gran periodista español Guillem Balagué, autor del best
seller “Cristiano Ronaldo”.
Nacido un 7 de enero de 1966 en
Lisboa, Mendes es hijo de un funcionario y un ama de casa. Fue volante
izquierdo del Vianense de Tercera y en otros equipos pequeños pero sin éxito y
se convirtió en DJ, fue abriendo videoclubes y regenteó un cabaret,
“Alfándiga”, en Caminha y allí tuvo su golpe de suerte o de oportunidad cuando
conoció en 1996 al arquero del Vitoria de Guimaraes Nuno Espíritu Santo, quien
le dijo que soñaba con fichar por el Porto y así fundó Gestifute, para ayudarlo
y meterse en ese mundo.
Sobre los estudios que terminó Mendes, hay un gran
misterio. En una de sus autobiografías se sostiene que debió salir
inmediatamente a trabajar para ganarse la vida, aunque su agencia Gestifute
está conformada por profesionales de la comunicación (ex periodistas de diarios
deportivos) y de derecho y economía, como su sobrino Luis Correias (hijo de su
hermano), uno de los máximos expertos.
Pippo Russo, periodista y sociólogo italiano, autor
del durísimo libro “La orgía del poder” (2016),
dice que la clave del éxito de JM es que se constituyó en el hombre de
las grandes finanzas en la liga portuguesa a partir de 2000/02 cuando los
fondos de inversión decidieron acercarse a la compra de derechos económicos de
los futbolistas.
Eso es distinto que en Sudamérica, en la que “el negocio de
las terceras partes” está constituido por agentes y no por grupos financieros.
Los primeros fueron los del Banco del Espíritu Santo, que decidieron invertir
especialmente en Boavista, Sporting y Porto. En cambio, no en Benfica por el
problema con José Veiga, ligado a este club como director general y gran
enemigo del Porto. Una vez que Veiga perdió el Benfica, se convirtió en el
principal referente de Portugal.
Hoy es considerado el principal empresario del mundo
con más de 80 futbolistas de primer nivel (James Rodríguez, Ángel Di María,
Radamel Falcao, Diego Costa, entre ellos) pero puede decirse que como todo en
la vida, tuvo su buena dosis de fortuna, aunque supo aprovechar la oportunidad.
Mendes fue muy ayudado por la irrupción, junto con
él, de Cristiano Ronaldo y José Mourinho, y que ninguno de ellos era del
Benfica. Así como tuvo que quitarle a
Veiga la representación de cristiano Ronaldo,
cuando Mourinho ganó la Champions League 2004 con Porto, tenía como
representante a José Baidek. A Mou, JM le llegó con el convencimiento de que
podía meterlo en la Premier League y así arribó al Chelsea junto con los
jugadores Ricardo Ferreira y Tiago Mendes, (2004), y más adelante Deco (2008).
Pero más extraños son los casos del defensor José Bosingwa, (lateral nacido en
Zaire, por el que Román Abramovich, dueño del club, pagó al Porto en 2008 20,5 millones de euros)
y Henrique Hilario, el arquero que llegó para ser tercero detrás de Peter Cech
y Carlo Cudicini, con 33 años.
Un caso para el recuerdo es el del joven Charly
Musonda Junior, hijo de una gloria del país, Charly Musond. Nacido en Bélgica
en 1996, llegó a la cantera del Chelsea proveniente del Arderlecht junto con
sus dos hermanos, Lamisha y Tika en la primavera de 2015. No quiso esperar,
creyó que tenía futuro, y su agente belga Cristophe Henrotay, lo tenía colocado
en el Mónaco, pero insólitamente, Mourinho, el director técnico, se opuso a su
salida. Decía que el jugador (que nunca jugó en Primera) le interesaba y al
poco tiempo el chico cambió a su agente y se fue a Gestifute. Charly firmó
entonces un contrato hasta 2019.
Las puertas para todos estos negocios en el Chelsea
se las abrió el también poderoso agente de futbolistas israelí Pinjas Zahavi,
muy conocido en la Argentina por sus vínculos con el actual titular del AFI,
Gustavo Arribas y con Fernando Hidalgo, con los que conformó el Grupo HAZ, que
lleva sus tres iniciales.
La única chance de enfrentamiento con Zahavi fue
entre 2007 y 2008 cuando ambos quisieron quedarse con el manejo de los
jugadores de la cantera del Sporting Lisboa, pero la sangre no llegó al río.
Tanto es así que en
Sudamérica, tienen una clara división por países. JM se queda con Brasil y el
israelí, con Argentina. En Brasil, el ex jugador local nacionalizado portugués
Deco es la cabecera de playa y suele traer jugadores a equipos medianos de
Portugal como Vitoria Guimaraes, Moreirense o Paços Ferreira aunque los dos
clubes por excelencia de Mendes, en este nivel, son Sporting Braga y Río Ave.
Mendes También representa al brasileño Luiz Felipe
Scolari (que también fue al Chelsea) y a Diego Maradona, que nunca desmintió
eso pero no se entiende muy bien su rol en este caso porque no se conocen
gestiones por él desde Gestifute.
Su capacidad para hacer relaciones es infinita, a
partir de su carácter entrador y sus vínculos con el mundo de las finanzas y la
dirigencia deportiva europea.
En España estuvo muy ligado al Valencia desde que
Peter Lim, de Singapur, se convirtió en
el principal accionista, por la compra, desde su empresa Meliton Holding, del
72,6 por ciento del total en 2014. La relación es tal que estuvo presente en el casamiento de Mendes con Sandra, con
quien tiene tres hijos, en 2015, en la
iglesia San Joao Baptista, en la zona de Porto –el civil había sido una década
antes-. Cristiano Ronaldo fue el padrino de boda y le regaló una isla en
Grecia. Poco antes, en junio, CR7 le había vendido sus derechos de imagen a
Mint Media, la empresa de Lim, gracias a JM, en un movimiento considerado
estratégico. Tal es la influencia de Mendes, que Lim ya había fichado a dos de
sus jugadores, André Gomes (hoy en el Barcelona) y Rodrigo, al Benfica.
Justo antes de la llegada de
Guardiola al Barcelona, en 2007, Real Madrid llegó a estar colonizado por
Gestifute cuando en verano de ese año llegó Pepe desde el Porto por 30 millones
de euros, en 2009, Cristiano Ronaldo (94), en 2010 llegó Mourinho, y ahí se
abrieron todas las puertas y arribaron Ricardo Carvalho (8), Di María desde el
Benfica (25) y en 2011, Fabio Coentrao desde el Benfica (30).
En ese tiempo, el reputado
periodista italiano residente en Londres Gabriele Marcotti llegó a decir en The
Wall Street Journal que JM era “el verdadero dueño del Real Madrid aún sin
haberlo comprado nunca” y había una casa en la exclusiva zona de La Finca, en
la capital española. En el verano de 2014 le preguntaron a Florentino Pérez si
pensaba comprar a Falcao y respondió:
“si lo contrato, debo dejar la presidencia a Mendes” pero en ese año
llegó James Rodríguez, considerado el mejor jugador del pasado Mundial, por 80
millones de euros desde el Mónaco, que un año antes le había pagado 45 al Porto
pero al fracasar el pase de De Gea y Jesús Navas, en ese tiempo se fue alejando
de la Casa Blanca .
Para Mendes, sin embargo, eso no
fue más que una oportunidad de acercarse al rival, al Barcelona, gracias a su
amistad con el presidente de entonces, Joan Laporta. Habían pasado poco más de
dos años de su alejamiento del Real Madrid y trajo a Deco, Quaresma, y Rafa Márquez,
y hasta intermedió por Ronaldinho, pero después, cuando Laporta terminó su
mandato, muy criticado por operaciones descontroladas, JM se abrió. Volvió en
el verano de 2015 con Arda Turan y se reconcilió definitivamente con el Barça
en 2016 gracias a Andre Gomes y Paco Alcácer (35 y 30 millones), provenientes
del Valencia de Lim, al que ayudó con estas transferencias.
Pero si hay un club español ligado
a Jorge Mendes, además del Valencia, este es el Atlético Madrid, considerado
muy amigable siempre para los fondos de inversión internacionales, por lo que
Jorge Mendes ingresó con mucha facilidad en su entorno.
Si bien el “Aleti” es una sociedad
anónima desde 1992, y Enrique Cerezo es presidente desde 2003, el mejor aliado
de JM es Miguel Gil Marín, hijo del ex presidente, el controvertido Jesús Gil y Gil. Así fue que en 2014, logró
colocar a su amigo Peter Kenyon, ex director general de fútbol del Manchester
United y Chelsea, dedicado a las relaciones comerciales e internacionalización
del club. Los que están cerca del Atlético dicen que no es claro su rol aunque
sí es evidente que tiene buena prensa: el Financial Times lo hizo responsable de “la salvación de la
situación financiera de la entidad”, algo que fue tomado con extrañeza por la
prensa española. Gracias a Kenyon, llegó a la entidad el fondo Quality Football
Ireland, que según Football Leaks, adquiró porcentajes de jugadores colchoneros
de Oliver Torres, Saúl Ñíguez y Koke.
No es casualidad entonces que en
2014 el Atletico Madrid, bajo la influencia de la dupla Mendes-Kenyon comprara
el Atlético de Kolkata de la Superliga India, como parte de la
internacionalización. Luego fue por el Middlesbbrough de la Championship
(Segunda) inglesa, que también quería Lim. Mendes-Kenyon fueron cortejados por
el propietario del club, Steve Gibson y cuando en noviembre de 2013 hubo que
sustituir al DT Tony Pulis, la decisión fie contratar a Aitor Karanka, que había sido adjunto de
Mourinho en el Real Madrid, tras serle fiel al portugués en su polémica con
parte del platel blanco. Karanka ascendió al equipo en 2015/16 y para la
Premier League siguiente recibió como refuerzo…a dos jugadores del Valencia de
Lim: Alvaro Negredo y Antonio Barragán.
Desde junio de 2016, y siguiendo
con la misma política, el Atlético compró acciones al Lens (34,6%). También al Millonarios
de Bogotá, ligado al circuito financiero colombiano. De hecho, Millonarios y
Lens acordaron asociarse y así llegaron al club francés los jugadores Nicolás
Murcia y Jorge Rengifo, y al principio de 2016, Millonarios se asoció con
Benfica, club que ya manejaba Mendes tras la salida de Veiga, al que antes le
había arrebatado el Porto y el Sporting.
Atlético también se interesó por
Quilmes, club pionero en los fondos de inversión en el fútbol argentino a
principios de siglo XXI con el Grupo Exxel, que también entró en el Vitoria de
Bahía y el extraño Deportivo Maldonado, utilizado para las triangulaciones de
pases a Europa desde Uruguay. Ya para 2006, Exxel tenía algunos problemas judiciales.
Mendes comenzó a hacer negocios con
el Atlético en 1999/2000, cuando bajó a Segunda. Precisamente Hugo Leal fue
contratado en esa temporada como manager pero ya no estaba cuando volvió a
ascender. También el Atlético Madrid regresó a sus éxitos europeos antes de la
llegada de los fondos de inversión globales, al contrario de lo que Doyen y
Quality Sports Investments sugieren. Si el club fue escalando posiciones fue
más por Diego Simeone y su gestión como DT que por los grupos financieros.
Pippo Russo suele hacer una
descripción general del rol que hoy ocupa Mendes. Habla de dos ejes de
movimiento: el europeo y el asiático. En ambos casos, tiene clubes de fútbol y
operadores económicos con peso grande con características y funciones precisas
y él siempre en el centro.
Acaso esa relación con Asia es la
que parece, ahora, traerle los mayores dolores de cabeza.
Todo tiene un comienzo formal. El
18 de enero de 2016, en una ceremonia en Shangai se anunció con mucha pompa y
presencias de figuras del fútbol y las finanzas, el acuerdo entre Gestifute y
Guo Guanchang (del Grupo Foyo) (China). No fue casual. Fosun tiene muchos
intereses económicos en Portugal (seguros, bancos, turismo) .
Esta asociación fue presentada para crear una nueva
“joint venture” en China desde la llegada de Gestifute como la agencia de mayor
renombre en el fútbol mundial.
Guanchang habló directamente de “casamiento”.
“No sólo el fútbol chino, sino el Mundial ganará con esta unión”, sostuvo
entonces Mendes. Y dijo que hay certeza de que “dentro de un año tendremos la
demostración cabal de nuestro trabajo en conjunto” y definió a China como “un
gigante dormido del mundo del fútbol”.
Sin embargo, este acuerdo es el que alertó a sitios
de investigación como Football Leaks que se centró en estudiar hasta el detalle
la operatoria de esta alianza, justo cuando Mendes está focalizado en el
Benfica (ahora que ya ocupó el lugar de Veiga) y el Wolverhampton inglés, que
lidera la Championship (Segunda), y muy cerca de ascender a la Premier League,
lo cual implicaría otro gran negocio porque su equipo está compuesto por varios
jugadores de Mendes y si asciende, con capitales chinos, es muy probable que se
nutra de cracks de renombre, traídos, por supuesto, por el portugués.
Los problemas se fueron sumando debido a que varios
de sus representados en distintos clubes europeos comenzaron a tener problemas
con sus cuentas offshore por las que se investiga si en estos años evadieron impuestos
en sus países, siendo los casos más emblemáticos los de Cristiano Ronaldo, con
serios problemas con la Justicia española, y James Rodríguez, con idéntica
situación en Mónaco.
Ya con las investigaciones de Football Leaks por
dinero opaco, Wolverhampton se tuvo que sentar en el banquillo de los acusados
porque ahora muchos equipos de su categoría pretenden que se investigue a
fondo, y lo acusan de “competencia desleal” mientras que Mendes no tiene
influencia en el Arsenal ni en el Liverpool, y extrañamente tampoco en el
Manchester United que dirige Mourinho, aunque se dice que están distanciados.
Así es que de a poco, Mendes fue buscando otros
mercados y oportunidades. Y si antes no se interesaba por el mercado italiano,
ahora aparece más próximo al Milan desde que Silvio Berlusconi vendió sus
acciones a un grupo chino Rossoneri Sport
Investment Lux, un conglomerado liderado por el empresario Yonghong Li. También
se fue acercando al Lazio y al Nápoli y se abrió ahora un nuevo mercado en el
Bayern Munich al que le vendió al portugués Renato Sánchez (35 millones) y de
James Rodríguez.
Para entrar al Bayern se sirvió de
su amigo Carlo Ancelotti y no se pueden entender pases como los de Sanches o
James sin pensar en la pretensión del ex futbolista Karl Heinz Rummenigge de
que el club participe en el futuro de una Superliga Europea, a la que podría
entrar, cómo no, de la mano de Mendes.
También muy buena relación con el
PSG a donde llegaron sus representados Thiago Silva y Angel Di María pero el
gran tema de conversación con el dueño del club, Nasser Al Khelaifi, es por la
chance de que algún día recale allí Cristiano Ronaldo.
Hasta el cuestionado DT
Unai Emery no pudo resistir a sus encantos y llegó de su mano al PSG para lo
que abandonó a su antiguo agente Iñaki Ibáñez y aunque con idas y vueltas en la
relación, se mantiene en Gestifute. El PSG también contrató a otro jugador
suyo, Gonzalo Guedes (cedido al Valencia) en 30 millones.
En el Manchester City, colocó a
Eliaquim Mangala y a Nicolás Otamendi, con un saldo de 85 millones. Pero ahora
la situación se enrareció desde que Pep Guardiola llegó a la dirección técnica
del club.
“Jorge Mendes es energía pura” dice
el libro “La clave Mendes”, de Miguel Cuesta y Jonathan Sanchez. El agente se
dio cuenta de que su principal representado, Cristiano Ronaldo, necesitaba una
mejora de imagen y trabajó incansablemente en eso, porque era sólo una máquina
de hacer dinero. A tal punto le atribuye Cristiano un lugar preponderante en su
carrera que la propia película autobiográfica del gran delantero del Real
Madrid “es más sobre Jorge Mendes y deja la impresión de que el agente fue su
creador y constructor”, comenta Guillem Balagué, quien lo describe de manera
particular:
“Mendes es pum pum pum, al grano,
así es como te habla. Cuando le dije que quería escribir un libro sobre
Cristiano, me dijo “Mira, he decidido que te voy a ayudar, ¡pero no me jodas,
eh! El problema es que no sé qué vas a escribir, Tú has escrito el libro de
Messi. Con otro autor sabíamos desde el minuto uno lo que quería hacer y lo que
escribía. No sé cómo te puedo ayudar”.
Quedaron en reunirse, pero al
término del libro, Mendes nunca se comunicó. “Me estaba diciendo que no sabía
cómo ayudarme porque no sabía bien cómo controlarme. Lo vi a los cinco días de
publicado mi libro en versión inglesa, para la película sobre CR7 y me dijo
“tenemos que hablar” y le comenté que ya era tarde porque el libro ya había
salido. Me dijo “por eso, tenemos que hablar”.
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