domingo, 30 de septiembre de 2018

Los primeros efectos de una Liga sin Cristiano (Yahoo)




Thibaut Courtois, Marcelo, Sergio Ramos, Raphael Varane y Luka Modric regresaron de la gala de The Best en Londres y a la mañana siguiente, en el predio del Real Madrid en el entrenamiento de Valdebebas, posaron para una foto con los trofeos conseguidos,  que luego publicaron en las redes sociales, y en la que se hizo referencia a la “familia blanca”.

No fue, en absoluto, una casualidad. En su dirección de Twitter, Sergio Ramos, uno de los jugadores con mayor ascendiente en la plantilla del Real Madrid, respondía así a Cristiano Ronaldo, quien días antes había hecho alusión a la “familia bianconera” de la Juventus, dando a entender que ahora sí formaba parte de un grupo unido, de una estructura de la que se desprendía un afecto mayor.

Tal vez este duelo de mensajes por Twitter simbolice mucho más que eso mismo. La salida de un jugador notable como Cristiano Ronaldo del Real Madrid, luego de nueve temporadas, en la que no sólo consiguió con el club todos los títulos posibles sino que su carrera dio un salto definitivo de calidad, parece ir significando un notable cambio en todas las estructuras.

Desde el punto de vista general, la Liga Española perdió a su principal duelo individual. Y esto no es sólo una cuestión de nombres. El efecto no lo sintió solo el Real Madrid, su ex club, sino que tuvo repercusión incluso en su principal rival, el Barcelona, y en los equipos de la élite de la competencia, que psicológicamente comenzaron a sentir que ahora las chances de ganarle a los blancos era mayor y que aquella amenaza de la máquina de hacer goles que es el portugués había quedado atrás.

Hasta cierto porcentaje de una persistente abulia del Barcelona puede deberse a la ausencia de Cristiano Ronaldo, al sentirse ahora como muy probable ganador de la Liga con solo apretador el acelerador, lo cual puede generar que cualquier equipo, por más estrellas que tenga en su plantilla, acabe durmiéndose en los laureles.

Y si Lionel Messi suele competir mucho más consigo mismo que con los rivales, por lo que muchas veces parece más un atleta que un futbolista, la ausencia de Cristiano Ronaldo para determinar el Pichichi de la temporada, sin dudas representa un vacío de competitividad de cada jornada que necesita urgentemente de un revulsivo, de un reemplazo por otro jugador que pueda tener alguna chance de opacarlo.

No es que por esto Messi va a dejar de marcar goles, enojarse con los árbitros si siente la existencia de alguna injusticia (como le ocurrió el sábado en el Camp Nou ante el Athletic de Bilbao), o buscar la perfección en cualquier libre directo cerca del área rival. Pero nunca es lo mismo salir a jugar un partido sabiendo que horas antes Cristiano Ronaldo marcó cuatro goles, que no necesitándolo más.

La competencia entre Messi y Cristiano Ronaldo ha sido tan apasionante (aún continúa en la Champions League no sólo en la temporada sino en los números históricos en el torneo europeo), que fue ésta la encargada de que en la última década pudiera ponerse en jaque por una vez a la Premier League inglesa como la mejor del mundo teniendo a dos cracks semejantes en otro campeonato nacional.

Uno necesitó siempre del otro para seguir un camino sin límites conocidos hacia la superación, pero eso mismo comienza a notarse ahora, con el fin de esta etapa.

Desde lo estrictamente futbolístico, este Real Madrid es un equipo, ahora, mucho más horizontal. La llegada de Julen Lopetegui acentuó este juego que necesita ahora más toques de balón, una mayor administración, pero al mismo tiempo, si bien hay menos llegadas a la portería adversaria, tampoco depende tanto de lo que defina el portugués.

Ramos, creemos que sin una doble intención, también fue el encargado de manifestar el notable cambio táctico que significó la salida de Cristiano Ronaldo, al señalar que ya no se depende tanto de sus goles y que ahora el juego es más colectivo, y no se genera toda una jugada buscando casi siempre el mismo destinatario final.

Así es que observamos ya varios partidos en el que el Real Madrid puede tener fases importantes de dominio en el campo rival, si se trata de equipos menores, o alternadas si los que están enfrente tienen un poderío mayor, pero ya depende mucho más de sus individualidades, de que tengan un buen día, de que funcione la creación, o que los contragolpes pasen por la velocidad de Gareth Bale, pero no existe más esa certeza de que Cristiano puede marcar en cualquier momento.

Esto pudo notarse especialmente ante dos equipos fuertes y consecutivos como el Sevilla en el Sánchez Pizjuán o el Atlético Madrid en el Santiago Bernabeu. En ninguno de los dos, el Real Madrid pudo marcar, ya sea cuando fue dominado tácticamente y con  el balón, en Andalucía, o cuando tuvo momentos en los que se acercó a Jan Oblak en el derbi madrileño.

La sensación, a partir de un Barcelona con muchas dudas, pocas ideas ofensivas, desaprovechamiento de una gran plantilla y una gran abulia, es que si el Atlético Madrid y un gran Sevilla logran mantener continuidad en esta temporada, la Liga Española acaso pueda dar un vuelco que le permita cobrar una fuerza que signifique un salto.

Los efectos de la salida de Cristiano Ronaldo recién comienzan a ser perceptibles y queda mucho por recorrer.

lunes, 24 de septiembre de 2018

La abismal diferencia entre un equipo y la suma de once jugadores (Jornada)





River Plate se acostumbró, en estos tiempos de Marcelo Gallardo como director técnico, a ganarle a Boca Juniors, y otra vez lo consiguió ayer en la Bombonera y con mucha claridad más allá de polémicas que siempre surgen, un cabezazo de Carlos Izquierdoz que terminó con la pelota en el travesaño o la gran actuación de Franco Armani.

En el balance final, aunque el director técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, pueda declarar, de forma tribunera, que “no nos superaron tácticamente”, es claro que ocurrió todo lo contrario por una sencilla razón: River es un equipo. Tiene un funcionamiento colectivo que puede tener una mejor o peor tarde, pero hay una base, una estructura que sostiene a cada una de las individualidades. El de Gallardo es un conjunto.

En cambio, Boca son momentos. Es de un rendimiento espasmódico que obedece a cómo se encuentren sus individualidades. Depende de que Cristian Pavón desborde, que Darío Benedetto recupere, por fin, su racha goleadora luego de meses de ausencia por lesión, o que el colombiano Wilmar Barrios quite pero encuentre a alguien libre (esto significa que alguien se acuerde de colocarse cerca) para poder pasar la pelota, o que los defensores emboquen su rechazo hacia un compañero y no al rival o, directamente, no le acierten al terreno de juego.

Boca, pese al bicampeonato nacional, sigue sin ser un equipo. Es la suma de individualidades, que acaso compongan el plantel más completo ya no sólo de la Argentina sino, acaso, de Sudamérica, pero si suele ocurrir que en los partidos importantes no ingresan los once adecuados de acuerdo con las circunstancias, los rivales y los rendimientos de los últimos tiempos, siempre acabará complicándose sin responsabilidad de lo que ocurra con su rival de turno.

Y vaya si River lo sabe y por eso, porque ya lo eliminó de las últimas copas internacionales y le ganó la final de la Supercopa argentina, volvió a encarar el Superclásico en la Bombonera, con todo el público en contra, como si fuera un partido de Copa, de esos en los que hay que jugarse el todo por el todo, con un invicto que ahora llega a los 29 partidos consecutivos.

Si se toman en cuenta las alineaciones, podría concluirse que ambos salieron con planteos similares (4-3-1-2). River, con Gonzalo Martínez, en un gran momento, detrás de Lucas Pratto y de Rafael Borré. Boca, con Carlos Tévez, apenas en una mínima levantada luego de meses de muy bajo rendimiento, por detrás de Darío Benedetto, con las limitaciones ya señaladas, y de Pavón.

La enorme diferencia no sólo estaba en los enlaces entre la línea de tres volantes y los delanteros de cada lado, sino también en los que jugaron detrás de los encargados de los ataques. Porque  no es para nada lo mismo que a Barrios lo acompañen un metedor pero confuso con la pelota Nahitán Nández, y un novato Agustín Almendra, que necesita muchos partidos para consolidarse y que por momentos hace recordar a la obsesión de los mellizos Barros Schelotto con Rodrigo Bentancur, ahora suplente en la Juventus, que los que acompañan a Leonardo Ponzio en el medio de River, Exequiel Palacios y Enzo Pérez, con otro peso específico y con mucho más juego.

Y menos que menos resisten, hoy, una comparación Leonardo Jara y Gonzalo Montiel, y acaso un poco más Emmanuel Mas y Milton Casco.

Entonces, pese a que la disposición inicial de los dos era parecida, y a que Boca salió con todo impulsado por su gente, ese dominio territorial duró exactamente cuatro minutos hasta que River se fue acomodando, desplegando a sus jugadores, y entonces lo del local pasó a depender exclusivamente de dos remates de media distancia de Benedetto (uno, sacado magistralmente por Armani) y algún desborde de Pavón, en la punta de Montiel, aunque sus centros no tenían consecuencias porque nunca tuvo coordinación con el resto.

En cambio, River siempre llevó más peligro a partir de su coherencia colectiva, al mucho mejor juego de Martínez que de un ausente Tévez, y así fue que a los 15 minutos, el Pity remató, de primera, un error defensivo de Boca de derecha a izquierda, y colocó la pelota abajo, lejos de Agustín Rossi, con un golazo digno de las mejores ligas.

Ni siquiera la inmediata lesión de Martínez cambió el partido porque Gallardo hizo ingresar al colombiano Juan Fernando Quinteros para la misma función.

Recién cerca del final del primer tiempo, Barros Schelotto se dio cuenta de que necesitaba un conductor como Edwin Cardona, pero al salir Jara, Nández tuvo que hacerse cargo absoluto de la banda derecha y Boca quedó con una línea de tres en el fondo, lo que parecía muy arriesgado, y pese a otro dominio parecido del inicio del complemento, todo se desvaneció por no tener demasiado sustento, mientras River decidía replegarse primero con Bruno Zuculini ingresando como “doble cinco” al lado de Ponzio, aunque luego, al ver que Boca no lograba llegar, Gallardo volvió a leer bien el partido y refrescó su ataque con Ignacio Scocco por Pratto.

Ya sólo con esto, al ex jugador de Newell’s Old Boys le bastó para matar con otro tremendo bombazo y ya el 0-2 pareció inapelable. Boca fue más con vergüenza a buscar decididamente el descuento en los minutos finales, cuando Carlos Izquierdoz ganó de arriba y su cabezazo acabó con la pelota en el travesaño, y enseguida Armani sacó otra, monumental, cuando otro remate de cabeza de Mas tenía destino de gol.

Todo esto ocurrió cuando, por fin, Barros Schelotto hizo ingresar a un inexplicable suplente Mauro Zárate por Tévez, y al colombiano Villa por Benedetto, es decir que cuando por fin el nueve encontró la compañía de los dos extremos, el DT decidió sacarlo para quedarse con otro más retrasado que no siente la función (Zárate).

Quedan para resaltar dos aspectos. El árbitro Mauro Vigliano se equivocó dos veces, al no conceder penal para Boca en el primer tiempo por clara mano de Ponzio, y otra vez, al no expulsar a Cardona por un alevoso codazo a Enzo Pérez, que pareció una venganza de aquella injusta expulsión del colombiano en un anterior Superclásico en el Monumental por una situación casi calcada.

Pero nada cambia el concepto general. River ganó bien y fue superior a Boca, otra vez, porque es un equipo y se encontró con una suma de individualidades, no siempre bien elegidas para la ocasión, y que no tienen una idea madre,

domingo, 23 de septiembre de 2018

El Girona-Barcelona en Miami puede causar mucho daño al fútbol español (Yahoo)





“Que se lo quite de la cabeza. No se va a jugar en Miami”. Parece una respuesta más a un tema específico, y sin embargo, es un tema mucho más complicado de lo que se pueda creer. Quien lo manifiesta es nada menos que Luis Rubiales, el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y se refiere al intento del Girona y el Barcelona, los dos equipos catalanes que casualmente empataron 2-2 en el pasado fin de semana en el Camp Nou, de jugar la revancha en los Estados Unidos como modo, en principio, de ganar más dinero extendiendo el negocio hacia otras tierras.

Sin embargo, la respuesta de Rubiales no es a los dos clubes en particular sino a la insistencia del presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas Medrano, para que este partido entre Girona y el Barcelona, que debe jugarse el próximo 26 de enero en Montilivi, se dispute en Miami, lo cual es motivo de una enorme polémica porque eso implicaría abrir el juego a otras sedes del planeta para intentar vender el fútbol español pero desde su propia liga oficial.

Rubiales y Tebas Medrano están muy enfrentados desde antes de que el primero asumiera, meses atrás, la presidencia de la RFEF. El segundo ya había manifestado antes de las elecciones que no lo veía capaz para el cargo, al que finalmente accedió, y a partir de este conflicto manifestó sin inconvenientes, y en las redes sociales que “es evidente que no nos llevamos bien” pero que lo prefiere antes que su antecesor, Ángel María Villar, 29 años en el cargo hasta que tuvo que salir por corrupción.

Lo que de fondo está en juego es una larga disputa de poder que incluye no sólo expandir los negocios del fútbol español sino también las formas de hacerlo. En este punto, desde el primer día que asumió, acertado o no, Rubiales parece dispuesto a una cruzada muy complicada en el contexto del fútbol español, como poner determinados límites.

Ya lo hizo a los pocos días de asumir, cuando en cierto modo se vio obligado a despedir a Julen Lopetegui como entrenador de la selección española a cuarenta y ocho horas del debut en la Copa del Mundo pasada, porque no podía aceptar, y menos como recién llegado al poder tras tantos años de Villar, que el Real Madrid diera a conocer que el entonces DT del equipo nacional luego del torneo de Rusia sin siquiera haber sido consultado y cuando este dato bien pudo haberse mantenido en secreto hasta que acabara la participación de “La Roja”.

Así como se enfrentó al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en junio pasado, ahora volvió a hacerlo con Tebas Medrano, al que le da a entender que lo cree posible de todo con tal de sacar más dinero para la LFP, tal como se lo expresa en la carta que le envió como respuesta a la solicitud para que Girona y Barcelona jueguen en Miami, cuando sostiene que no hay ninguna autorización de los órganos competentes, ni de los órganos de los clubes, y le recuerda que para que se apruebe este partido, tiene que pasar por el acuerdo de todos los clubes que juegan en Primera División y que, además, esto perjudicaría, por ejemplo, a los aficionados que hubieran comprado ya entradas o que tuvieran abonos para ese partido en forma anticipada.

Rubiales y Tebas Medrano ya han tenido otra discusión pública, mediante Twitter, acerca de un tema parecido, el de los partidos jugados en estos últimos tiempos con altísimas temperaturas y por una razón parecida a la del intento de trasladar el Girona-Barcelona a Miami: el cambio de horario del inicio para que el fútbol español llegue a muchos más mercados.

Rubiales se refirió entonces a “horarios disparatados para partidos jugados a más de 30 grados de temperatura y no vale todo. No se puede poner en riesgo la salud por dinero” y abogó por retrasar el horario de 16 a 20, lo que dio lugar a que Tebas le respondiera que en aquella frase “hay mucha demagogia porque días pasados hubo 32 grados en Aragón y sin embargo hubo 114 mil personas disfrutando de las carreras sin quejas”.

Tebas insistió que en el pasado Mundial “se llegó a jugar partidos con 37 grados y no pasó nada” y que la LFP tiene protocolos de temas climáticos, y hasta llegó a afirmar que “sabemos que en Valencia iban a aparecer aficionados fingiendo golpes de calor”.

El tema parece no tener fin. Rubiales insiste en que Tebas Medrano “se quite de la cabeza” el tema y que no habrá partido en Miami, lo cual cuenta con el respaldo del propio Florentino Pérez, más enfrentado al presidente de la LFP que a él, y también de la FIFA y de la UEFA, mientras acusa a su enemigo político de “estar preso de la TV, que le dice a qué hora se juegan los partidos, mientras él se calla”. Desde la RFEF también aclaran que, tal como ocurrió en la Supercopa reciente, en Marruecos, una cosa es programar partidos en el exterior que tengan sólo una final, y otra, muy distinta, es un encuentro liguero con abonos anuales y derechos de TV ya vendidos y que pueden perjudicar a los que de buena fe pagaron por anticipado.

Muchos resaltan algunos hechos positivos de Tebas Medrano como el haber alejado a los ultras de los estadios españoles, el relanzamiento del fútbol femenino, su lucha contra el amaño de partidos. El aumento de los ingresos en los clubes y la rebaja de sus deudas con Hacienda, pero Rubiales se encargó, en estas horas, de ponerle límites a los negocios sin ética, a creer que todo es posible para sacar un poco más de dinero.

La batalla no terminó y ahora el Girona, el Barcelona y Tebas Medrano quieren elevar su queja al Consejo Superior del Deporte, en España, mientras que todavía la cuestión puede derivar en un asunto  político entre los intereses de Madrid y los de Cataluña.

El Girona-Barcelona de enero parece un cuento de nunca acabar.


sábado, 22 de septiembre de 2018

Fernando Segura Trejo: “Quizá Maradona pueda tomar el ejemplo de la serenidad de Almeyda en Chivas, si se presenta un momento difícil” (Infobae)


Fernando Segura Trejo es Investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en México, profesor de la Universidad Federal de Goiás en Brasil y sociólogo por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. En Argentina, donde vivió 20 años, es actualmente colaborador de la ONG Salvemos Al Fútbol. Tiene varios artículos científicos sobre Maradona,



¿Quién es Maradona hoy para los mexicanos? ¿Qué representa su figura para México?

La llegada de Maradona a México fue realmente una sorpresa, tanto para el mundo del fútbol internacional como, sobre todo, para el periodismo deportivo mexicano. Ha provocado un gran revuelo. Se llevó, lógicamente, las primeras planas de los noticieros y saturó las redes sociales. Maradona, para los mexicanos, es muchas cosas a la vez. Quienes lo disfrutaron en el Mundial de 1986 lo recuerdan como aquel jugador superlativo que se consagró en el estadio Azteca frente a Inglaterra y Bélgica, e iluminó con su pase el gol de Jorge Burruchaga en la final contra Alemania, es decir, se lo recuerda como la estrella absoluta del Mundial. Sin embargo, una parte importante del periodismo dedicado al deporte se sintió herida cuando Maradona criticó recientemente al futbol mexicano y se han mostrado bastante reticentes con su llegada al país. Algunos periodistas, en un medio ciertamente conservador, cuestionan ciertos pasajes turbulentos del astro, en particular su pasado con los vicios. Estos periodistas se han preguntado por su salud, al haber visto la descompensación que Maradona tuvo en el Mundial de Rusia, que trascendió por las cámaras de televisión. La percepción general gira en torno de la admiración por aquel jugador grandioso, pero varios dudan de sus posibilidades de triunfar como entrenador en México.

¿Y para usted? ¿Qué representa la llegada de Maradona a México?

Me parece que su llegada puede traer una visibilidad muy importante a la segunda categoría del fútbol mexicano. Su presencia es todo un desafío, tanto para el él mismo, cuanto para la categoría. De alguna forma, Maradona llegó a México consciente de que parte del gremio lo iba a cuestionar y sabe, por lo tanto, que necesita conquistar almas. Pedir el compromiso de la afición, generar espacios de diálogo y ganar la aprobación del fútbol mexicano en su conjunto. En las primeras imágenes de su debut se lo vio alegre, pero nervioso. Los focos estaban puestos en él, de ahí su euforia en el festejo. El equipo había metido solamente dos goles en todos los partidos anteriores y este primer acto de Maradona como entrenador, aunque con ayuda de groseros desatinos de la defensa y el arquero del equipo rival, terminó con un cuatro a uno a su favor.

¿Por qué Maradona pudo haberse decidido por un club como Dorados de Sinaloa estando tan tranquilo en Emiratos Árabes primero, y en Bielorrusia después? ¿Qué pudo seducirle de Dorados como para cambiar drásticamente de vida? 

Es toda una incógnita saber qué fue exactamente lo que lo trajo a Culiacán, Sinaloa. Sin dudas hay varios factores que tienen su papel en la valoración. Por un lado, esa constate adrenalina y desafíos que Maradona ha buscado permanentemente en su vida. Tal vez es alguien que no soporte la tranquilidad. Por el contrario, es como si necesitara moverse en ambientes que lo sacudan y sobre todo, ser él quien sacude al ambiente en donde se mueve. Eso, lo tenía garantizado en México, fuera cual fuera el lugar al que llegara. Parece ser como si hubiera sido una apuesta segura de noticia mundial. Maradona, como algunos de sus biógrafos lo han sugerido, necesita convivir con cierta atención mediática permanente, en una relación que oscila entre equilibrios que pueden quebrase en cualquier momento y la multiplicación de noticias.

Da la impresión de que en Bielorrusia podía estar más tranquilo que en México en el tratamiento de la prensa…

Será muy interesante observar cómo se desarrollan sus relaciones con la prensa mexicana, cuáles son los matices que se desprendan de esta nueva convivencia tan cercana. De algo podemos estar seguros, la prensa mexicana estará absolutamente pendientes de sus movimientos, sus palabras, sus acciones y reacciones. Por otro lado, desde mi punto de visita, existe en esa decisión de venir a México, un deseo de volver a la tierra que lo vio consagrarse, el país donde realizó sus proezas más importantes en su carrera. En esta oportunidad, Maradona ha expresado que quiere seguir estando cerca de las canchas, sentir el olor del pasto, vivir su pasión por el fútbol, trasmitir parte de lo que él vivió en este país, pero desde otro papel, al lado de un grupo de jugadores en quienes quiere incidir.

¿Cuál piensa que fue la idea de Dorados al traer una figura tan movilizadora, máxime, teniendo en cuenta que su campaña como DT no tuvo buenas experiencias hasta ahora? ¡Hay alguna relación con haber traído en el pasado a estrellas como Pep Guardiola y Diego Latorre en sus tiempos de jugadores?

Dorados es un club joven en el paisaje del fútbol mexicano y que en su crecimiento, ha buscado traer figuras de importantes trayectorias mundiales para conquistar visibilidad. Es un club que pertenece a un grupo empresarial de los más importantes en el norte de México, aunque debemos asumir que el cálculo de traer a Maradona es visto también como un negocio corporativo. El nombre de Maradona asociado al club de Dorados es una apuesta que, pase lo que pase en términos deportivos, no solamente ha generado una repercusión sin precedentes, sino que deja grabada la asociación de una leyenda en la historia del fútbol con este club. El fútbol mexicano, en general, ha buscado a lo largo de su historia dar espacio a figuras consagradas en el plano mundial. Cabe recordar que Eusebio jugó en el Monterrey, Emilio Brutagueño se retiró en tierras mexicanas, Bebeto jugó en el América y en el Toros Neza y Ronaldinho pasó recientemente por el Querétaro. Como entrenadores, México ha podido tener en su selección a Cesar Menotti, quien luego regresó a entrenar en equipos y también el sueco Steven-Goran Erikson estuvo en la selección nacional.

¿Favorece a Maradona, a esta edad y con tanto baqueteo, tanto movimiento como canciones que le van preparando allá, o TV a todo el mundo con los partidos de la B mexicana sólo por su presencia? ¿Hay en Maradona un deseo rupturista, o desafiante al sistema, una vez más, o qué creés que lo mueve a este nuevo cambio de vida?

Considero que tanto Maradona como el grupo económico dueño de Dorados se juegan en efecto varias fichas importantes de cada lado. Por el lado de Maradona, sigo pensando que es parte de esa naturaleza que lo lleva a desafiarse a él mismo, aquella sensación que lo invade constantemente de vivir emociones fuertes. Si buscara la tranquilidad podría conseguir cierto reposo en algún país árabe que lo ofreciera comodidades, o intentar vivir en un país como Suiza, y dar algunas conferencias por el mundo. Pero está claro que prefiere transitar en la adrenalina que provocan los desafíos. Imagino que también le gusta mucho recibir el cariño de miles de personas. Ser recibido como fue en Culiacán, con el aeropuerto repleto, con una sala de prensa que desbordaba de periodistas, con canciones que se hacen en su honor, algo a lo que ya ha estado acostumbrado en su trayectoria. ¿Cuántas veces no se lo ha visto cantando melodías que han sido compuestas en su honor?



¿No se juega Maradona demasiadas fichas en esta oportunidad en el sentido de que si le va mal, posiblemente se acabe su carrera? 


En lo deportivo, el objetivo de Dorados es jugar la liguilla y volver a ascender, un ascenso que le viene siendo esquivo en las últimas temporadas. Ascender es algo que nadie puede garantizar de antemano, pero es un desafío que Maradona quiso tomar. Todo va depender de la sinergia que se genere entre su papel y el entorno. Si el equipo no asciende, pero marca una temporada por el protagonismo y la vibración en los estadios donde juegue, pude darse el escenario de no conseguir el ascenso pero tener de todas formas una evaluación positiva para seguir otra temporada y ver qué pasa. A mí entender, ambas partes están plenamente conscientes de las fichas en juego, pero eso es lo que hace interesante el desafío.

Ya al llegar, Maradona se tuvo que enfrentar con un movimiento de vecinos que no le permitieron vivir en donde iba a hacerlo por no haber pedido el permiso y ahora vive en un hotel, con guardaespaldas permanente. ¿Cree que podrá soportar esta vida por mucho tiempo?

En lo que se refiere a su estancia en Sinaloa, Maradona solicitó una casa amplia para instalarse, con muchas habitaciones por lo que trascendió en los medios, y si bien podemos suponer que tiene toda la capacidad para vivir en un hotel por un tiempo, donde puede generar lazos con el personal; está claro que necesitará su propio espacio, su privacidad. El estado de Sinaloa es un territorio que ha atravesado fuertes crisis de inseguridad, donde hay grupos ligados al crimen organizado que operan. Por lo tanto, no podrá permanecer sin importantes dispositivos de seguridad a su alrededor el tiempo que ahí viva.

Hay una sensación, con respecto a los peligros de Sinaloa y su ambiente, de que Maradona pueda acabar allí como Ringo Bonavena en 1976 con Joe y Sally Conforte en USA. ¿Corre ese peligro?

Aquí, ya no estamos hablando solo de desafíos deportivos, sino de todo un desafío para la seguridad pública, es decir de la capacidad del estado en sus diferentes niveles. Y por otro lado, también está el desafío que no se agobie Maradona por este ambiente. Culiacán no es una ciudad donde pueda salir a caminar tranquilo, salir a cenar con su pareja o con un grupo de amigos, sin que se ejecuten importantes operativos de seguridad. Inclusive en los casos donde efectivamente pueda pasar un momento de ocio en toda tranquilidad, será porque detrás hay un despliegue de seguridad púbica y privada de alta envergadura.



El hecho de que el presidente electo mexicano Andrés Manuel López Obrador se haya referido a él, a punto de llegar al país ¿lo coloca en una nueva situación cercana al poder político? ¿Puede llegar a comprometer Maradona a AMLO metiéndose en su política?

Podemos pensar en una afinidad inicial entre ellos. Las palabras de saludos y elogios de López Obrador pueden ser leídos, tal vez, como un guiño. Por la inclinación de ambos en materia de política podemos pensar que Maradona se identificará con Obrador, en la medida que siempre ha sido alguien proclive a demostrar sus afinidades. Está claro que puede existir una relación más cercana que con los mandatarios anteriores de México. Ahora, de ahí a que una afinidad inicial lo coloque en una situación cercana al poder, habrá que verlo en el futuro. En este momento Maradona está muy concentrado en el campo de juego y los entrenamientos semanales. Esta cercanía también  dependerá de cómo le vaya a López Obrador, alguien que tiene muchos desafíos por delante en un país con tantas desigualdades y que busca achicar la brecha. En esta intención de lograr cierta redistribución de ingresos, el presidente tendrá resistencias de algunos grupos de interés que buscarán mantener sus privilegios. Podemos decir que ahí estamos hablando de desafíos considerablemente mayores a que los que se juegan en los campos de fútbol, el reto de iniciar una transformación del país. Es temprano, en este momento, para especular sobre qué tipo de relación se establezca y en qué grados Maradona opine sobre política, pero tenemos que saber, también, que la clase política en México, en particular la conservadora, nunca ve con buenos ojos que “extranjeros” opinen sobre cuestiones internas. Recordemos que cuando Manu Chao lo hizo eso le trajo muchos problemas con autoridades mexicanas, pero ahora, claro, el gobierno federal es de otra tendencia, tal vez más afín a celebridades como Maradona. 

Si tuviera que trazar un paralelo entre Maradona y tres DT argentinos muy conocidos en México como La Volpe, Almeyda o Mohamed, ¿qué diría?

Ricardo La Volpe se desempeñó como arquero en México, donde se retiró y se convirtió en un entrenador de renombre con los años. Su paso por el Atlante, Atlas y luego Toluca, en una primera etapa, marcó estilo y promovió a muchos jugadores, algo que lo llevó a la selección nacional. Además, ha sido de los pocos técnicos que han cumplido con un ciclo mundialista completo de cuatro años, entre 2002 y 2006, algo que habla también de la inestabilidad del entorno del fútbol mexicano. La Volpe generó, de alguna forma, una escuela, de la cual se desprendieron técnicos como Miguel Herrera, aunque luego tomaron, lógico, vuelo propio. La Volpe ha tenido una etapa más tumultuosa en los últimos años, pero ha sido un nombre que ha participado del crecimiento del fútbol en México. En cuanto a Antonio Mohamed, también es alguien que vino en su etapa de jugador a México y tuvo momentos memorables en el Toros Neza y en el América. Luego, como joven entrenador pasó por varios equipos y llevó al Xolos de Tijuana a ser campeones por primera vez en su historia, un equipo que, recordemos, es propiedad del mismo grupo corporativo dueño de Dorados de Sinaloa. Mohamed tuvo otras experiencias y aunque no fue campeón de liga en América y Monterrey, su talento lo llevó a dirigir a España. En cuanto a Matías Almeyda, quien fue reconocido en México por devolver a River Plate a la primera división argentina, tuvo un éxito arrollador en el equipo más popular desde que llegó a tierras mexicanas, Chivas de Guadalajara, con quienes ganó varios títulos luego de años de sequía para el club. Pero tuvo muchos conflictos con los dirigentes y eso lo alejó de la institución, a pesar del gran cariño recibido por la afición.

¿Cómo es la dirigencia de los clubes? ¿Hay permisividad total al trabajo de los DT o tratan de influir en sus decisiones? En Dorados, el principal accionista es el poderoso Jorge Hank Rhon, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y candidato a gobernador de la Baja California…

El fútbol en México es un ambiente donde muchos dirigentes, dueños de los clubes, interfieren en gran medida o toman decisiones que muchas veces son contrarias a los intereses de los entrenadores. La mayoría de entrenadores obedece, pero no todos los hacen y eso conlleva costos colaterales. Habría que indagar si alguien bloqueó a Almeyda para ser DT de la selección nacional, algo que de todas formas puede suceder en un futuro dada la capacidad que demostró. Todo esto, para decir que estamos hablando de tres argentinos que han tenido un impacto considerable en México. Con La Volpe, no parece haber una cercanía manifiesta con Maradona, pero con Mohamed y Almeyda sí y ambos pueden aportarle mucho en su adaptación al medio mexicano, para conocer la idiosincrasia de los jugadores, los entrenadores, la manera de lidiar con la prensa local y el entorno de clubes pertenecientes a corporaciones.

¿Podemos esperar, precisamente, a un Maradona contestatario de la Federación Mexicana, del fútbol mexicano, o simplemente alguien que viene a hacer una diferencia económica y a reinstalarse en el mundo del fútbol latinoamericano?

El fútbol mexicano paga muy bien, con las nóminas más altas en Latino América, junto al fútbol de Brasil. Como decía en una respuesta anterior, la Federación de Fútbol en México está regida por la competencia entre grupos económicos, dueños de los clubes. Algunos grupos tienen más de un equipo y esto se presta a veces a situaciones confusas. Además, existen grupos que tienen la hegemonía en relación a ciertas cuestiones, como la selección nacional. Dadas las características de Maradona, de no callarse frente aquello que le parece raro o injusto, se puede predecir que algunas cosas no le gustarán en el fútbol mexicano. Si algo me sorprendió estos días en varios periodistas del deporte en México, algunos indignados por la llegada de Maradona (aunque claro que están aquellos que lo celebraron y le dieron la bienvenida) es que muchos cuestionaron a Maradona por sus debilidades en el pasado y ninguno de ellos le ha reconocido públicamente sus años de oposición, desde que era jugador, a aquellos poderes depredadores del fútbol, un sistema tutelado por João Havelange, Joseph Blatter y los grupos corporativos que han saqueado al fútbol. Bastaría con analizar las investigaciones de la justicia estadounidense y las condenas legales en curso a varios de estos personajes. Pues bien, Maradona siempre supo enfrentarse a este sistema, y para eso hay que tener tamaña valentía. En el ámbito del fútbol mexicano, existe un movimiento incipiente de reclamos y luchas por los derechos de los jugadores, en un ámbito donde los dueños de clubes los tratan como mercancías sustituibles. El ex jugador internacional, Rafa Márquez, ha sido uno de los estandartes de esta lucha, aunque ahora ocupa una posición de presidente deportivo del club Atlas. Habrá que ver si esta lucha sigue a favor de los jugadores y cómo Maradona se identifica con ella. Es realmente una incógnita saber cómo Maradona lidiará con este ambiente, férreamente controlado por los dueños de clubes.


¿Qué se espera, finalmente, de Maradona en México?

Hay una mayoría, sobre todo de aficionados del fútbol, que desea que Maradona tenga un paso feliz por el fútbol mexicano, que le vaya bien y que pueda aportar su conocimiento y pasión. Pero también hay quienes consideran, periodistas y aficionados, que no tendrá un paso “exitoso” en lo deportivo y que caerá en exabruptos. He notado, tristemente, que algunos desean que le vaya mal. Pero lo que se espera en conjunto es que deje una huella, que haga valer su compromiso, que demuestre su pasión, pero no se exceda en reacciones. El primer partido de Maradona, transmitido en directo, fue considerado por el show que ofrece con su manera de vivir los partidos, festejar de manera efusiva, enojarse cuando las cosas no salen y hasta bailar cuando está feliz. Esto gusta mucho y si se mantiene dentro de una relación serena con el entorno, puede ser una estancia que dure más de lo que sus férreos críticos predicen. Quizás el ejemplo de Almeyda es un camino a considerar, alguien que ha dejado la vara muy alta, porque, más allá de un éxito rotundo, en momentos cuando las cosas se pusieron complicadas y aun en una salida en conflicto con la directiva del club Chivas, siempre mantuvo una actitud serena, algo que ha sido apreciada por el medio en general. Con Maradona, mismo con la incertidumbre que provoque su llegada a México, estamos en presencia de una nueva etapa y una nueva historia en la vida de una de las personalidades más importantes en la historia del fútbol mundial.




lunes, 17 de septiembre de 2018

Gardel y el Barcelona, una historia de amor que encierra ópera, zarzuela y tango e involucra a Rafael Alberti y a Salvador Dalí (Infobae)





Emilio Sagi Barba era un notable barítono, reconocido en Hispanoamérica por cantar óperas y zarzuelas montadas por su propia compañía cuando en 1908 recaló en Buenos Aires para actuar en el teatro Victoria. En la tramoya, lo solía mirar, embelesado, un pibe que quería ser cantor. Un tal Carlos Gardel, que se dedicaba a colocar los muebles en cada acto y a retirarlos cuando acababa. Hay quienes dicen que ese contacto con Sagi Barba fue fundamental para que Gardel se acercara mucho más aún al canto.

Lo que Gardel no supo, cuando ya veinte años más tarde era una figura reconocida en el ámbito internacional, es que cuando concurrió en 1928 a presenciar la final de la Copa del Rey entre su querido Fútbol Club Barcelona y la Real Sociedad, en un partido épico jugado en el estadio del Sardinero en Santander (contiguo a la que hoy es la cancha del Racing de esa ciudad), uno de los protagonistas sería otro Emilio Sagi Barba, el hijo del tenor, un gran extremo izquierdo de los azulgranas, que hizo historia en el club.

En efecto, gracias al gran historiador Javier Lagunas, miembro de la agrupación “Los 50”, que pretende contar “la verdadera historia del Atlético Madrid”, accedimos a otro compañero suyo, el periodista deportivo catalán y ex jugador de la selección española José Antonio Martín Domínguez, más conocido como “Petón”, quien en su libro “El fútbol tiene música” cuenta que Sagi Barba, a quien se lo llamaba así por la trayectoria de su padre barítono de fama internacional pero que en verdad se llamaba Emilio Enrique Raimundo Sagi Liñán, se había instalado con su padre desde sus tres años, al regresar de la Argentina, donde había nacido en Bolívar, provincia de Buenos Aires, el 15 de mayo de 1900, en una de las giras de su padre.

Sagi Barba fue el primer argentino en ponerse la camiseta del Barcelona y nunca falló un penal y con su zurda mágica de wing izquierdo llegó a marcar goles olímpicos e Integraba un gran tridente con Piera y Pepe Samitier, de quienes era amigo desde la adolescencia, y también se recuerda su sociedad con el filipino Paulino Alcántara. Jugó 455 partidos aunque dio la ventaja de que desde que se casó a los 19 años y hasta los 21, no jugó. Hizo 134 goles, y ganó una Liga, 4 copas de España y 12 de Cataluña
Para 1926, Sagi Barba (o en verdad, Sagi Liñán) ya en 1926 había definido la final de la Copa del Rey ante el Atlético Madrid de “Los Caballeros” en Valencia con un gol en el alargue tras el 2-2 en los 90 minutos.

Sagi Barba había aprendido a jugar al fútbol en la ciudad catalana de Cadaqués junto con Piera, Samitier, un par de años menor, y otro chico flaco que era arquero y muy amigo de los otros tres. A Samitier lo fichó el Barcelona proveniente del Internacional de Sants y una vez instalado en el club, él recomendó a los otros tres para que fueran probados en partidos de verano.

Se retiró en 1932 al igual que Piera, y también ese año, Samitier se fue al Real Madrid (luego volvió al Barcelona como DT).  El sobrino de Sagi, que murió joven, a los 51 años, fue director del Teatro Real de Madrid, en otra vuelta del destino.

 Quien fuera jefe de prensa del Atlético Madrid, Antonio Domínguez Olano –periodista, autor teatral, corresponsal de guerra, guionista de radio y TV, biógrafo y amigo de Picasso y amigo de Dalí-, dijo a Petón en su libro que en cuanto al cuarto, el flacucho arquero, era tan bueno como Zamora pero más al estilo de Higuita, Gatti o el Mono Burgos, pero que “una tarde se puso una chalina, una corbata ancha y una boina y como un figurín, dejó en una percha de Cadaqués sus guantes, sus rodilleras y su gorra de portero. No se puso más entre los tres palos. Mató al portero. También me lo dijo Pepín Bello”. Era Salvador Dalí, el hijo del notario de Figueras.

En cuanto a la final de la Copa del Rey en 1928 en el Sardinero de Santander, llamada también “Final de las Tres Finales”, en la que se impuso el Barcelona 3-1 con un gol de Samitier, su gran amigo, Gardel,  presenció ese partido nada menos que junto al gran poeta Rafael Alberti, debido a que tenían un amigo en común, José María de Cossio (erudito de la tauromaquia), en cuya Casa de Tudanca estaba pasando una temporada (Alberti). De Cossio fue quien logró que Gardel cantara esa noche.

Tanto Gardel como Alberti habían quedado admirados por la bravura del arquero húngaro del Barcelona Franz Platko (1928-1983), quien durante la final fue lesionado por Cholín, de la Real Sociedad, y pese a ser atendido y vendado, regresó al partido y fue fundamental en el triunfo azulgrana.

Alberti lo recuerda en su libro de memorias “La arboleda perdida”:
"Fue en Santander: 20 de mayo de 1928. Allí fui con Cossío a verlo. Un partido brutal, el Cantábrico al fondo, entre vascos y catalanes. Se jugaba al fútbol, pero también al nacionalismo. La violencia por parte de los vascos era nunca vista. Platko, un gigante portero húngaro, defendía como un toro el arco catalán. Hubo heridos, culatazos de la Guardia Civil y carreras del público. En un momento desesperado, Platko fue acometido tan furiosamente por los de la Real que quedó ensangrentado, inconsciente, a pocos metros de su puesto, pero con el balón entre las manos. En medio de ovaciones y gritos de protesta, fue alzado sobre los hombros de los suyos y sacado del campo, sembrando el desánimo en sus filas al ser sustituido por otro.

Pero, cuando ya el partido llegaba al final, apareció Platko de nuevo, la cabeza vendada, fuerte y hermoso, decidido a dejarse matar. La reacción del Barcelona fue instantánea. Pocos segundos después, el gol de la victoria penetró por el arco de la Real, que abandonó el campo entre la ira de muchos y los desilusionados aplausos de sus partidarios. Por la noche, el hotel, nos reunimos con los catalanes. Se entonó "Els Segadors" y se hicieron ondear banderas. Y una persona que nos había acompañado a Cossío y a mí durante el partido cantó, con verdadero encanto y maestría, tangos argentinos. Era Carlos Gardel."

Se dijo que la venda a Platko se la había puesto el propio Gardel en el vestuario, pero no es algo confirmado. Al día siguiente, Gardel y Alberti salieron de paseo en coche por los pueblos de Castilla y León pero antes visitaron a Platko en el hospital y allí se encontraron con Samitier, quien también se encontraba recuperándose de los golpes del día anterior. De hecho, el 27 de mayo, Alberti publicó en “El diario de Cantabria” la “Oda a Platko” (un poema originalmente llamado “Platko” que luego quedó así : “Oh, Platko, Platko, oso rubio de Hungría…”.

Gardel tenía un gran amor por Barcelona desde que la visitó por primera vez en 1923, y una barra de amigos con los que se comunicaba por carta y teléfono y los visitaba siempre que viajaba.

Pero el mejor amigo de Gardel en el Barcelona era, sin dudas,  José Samitier (1902-1972), quien era un gran crack de la época, muy famoso. Jugó 13 temporadas en el Barcelona y ganó 2 Ligas, 6 Copas del Rey y 12 Copas de Cataluña y marcó 326 goles. Filmó películas como “11 pares de botas” y era modelo publicitario de vermouth.

También representaba a la línea de automóviles Graham-Paige y así fue como le consiguió a Gardel uno de los últimos modelos a precio ventajoso y éste se lo llevó a Buenos Aires en el barco Conde Rosso, y al regresar en 1928 lo trajo consigo y hasta el chofer, Antonio Sumaje, “El Aviador”. Fue al terminar ese viaje, que le obsequio a su amigo el tango “¡Sami!”, con música de Nicolás de Verona y letra de Lito Mas, que recuerda el paso de Samitier por tierras argentinas.

El estribillo decía
¡Sami!
Capitán del Barcelona…
Con tu juego que emociona,
Nos has hecho estremecer..,
¡Sami!
Portador de la nobleza
De tu tierra de grandeza…
¡Caballero Samitier!”

A Samitier le decían “Hombre Langosta” y “El Mago”. Un periodista catalán de la época, José María LLadó i Figueres, aseguró que este mote se lo puso Gardel cuando un día le dijo a Razzano y a otros amigos: “El domingo no se comprometan: iremos a la cancha a ver jugar al Mago del Balón”.

En una entrevista que por esos tiempos le realizaron en Barcelona, en “La Gaceta Deportiva”, Gardel confesó que “el fútbol no me interesaba. No comenzó a gustarme hasta que vi  jugar al Barcelona en esta ciudad para mí tan simpática y agradable. Por la sincera y leal amistad que me une a Samitier, seguí al Barsa en su correría por varias ciudades durante el Campeonato de España que para mí fue un verdadero viacrucis. A pesar de los incidentes desagradables de la gira campeonil del Barcelona y de la derrota que el equipo olímpico  argentino sufrió en el campo de Les Corts (se refiere a la gira previa de la selección argentina, camino a Amsterdam 1928 cuando iba a asistir a los Juegos pero tuvo que suspender por una gira a Italia), -jornada en la que como es lógico, me sentí argentino y deseé el triunfo de los míos- me he aficionado al fútbol y, entre ustedes, me siento un barcelonista más”.

En 1954, cuando Samitier regresó a Buenos Aires en el camino para fichar para el Barcelona al uruguayo Ramón Villaverde, le hicieron una entrevista sobre los amigos que había hecho en la gira de 1928 y citó a Borocotó de “El Gráfico” y a Hugo Marini de “Crítica” pero hizo mayor referencia a Gardel especialmente en aquella final de 1928 en Santander “porque sabemos cuán beneficiosa nos fue su compañía para mantener nuestra moral”.

Fue tal la cercanía entre Gardel y el Barcelona por aquellos años, que algunas versiones le habían atribuido la planificación de la gira de los catalanes por el Río de la Plata y hasta el diario “La Nación” le atribuyó la organización de otros partidos en Río de Janeiro, que el club desmintió y el jugador lo hizo de una manera rotunda;

"¿Yo metido en negocios de fútbol cuando sólo atiendo, con gran dejadez, a los míos, a los de mi carrera artística? Por absurda, la noticia me hizo sonreir (...) una patraña ridícula que en Buenos Aires hizo reir a cuantos me conocen. (...) Y por lo que a mí respecta mezclándome en el absurdo, sólo he de decir que cuando se tienen contratos como el que ahora voy a cumplir en París, es por lo menos ridículo suponer que voy a dedicarme a ganar unos pesos concertando partidos de fútbol."

Luego se supo que fue la propia Comisión Directiva del Barcelona, mal asesorada y con tremendas expectativas de ganar mucho dinero que les prometió el empresario y dirigente Torres Ulliastres, y que consistía en reparto de la recaudación con los locales en un 50-50 y el 30% de lo producido por el club, para los jugadores y se alojaron en un hotel de San Isidro, la que tomó la decisión.

Gardel no ahorraría comentarios al respecto: “No les acompañó a los dirigentes el acierto al escoger San Isidro como residencia. El temor a que viviendo en la Capital hicieran vida disoluta es un verdadero agravio a unos muchachos a los que he visto siempre observar una conducta intachable por egoísmo y por hacer honor a su fama. San Isidro no está en condiciones para ser habitado durante el invierno por unos muchachos que necesitaban estar al abrigo del frío, en habitaciones llenas de confort y comodidad, para poder dar todo el rendimiento de energía física y moral en el campo de juego. (...) Por ser distante de la ciudad y no serme simpático el lugar en el invierno, fuí pocas veces porque desde el primer día me di cuenta de que no era la estancia que convenía a unos muchachos que debían reponerse en buenas condiciones de las consecuencias del viaje por mar y recuperar las energías perdidas para enfrentase con unos adversarios que indudablemente son de gran valía y que deseaban vencer a un contrincante de gran fama como el Barcelona. (...) ¿A quién se le ocurriría ir a una estancia, situada junto al río, de una humedad tremenda, sin que se les diera a los jugadores la comida a la que están habituados?" 

En el brillante sitio Maravilloso sitio http://gardel-es.blogspot.com/2011/01/la-cancion-del-barca-patadura.html de Marcelo O. Martínez, se cuenta del tremendo fracaso de la gira barcelonista por Sudamérica, en la que, además de perder casi todos los partidos –siempre ante la presencia de Gardel en cada estadio- algunos medios definieron a algunos de sus jugadores (como el arquero suplente Llorens, quien ingresó por el lesionado Ricardo “Divino” Zamora) como “Pataduras”.

Tras caer ante 30.000 personas ante un combinado de estrellas argentinas en el estadio de Barracas, pudo empatar en el segundo partido ante la selección argentina (0-0), en River y ante 35.000 personas. Allí, Gardel y su compadre José Razzano fueron saludados por Samitier pero ya en el segundo tiempo, el “Mudo” estaba aburrido y se fueron en coche al Hipódromo de Palermo.

Al más puro estilo criollo, el escritor uruguayo Máximo Sáenz, alias «Last Reason», publicó una carta abierta en Diario “Crítica” un par de días antes del próximo encuentro:

"Querido Sami: No estamos satisfechos con lo que nos has mostrado hasta el momento; los niños piden más; quieren ver al verdadero Samitier, al Mago, aunque eso le cueste un disgusto al arquero el próximo sábado. ¿Que hacés lo que puedes? ¡Qué macana! Si ya sabemos por Carlitos Gardel, que cuando a vos te da la chola por jugar, cuando se te sube el barretín a la cabeza, la redonda se va derecho a la red, dejando bizcos a los goalkeepers. ¿Y qué esperas —¡mecachi en el Noy de Vich!—, qué esperas, gran atorrante, para mostrar las uñas? Te esperamos, viejo, hasta el sábado, y no más. Si ahí vos no das la medida de tu fuerza, vamos a creer que es puro grupo todo lo que han estado chamuyando de vos los que han tenido el togus de manyarte desde cerca."
Pero volvió a perder ante Independiente 4-1

 El diario barcelonés La Noche, resume así el poco éxito de los azulgranas:

"El F.C. Barcelona ha fracasado ruidosamente en su viaje por tierras de América (fracaso deportivo y económico) (…) nada ha sido previsto. Ni el orden de los partidos, ni la valía de los adversarios, ni el número de matchs a jugar, ni el peso de los balones… nada absolutamente."
A modo de balance de la gira, dijo Gardel:  “Como argentino me complació porque quedó saldada la derrota de Las Corts (aquella de la selección olímpica en la antigua cancha del Barcelona). Como barcelonista simpatizante hubiera preferido que los muchachos del Barcelona hubieran podido oponer mayor resistencia para contemplar pugnas emocionantes de esas en las que hasta el último momento no se decide la victoria."

El Barcelona finalizaba su gira por el Río de la Plata con muy malos resultados: le ganó a Boca pero perdió ante Independiente, la Liga Rosarina, Nacional, Peñarol y la selección argentina. Entonces, Gardel le dedicó un tango a Samitier y al regresar a Europa en diciembre grabó el tema “Patadura”.

Finalmente, el beneficio del periplo fue de 150.000 pesetas para el club catalán, unos 250.000 dólares, muy poco para una gira tan extensa, con un plantel muy criticado a su regreso y hasta dimisión de varios miembros de la comisión directiva, sanciones a algunos de sus jugadores y hasta echaron al DT.

Así fue que Gardel decidió regrabar el tango “Patadura” justo cuando sus amigos catalanes pasaban por un mal momento, al regresar a Europa en diciembre de 1928. La versión original era dedicada a jugadores argentinos, por lo que “El Zorzal Criollo” decidió reemplazar los nombres nacionales por los de jugadores catalanes y adaptó la letra para el público español (los compositores del tango, José López Ares y Enrique Carrera Sotelo, habían presenciado en Barracas el partido entre la selección argentina y el Barcelona ante 30.000 personas que ganó Argentina 3-1);

“Piantate de la cancha. Dejale el puesto a otro
De puro paradura estás siempre en orsay
Jamás cachás la pelota, la vas de figurita
Y no serví s siquiera para patear un hand.
Querés jugar de forward y ser como lo es Piera (como Seoane)
Pa’hacer como hace Sastre  (y hacer como Tarasca)
De media cancha un gol,
Querer hacerle goles al colosal Zamora (burlas a la defensa con pases y gambetas)
Como lo es Sami, el mago del balón (y ser como Ochoíta el crack de la afición).
Chinchás a la pelota (chingás a la pelota)
Chinchás en el cariño (chingás en el cariño)
El corazón de Platko (el corazón de Monti)
Te falta, che, chambón
Pateando a la ventura,
No se consiguen goles,
Con picardía, viejo (con juego y picardías)
Se altera el marcador.”

Si la primera grabación, con los nombres de jugadores argentinos, se llevó a cabo en París el 15 de diciembre de 1928, el 1 de marzo de 1929 se produjo la segunda, también en París, siempre acompañado de su trío habitual de guitarras. José Ricardo, Guillermo Barbieri y José María Aguilar, aunque utilizando los nombres de jugadores del Barcelona: el delantero Piera (Vicenc Piera), el mediocampista Josep Sastre, el arquero Ricardo Zamora, el mediocampista Josep Samitier i Vilalta, capitán, y Franz Platko, el arquero húngaro.

Tres años más tarde, en 1931, el Barcelona viajó a Londres y como Gardel estaba en París, viajó a ver ese partido, que España perdió 7-0, acompañado de Pierotti y Duggan, propietarios de caballos de carrera, pero se negó a viajar en avión (era uno de sus grandes temores, según nos cuentan en la notable exhibición “Gardel y los deportes”, que se lleva a cabo hasta marzo en el Museo Casa Carlos Gardel, Jean Jaurés 735). Sentía que no les podía fallar a Samitier y a Zamora. “Pero qué goles zonzos hicieron esos yonis. Y nada menos que 7-0. Sólo voy a volver a Londres cuando juegue un cuadrito de los nuestros”, se quejó luego, según contó su amigo Edmundo Guibourg.

Gardel fue socio honorario del Barcelona. Cada vez que sus dirigentes viajan a Buenos Aires, visitan su mausoleo para dejar allí un ramo de flores azules y rojas en su homenaje.