domingo, 2 de septiembre de 2018

Más de lo mismo y sin embargo, cada vez más distancia (Yahoo)





La gran sorpresa de esta semana fue el triunfo del Celta sobre el Atlético Madrid por 2-0, en Vigo, que confirma la excepción en esta Liga Española que lleva apenas tres jornadas de treinta y ocho y que, como pocas veces con tanta precisión, ya muestra como únicos líderes, al Barcelona y al Real Madrid, ambos con puntaje ideal, y dirimiendo la diferencia de goles para determinar quién es el puntero.

No transcurrió demasiado tiempo desde que el Atlético Madrid le ganara la final de la Supercopa europea a su vecino Real Madrid 4-2 en el alargue en Tallin, Estonia, y sin embargo, podría decirse que muy pronto todo volvió a la rotunda normalidad de la más larga competencia nacional española.

Que en apenas tres jornadas haya un solo equipo cerca de los dos líderes, con 7 puntos sobre 9 totales, y que detrás de los dos líderes, el Barcelona y el Real Madrid, todo el resto de los 17 equipos restantes ya tenga 4 puntos o menos (o sea, a 5 de distancia con sólo 9 en juego)  marca una dura tendencia para los dirigentes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) empeñados en encontrar una cierta competitividad que hagan al torneo más vendible en otros mercados.

El Celta, el único escolta de los líderes y que se mantiene a dos puntos, tiene desde esta temporada sentado en el banquillo a un argentino desconocido para los aficionados españoles, Antonio Mohamed, “El Turco”, de larga trayectoria como jugador en su país, emblema del club Huracán, y quien llegó a vestir la camiseta de la selección nacional y con la que ganó la Copa América 1991 aunque era suplente.

Mohamed fue compañero de Diego Simeone, el entrenador del Atlético Madrid, en esa Copa en la que disfrutaron del éxito, como meses más tarde, en 1992, de un gran fracaso cuando quedaron eliminados de los Juegos Olímpicos de Barcelona en el Sudamericano sub-23 en Paraguay, en el que un marcador central era Mauricio Pochettino y el otro, Eduardo Berizzo, otros dos destacados entrenadores de la actualidad.

Pero volviendo a la competencia de la Liga, hay otro hecho destacable y es que pese a que acaba de cerrar el mercado veraniego de fichajes, ninguno de los tres equipos que habitualmente dominan el torneo han alterado casi en absoluto sus once iniciales con nuevas figuras y éstas van ingresando de a poco y tampoco parecen ser tan necesarias en las estructuras básicas.

El Real Madrid, que acaba de perder nada menos que a Cristiano Ronaldo, transmitía otra imagen cuando en el debut oficial de la temporada cayó en el derbi de la Supercopa europea. Allí se vio mucho más desorientado al equipo de Julen Lopetegui que lo que ocurrió días más tarde, cuando lentamente se fueron incorporando sus figuras mundialistas, como Luka Modric o Casemiro.

Así es que finalmente, Lopetegui va consolidando un equipo muy parecido al de la temporada pasada, con Marco Asensio como estrella emergente, que ocupa el lugar de Cristiano Ronaldo, y con Modric incorporándose lentamente a la estructura para lo cual, el entrenador se va dando cuenta de que va a tener que sacrificar a Isco Alarcón, un jugador al que estima pero que va comprendiendo que su antecesor, Zinedine Zidane, tenía razón y no hay manera de quitar ni a Toni Kroos ni a Casemiro, sumado a que Karim Benzema y Gareth Bale parecen ahora liberados y sin estar tapados por la mega estrella portuguesa que emigró a la Juventus.

Solamente en la portería pudo debutar el belga Thibaut Courtois aunque suena más a capricho dirigencial que a necesidad real del club porque justamente antes del partido ante el Leganés, el costarricense Keylor Navas mostró al Santiago Bernabeu su trofeo como mejor arquero de la temporada para la UEFA, en la que promete ser una dura competencia para el puesto.

No es muy distinto lo que ocurre en las filas del Fútbol Club Barcelona, donde pese a la llegada de grandes estrellas como el brasileño Arthur, el chileno Arturo Vidal, o el central Clément Lenglet, no parece haber demasiado lugar para ellos entre los titulares y todo dependerá de las rotaciones que determine el entrenador Ernesto Valverde, pero el equipo parece encontrarse a gusto así.

El Barcelona ya parece haber recargado las pilas y lo que hasta hace semanas era un acertijo, como el lugar que desde ahora ocuparía Lionel Messi, cómo se generaría juego con la salida definitiva de Andrés Iniesta o si Osmane Dembélé rendiría o no, ha pasado al grado de certeza.

Finalmente, ni siquiera el Atlético Madrid ha colocado jugadores de la renovación en su equipo. Sólo Ángel Correa ha tomado mayor protagonismo, o Thomas Partey ha ganado lugar ante la salida de Gabi, pero apenas Tomas Lemar, Nikola Kalinic o Santiago Arias han ingresado como suplentes al campo de juego.

Es decir que si bien esto recién comienza, está claro que este mercado no ha arrojado grandes fichajes que se impongan por su sola presencia o trayectoria, y que pese a esto, en lo alto de la tabla de posiciones no sólo sigue todo muy parecido, sino que se va acentuando la enorme diferencia de presupuesto entre los dos equipos dominantes y el resto, y desde demasiado temprano.

Tal vez ya sea hora de un gran replanteo a futuro.

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