Identificado con
el Motagua de su país, con el que ganó varios títulos nacionales, Amado Guevara, es considerado uno de los
mejores futbolistas de la historia de Honduras, tras haber jugado en ligas como
la costarricense, mexicana y española, aunque su más recordada actuación fue
con su selección en la Copa América de Colombia 2001.
Guevara fue
convocado de urgencia, a cuatro días de comenzar la Copa América 2001, cuando
se encontraba jugando en el Toros Neza de México. Le contaron que la AFA había
anunciado que la selección argentina no participaría en el torneo “por razones
de seguridad”, por lo que tuvo que hacer las valijas en pocas horas, saludar a
su familia y tomar un vuelo rápido a su país para sumarse a la concentración
con un equipo improvisado, y subirse a otro avión, esta vez militar y de carga,
y sin asientos formales, y con la delegación acompañada por militares, para
llegar a Colombia.
A Guevara,
entonces, le tocó liderar junto a David Suazo, en ese momento jugador del Cagliari
italiano, un equipo con jugadores que nunca habían vestido la camiseta
nacional, con la dirección técnica de Ramón Madariaga, y con la idea de
realizar el mejor papel posible, pero por si las dificultades fueran pocas,
Suazo se lesionó en el debut ante Costa Rica, con una derrota de 1-0.
Sin embargo, el
equipo hondureño se recuperó ante Bolivia, al vencer por 2-0 con dos goles
suyos y la gran sorpresa llegó con el resonante triunfo por 1-0 ante Uruguay,
con otro gol de su autoría, y la inesperada clasificación para los cuartos de
final. Allí esperaba Brasil, aunque con un equipo alternativo, pero Honduras
dio otro golpe y venció 2-0 para llegar a semifinales ante los locales, a la
postre campeones y cayó 2-0. Ya por el tercer puesto, volvió a enfrentar a
Uruguay, empataron 2-2 y los centroamericanos dieron la gran sorpresa al
imponerse por penales.
Al término de
esa Copa América fue elegido como mejor jugador del torneo y eso generó un
interés por el Valencia español, pero el Motagua hondureño, dueño de su ficha,
sólo aceptaba una transferencia definitiva, por necesidades económicas, por lo
que regresó al Toros Neza, donde ya estaba jugando.
Amado “Lobo”
Guevara, el 2 de mayo de 1976 en Tegucigalpa, aunque es hijo predilecto de la
localidad de El Aceituno, a 135 kilómetros de la capital hondureña, y fue
criado en el seno de una familia muy humilde y de futbolistas como sus tíos Ovidio
y Leslie, jugadores profesionales del Motagua,
Ya desde sus
tiempos de estudiante participaba en el equipo de periodistas llamado “Crónica
Deportiva” y participaba de giras por todo el país, y es así que fue convocado
para jugar en el Olimpia, en 1993, con sólo 17 años y si bien formó parte de
una gira amistosa por los Estados Unidos, no llegó a ingresar en ningún partido
oficial y terminó recalando en el Motagua, el mismo equipo de sus tíos.
Sus buenas
actuaciones lo llevaron a formar parte del seleccionado sub-20 que participó en
el Mundial de Qatar 1995, ganado por la selección argentina de José Pekerman, a
la que enfrentó y le marcó un gol aunque no logró pasar de la primera rueda en
un grupo que estaba compuesto además por Portugal y Holanda.
Sin embargo, la
vidriera del Mundial de Qatar 1995, y también su participación en los Juegos
Panamericanos de Mar del Plata le valieron para ser contratado por el
Valladolid de España junto con su compatriota Carlos Pavón.
Guevara nació
como volante mixto, pero por su buen manejo de pelota y remate, lentamente se
fue convirtiendo en un creativo. Con el Motagua vivió una época de oro bajo la
dirección técnica de Madariaga, quien luego lo dirigiría también en la
selección nacional, ganando los torneos Apertura y Clausura 1997/98 y
1999/2000 y mucho más adelante, a su
regreso de varios países, el Clausura 2011 y el centroamericano de 2007.
Su etapa en el
Motagua finalizó en 2001, cuando se fue a jugar al Toros Neza de México, y al
año siguiente, ya en Segunda, en el Zacatepec, y al quedar libre, firmó con el
Saprissa, un histórico de Costa Rica, donde se transformó en uno de sus grandes
ídolos en 2002, y ya en 2003 emprendió otra experiencia, la de la Major League
Soccer (MLS) de los Estados Unidos.
Su primer equipo
fue el Metrostars de Nueva York, con el que consiguió clasificarse a la primera
final de su historia en el torneo abierto “Lamar Hunt” en 2005, con 11 goles y
11 asistencias, cuando ya en 2004 había sido elegido mejor jugador del año y
alcanzó a ser Botín de Oro, pero su fuerte carácter comenzó a pasarle factura y
a principios de 2006 entró en conflicto con el club y con su presidente, el ex
jugador Alexi Lalas, al regresar a Honduras y jugar una serie de amistosos con
el Motagua pese a que el acuerdo sólo le permitía entrenarse allí. Sin embargo,
todo se solucionó porque parte de la comisión directiva se opuso a su salida,
especialmente cuando a los pocos meses consiguió la tarjeta de residente y ya
no ocupaba cupo de extranjero.
Metrostars pasó
a llamarse Red Bulls, llegó como entrenador el reconocido Bruce Arena y con un
triplete suyo llegaron a semifinales en 2007 hasta que el regreso del argentino
Claudio Reyna desde la Premier League inglesa motivó su salida hacia Los
Ángeles para jugar en las Chivas USA. Allí tuvo un bajo rendimiento por nuevos
problemas de indisciplina, por lo que su DT, “Preki” (el serbio-estadounidense
Pedrag Radosajlevic) pidió que lo transfirieran con una frase lapidaria: “su
ego no lo deja triunfar”.
Lo enviaron al
Toronto pero volvió a rebelarse y logró regresar al Motagua para la temporada
2007/08, cuando llevó a la final al “Ciclón Azul” y allí cayó ante el Deportivo
Marathón de San Pedro Sula aunque fue campeón centroamericano en una celebrada
final ante el costarricense Saprissa.
Una vez
conseguido el objetivo, tomó la decisión de regresar al Toronto de la MLS hasta
que en 2010 emprendió el regreso al Motagua, aunque perdieron la final del
torneo ante Olimpia y en 2011, como capitán, rompió la racha de cuatro años sin
títulos ante el mismo rival, con goles suyos en ambos partidos decisivos.
Defendió esta camiseta hasta 2013, para finalizar su carrera en 2014 en el
Deportivo Marathón.
Con la selección
“Bicolor Catracha” tuvo experiencias muy importantes, es considerado uno de los
mejores jugadores de la historia, pero también numerosos actos de indisciplina
y rebeldía que complicaron su carrera. Participó en cuatro clasificaciones a
Mundiales, en la Copa América 2001 y ya
en el final de su trayectoria, el Mundial de Sudáfrica 2010, lo que marcó el
regreso de Honduras a la máxima cita del fútbol desde España 1982, aunque rozó
la chance en 2001 cuando cayó en el último partido ante México.
En 2003, junto
con sus compañeros Noel Valladares y Mario Iván Guerrero fue sancionado por
instar a que la selección no se presentara a jugar contra Martinica y Trinidad
y Tobago por atrasos salariales. Esto motivó que el entrenador Edwin Pavón los
marginara. Los otros dos jugadores, entonces, compraron los boletos de regreso
pero Guevara decidió quedarse, desafiante, al punto de que también tuvo duras
palabras contra la comisión disciplinaria que lo castigó y así volvió a ser
apartado de otros amistosos.
Participó
también de la Copa de Oro 2007 y de la Copa Centroamericana de selecciones
nacionales en 2009, como local, en el que Honduras quedó en el tercer puesto, y
en este torneo fue expulsado dos veces, ante Belice y El Salvador. Ese mismo
año, consiguieron clasificarse al Hexagonal final de la CONCACAF para llegar al
Mundial de Sudáfrica, y por fin lograron un lugar. Integraron el grupo inicial
junto a la posteriormente campeona del mundo, España, con la que perdieron 2-0,
luego cayeron derrotados otra vez ante Chile, dirigido por Marcelo Bielsa (1-0)
y empataron ante Suiza, en la despedida, 0-0. No marcaron goles pero Guevara se
dio el gusto de ser el capitán y estar presente en los dos primeros encuentros.
Tras dejar el
fútbol en 2014, trabajó como ayudante de campo en la selección nacional como
asistente del colombiano Jorge Luis Pinto, con la mira en la clasificación para
el Mundial de Rusia 2018, y posteriormente asumió en el equipo nacional de
Puerto Rico hasta 2019.
Vive en Miami, y
actualmente es comentarista de partidos de la MLS para distintos medios,
actividad que alterna con giras futbolísticas por los Estados Unidos con un
equipo senior con mayoría de ex compañeros de la histórica selección hondureña
que consiguió el tercer puesto en la Copa América 2001 como Samuel Caballero,
Noel Valladares, Ricky García, “Rambo” De León, y su amigo Carlos Pavón.
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