Pudo haber
jugado la Copa América de Venezuela en 2007, con apenas veinte años, pero el ya
entrenador de la selección uruguaya, Oscar Tabárez, prefirió que participara en
el Mundial de su categoría en Canadá. Cuatro años más tarde, en Argentina, Luis
Suárez, que ya era una figura internacional, se consolidó como emblema y
goleador “Celeste” al ser considerado como mejor jugador del torneo
sudamericano y ganar el último título continental para su equipo.
Suárez llegó a
la Copa América de Argentina 2011 como
nueva estrella del Liverpool, que había pagado al Ajax 26.5 millones de euros
por su pase en el verano de 2010, una vez que finalizó el Mundial de Sudáfrica
en el que Uruguay obtuvo el cuarto puesto y él fue uno de los principales
protagonistas, y el torneo sudamericano aparecía como la gran vidriera de la
consolidación, con una nueva generación de futbolistas que se sumaba a la base
de Fernando Muslera, Diego Lugano, Diego Pérez y Diego Forlán.
Uruguay debutó empatando
1-1 ante Perú en el estadio Bicentenario de San Juan. Paolo Guerrero había
puesto en ventaja al conjunto peruano pero antes de terminar la primera etapa
ya había empatado Suárez. El segundo partido trajo otro empate 1-1 ante Chile
en el estadio mendocino “Malvinas Argentinas” y los celestes cerraron la
primera ronda con un triunfo 1-0 ante México en el Estadio Único de La Plata.
Para los cuartos
de final se avecinaba uno de los grandes clásicos sudamericanos. La selección
argentina, con Lionel Messi, y dirigida por Sergio Batista, recibía a la
uruguaya en el estadio de Colón de Santa Fe. Enseguida, Diego Pérez marcó el
primer gol, pero Gonzalo Higuaín empató doce minutos más tarde. Pérez fue
expulsado ya en la primera parte pero todo se emparejó en la segunda cuando
Javier Mascherano vio la tarjeta roja por una falta a Suárez. Tuvieron que ir a
los penales, y allí Muslera contuvo el de Carlos Tévez y los orientales
avanzaron a la semifinal, quitándose del camino a uno de los principales
candidatos.
En la semifinal
volvía a aparecer Perú como rival de Uruguay, en La Plata, y ese partido
significó el verdadero puntapié de inicio de Suárez en la selección uruguaya,
con sus dos goles convertidos en el 2-0 que lo colocó en la final del
Monumental ante la selección paraguaya que dirigía Gerardo “Tata” Martino.
La final resultó
mucho más tranquila que lo pensado para Uruguay con un claro 3-0. Ya se fueron al
descanso 2-0 (con goles de Forlán y Suárez), pero en el vestuario, los
jugadores se encontraron con una sorpresa, porque Tabárez los arengó
preguntándoles “¿Ya se creen campeones? Hay que jugar también el segundo
tiempo”. Al regresar, Uruguay aumentó a 3-0 el marcador con una asistencia de
Suárez a Forlán.
Al finalizar el
certamen, Suárez, autor de cuatro goles (quedó segundo en la tabla de
goleadores detrás del peruano Paolo Guerrero), fue elegido mejor jugador. “Fue
un título merecido. Tuvimos una tarde redonda ante Paraguay. Este grupo ha
hecho mucho esfuerzo para conseguir este objetivo. Y si no sos grupo dentro y
fuera de la cancha, es muy difícil lograrlo”, manifestó el delantero, que
reconoció que el partido contra Argentina en cuartos de final “fue el más duro
porque fue el rival que más ocasiones nos generó pero allí demostramos
jerarquía, ganas, la garra charrúa y la entrega máxima que tuvo todo el equipo
en ese partido fue fundamental”.
Suárez nació el
24 de enero de 1987 en el barrio Cerro de la ciudad de Salto y comenzó jugando
al baby fútbol en el club local Deportivo Artigas, y cuando su familia se mudó
a sus siete años a Montevideo, pasó al Urreta FC y posteriormente a Nacional,
donde ingresó a la séptima división en 2000 y debutó en primera el 3 de mayo de
2005 ante Junior de Barranquilla por la Copa Libertadores.
Con Nacional fue
dos veces campeón uruguayo, en 2005 y 2005/06 y llegó a marcar 12 goles en 35
partidos cuando con apenas 19 años fue transferido al FC Groningen de los
Países Bajos en un millón de dólares. Apenas una temporada después ya era
contratado por el Ajax en 7,5 millones de euros y fue tal su rendimiento e
identificación con el club que para la temporada 2009/10 fue el capitán del
equipo, algo que nunca antes había logrado ningún jugador sudamericano y
finalizó la temporada como goleador de la Eredivise con 35 goles en 33
partidos, y 49 goles en 48 partidos en el total de las competencias, lo que
determinó que consiguiera el Botín de Oro europeo.
Su excepcional
temporada en el Ajax generó un interés por él desde varios clubes grandes
europeos pero acabó firmando por el Liverpool en 26.54 millones de euros,
aunque antes de debutar con su nueva camiseta, fue convocado por Tabárez para
el Mundial de Sudáfrica 2010. Su balance en el Ajax había dejado tres títulos,
una Liga, una Copa de los Países Bajos y una Supercopa local.
En Sudáfrica, el
aporte de Suárez fue notable. En la fase de grupos, ante los locales, le
hicieron la falta que determinó el segundo gol de su equipo por intermedio de
un penal convertido por Forlán y una asistencia suya originó el tercer tanto,
de Álvaro Pereira. Y en el tercer y último partido de la serie, Uruguay le ganó
1-0 a México con un gol suyo y otros dos tantos sirvieron para eliminar a Corea
del Sur en el 2-de los octavos de final.
El mayor
recuerdo de su participación viene de la mano de los cuartos de final ante
Ghana. Empataban 1-1 cuando en el último minuto de la prórroga, un cabezazo de Dominic
Adiyiah iba al gol y el delantero celeste se arrojó en la línea de su arco para
desviar la pelota con su mano. Fue expulsado y el conjunto africano tuvo en sus
pies el pase a semifinales con el penal sobre la hora, que quedó a cargo de
Asamoah, pero la pelota dio en el travesaño y los celestes se impusieron 4-2 en
la definición desde los doce pasos.
Suspendido en los cuartos de final, no pudo estar
presente en la semifinal que Uruguay acabó perdiendo 3-2 ante Países Bajos,
aunque regresó en la derrota también por 3-2 ante Alemania.
Ya en el Liverpool utilizó la tradicional camiseta
número siete que antes le había pertenecido a ídolos del club como Kenny
Dalglish o Kevin Keegan. Ganó la Copa de la Liga en 2012 y su rendimiento fue
en ascenso, aunque no sin polémicas, como cuando en la fecha 34 de la temporada
2012/13 mordió a su marcador Branislav Ivanovic del Chelsea pero no fue visto y
aunque fue protagonista de este partido en los minutos siguientes, las cámaras
de TV comprobaron luego la acción y la Federación Inglesa (FA) lo sancionó con
diez fechas de suspensión por “conducta violenta”. Entonces pidió disculpas
públicamente, que fueron aceptadas por Ivanovic.
Su pico de rendimiento en el Liverpool fue en la
temporada 2013/14 con 31 goles en 30 partidos, fue el máximo goleador de la
Premier League y Botín de oro de Europa junto con Cristiano Ronaldo. Esperaba
el Mundial de Brasil 2014, en el que le marcó dos goles a Inglaterra en el
triunfo uruguayo por 2-1 en la fase de grupos, aunque luego protagonizó otro
incidente en su carrera cuando su marcador Giorgio Chiellini se quejó de haber
sido mordido por él, por lo que fue expulsado del torneo por la FIFA, en un
escándalo del que hasta se hizo eco el entonces presidente uruguayo José
Mujica. Fue sancionado para jugar por cuatro meses y 9 partidos.
Esta sanción determinó que aunque su pase fue
adquirido por el Barcelona en 81 millones de euros, no pudo debutar en el club
hasta octubre, bien avanzada la temporada, en un cásico contra Real Madrid. Su
primera temporada no pudo ser mejor. Pasó a integrar la llamada MSN (Messi-Suárez-Neymar),
una gran delantera sudamericana, marcó 25 goles y ganó cinco de los seis
torneos (Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de
Clubes, en el que fue Balón de Oro del torneo).
Al terminar la temporada 2019/20, sorpresivamente,
el entrenador Ronald Koeman le manifestó que no lo tenía en sus planes por lo
que el Barcelona facilitó su salida al Atlético Madrid por 6 millones de euros
y variables, con un notable balance final en los
azulgranas: 4 Ligas, 4 Copas del Rey, 2 Supercopas de España, una Champions,
una Supercopa europea y un Mundial de Clubes.
En su primera temporada fue campeón con el
Atlético de Madrid, con 21 goles –algunos clave, como ante el Osasuna, que dio
vuelta el marcador en los minutos finales, o contra el Valladolid, en las dos
últimas fechas- pese a haber estado varias veces ausente por lesión y en el
total de su carrera lleva marcados 485 en 685 partidos.
En la selección uruguaya marcó 64 goles en 117
partidos y participó también del Mundial de Rusia 2018, la Copa Confederaciones
de Brasil 2013 y la Copa América 2019.
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