lunes, 27 de abril de 2009

En el país de "Baraka"

Después de haber presenciado la excepcional puesta en escena de "Baraka", la obra de la holandesa María Goos con la impecable actuación de Jorge Marrale, Darío Grandinetti, Hugo Arana y Juan Leyrado, nos quedan algunas tantas reflexiones sobre lo que está pasando en la Argentina en muchos aspectos.
"Baraka"encierra un guion tradicional, si se quiere, como el reencuentro de amigos, cada uno con sus propias frustraciones y soledades, pero se adapta perfectamente a la Argentina actual en cuanto a qué se pone en juego desde aquellos que se mantienen amigos aún en las peores crisis, o aquellos "garcas" que te abandonan en el peor momento o lo que es peor, como lo que le sucede a uno de los personajes, que por ser nombrado ministro de Cultura, teme quedar involucrado en un hecho y perjudica y "desvirga espiritualmente" a su amigo hasta provocarle indirectamente el suicidio.
Interesante como escenario de esta Argentina que navega entre confusiones y constantes renuncias a la ética, o directamente, olvidada de ella.
No más salir del teatro Metropolitan 2 y tras un café en la ex revolucionaria "La Paz" de la avenida Corrientes, notamos que el coche ha desaparecido del estacionamiento de Rodríguez Peña y Lavalle. No hay ningún cartel que diga que está prohibido estacionar y nos dirigimos a la comisaría más cercana, donde dan por seguro que el automóvil fue llevado por la grúa y que de ninguna manera se trató de un robo. Pero la misma policía, de trato cordial y hasta afable, a las 3 de la mañana del domingo, nos cuenta que ella "nada tiene que ver" con la grúa. Esta pertenece a la "guardia urbana" o a un sistema privado, del que la propia Policía sospecha de que está metido en algún turbio negocio para enganchar todos los coches posibles (bien o mal estacionados) para recaudar casi 200 pesos por cada recuperación posterior de sus dueños.
En esta misma ciudad de Buenos Aires gobernada por Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors, que pretende ser presidente argentino en 2011 supuestamente desde un lugar distinto a la política tradicional, pero que insta a su vicejefa, Gabriela Michetti, a que renuncie al cargo para pasar a formar parte de la candidatura, tal vez "testimonial", a diputada nacional "para defender en el congreso la problemática de la ciudad". Paradójicamente, al renunciar Michetti, desoyendo el mandato que se le concedió por cuatro años y por el que juró, queda como segundo en la cadena Darío Santilli, posible candidato a la presidencia de River Plate en las próximas elecciones, es decir, la ciudad es gobernada por un Boca-River. Oh, ¡el fútbol también allí!
Eso no lo es todo: el gobierno nacional arremete contra el monopolio televisivo para publicitar su proyecto de ley de Radiodifusión, proponiendo y prometiendo "fútbol para todos" por la TV pública, pero luego, en el Boca-River pasado, en la Bombonera, aparece con su proyecto inscripto en banderas mercenarias de las dos barras bravas a las que no sólo dice repudiar, sino que en principio les rige el derecho de admisión, recientemente pasada al propio Estado desde la AFA y los clubes. Otra vez el Boca-River.
Mientras eso pasa, y las grúas se encargan de llevarse coches indiscriminadamente para sacar algún negocito, por Buenos Aires pululan los ardides para evitar caer en la multa por exceso de ingesta de alcohol. Algunos ya dicen que luego de varios vasos, uno de bebida cola genera el efecto contrario en el soplido, mientras que otros ya compran un nuevo aparatito, que se vende en esquinas y algunos negocios entre bambalinas, que echa un líquido al la chapa por el cual desde los radares policiales no se perciben dos de las cifras finales. Otros, en esas mismas esquinas, desde hace años que venden decodificadores truchos para ver todos los partidos por TV sin tener que pagar nada, hasta el más codificado.
Mientras tanto, mientras la sociedad se degrada, mientras ocurre como en "Baraka" que el futuro ministro de Cultura dice que cree que lo convocaron "porque al menos veo dos obras de teatro por año", se suceden desde todos los partidos las listas de candidatos testimoniales. Es decir, gente que se presenta, que renuncia al cargo por el que fue votada pero que de todos modos no parece asumir el nuevo en el futuro. Todo vale. Deportistas medianamente o muy exitosos, cantantes, y hasta la respetable Nacha Guevara, debido a su éxito con su musical "Evita". Por otro lado, Víctor Laplace, que alguna vez personificó a Juan Domingo Perón, niega que vaya a seguir los pasos de su colega. Todo un avance.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dice por TV, que "en ningún lugar" dice que esté prohibido colocar en las listas a los candidatos testimoniales, es decir, mientras no sea ilegal, no importa que sea ilegítimo (y esto se extiende a toda la clase política, no sólo al oficialismo). De esta manera, un muy inteligente televidente responde que piensa presentarse en las próximas elecciones como cuarto candidato a diputado detrás de San Martín, Belgrano y Perón, porque "en ningún lado" dice que los candidatos deben estar vivos.
Siguiendo con la Cultura, y el personaje designado ministro en "Baraka" (Juan Leyrado), no sería de extrañar que en esta marcha, fuera designado un columnista que nos dice que nos habla, él, desde la "Sociología de la Cultura". Y no sólo desde allí, sino desde la "izquierda". Es decir, nuevamente, que hoy con autodefinirse "de izquierda" y tirar un par de consignas más básicas que el libro "Piruetas" de primero inferior, ya permite ser "de izquierdas". El blablabla, con un par de amiguetes que te respalden, y citar a Marx, ya alcanza en este país para ser "de izquierdas" y "de la cultura". Si este nefasto personaje rosquero de la UBA pudo quedarse con el simbolismo de la "sociología del deporte" sin siquiera haber pasado por la carrera de Sociología (rarezas de esta Argentina moderna) por qué no esperar también estas minimáximas en un diario supuestamente crítico.
Mientras, en el opuesto, es decir, en el diario oficialista gratuito, aparece el presidente de la AFA, Julio Grondona, comentando con total tranquilidad que sostiene a Joseph Blatter en la presidencia de la FIFA porque no cree en los europeos, y que también le resulta inmanejable el tema de los ingresos por derechos de la TV. Suena rara esta entrevista: en los días más calientes de lucha entre el Gobierno y el monopolio, el diario más oficialista entrevista a Grondona, su periodista"estrella" lo trata de "vos", y le da "voz" para que el atornillado mandamás del fútbol largue todo su rollo, con algunas extrañas pérdidas de memoria. Grondona ahora abre la puerta al fútbol gratis, justo lo que el Gobierno reclama, una muestra cabal de por qué es un maestro de la permanencia en el poder como pocos y es capaz de cambiar de colores como el camaleón. Y también por lo mismo que ningún gobierno jamás pudo sacarlo (y pocos lo han intentado en serio) de su sillón.
Pero todo no deja de ser una historia de cambios sugestivos, de promesas rotas con facilidad, de traiciones y negocios. Esta Argentina "Baraka" no parece aprender nunca la lección.

3 comentarios:

Sandy de San Martín City dijo...

... y qué pasó, finalmente, con el coche?

Malvada Bruja del Norte dijo...

Bueno...si te sirve de consuelo, no sólo ocurre en Argentina.

Anónimo dijo...

meget interessant, tak