lunes, 27 de septiembre de 2010
El patrón imaginario
Como la Biblia y el calefón a lo que nos tiene acostumbrados la Argentina, sus estamentos del fútbol vivieron una semana alocada (en realidad, la seguirán viviendo hasta que Sergio Batista sea confirmado como entrenador hasta el Mundial 2014), desde los intentos "desesperados" (sic) de Diego Maradona por regresar al seleccionado argentino, al enterarse de que la AFA ya estaba por tomar la decisión de contratar al "Checho", hasta el empuje desde las altas esferas para presionar a Julio Grondona para torcer su postura.
En este culebrón vacío de contenido que pasó a ser la selección argentina desde la salida de Alfio Basile en 2008, pasando por el Mundial 2010, y siguiendo ahora con tantos actores peleados entre sí y con un circo creciente de declaraciones altisonantes que ensucian a unos y otros, apareció el domingo el hecho más insólito.
Ocurrió cuando el autotitulado "relator del pueblo" Marcelo Araujo, utilizando el canal estatal en el que se emite el "Fútbol Para Todos", finalizó un extraño editorial, en off, y en el que no quiso referirse al manager de la selección argentina, Carlos Bilardo, "porque con él, saben que me une una íntima relación" , sosteniendo, como ya lo venía haciendo un colega, amigo y socio suyo desde la radio, que el nuevo "patrón" del equipo nacional se llama "Messi".
No es casual que este editorial aparezca justo ahora, luego de la reunión que Maradona mantuvo con el ex presidente Néstor Kirchner, de la que el ex crack y entrenador de la selección dijo que quedó "preocupado" por su salida del cargo, lo que para nada lo ayuda en la reconstrucción de su ajada imagen luego del rotundo fracaso en el pasado Mundial.
Que apenas días antes de la designación de Batista como entrenador por parte de la AFA, y que apenas días después de que el propio Maradona calificara a Grondona como "patrón" del fútbol argentino en una entrevista por Fox Sports, se diga desde el canal oficial que el nuevo patrón es Messi, no parece haber formado parte de un plan prolijo. Todo lo contrario. El mensaje es tan claro como conceptualmente maffioso. Algo así como "Ojo, Don Julio, que lo que viene ahora le hará perder, finalmente, todo el poder que usted tuvo antes, y es peligroso que ese poder quede en manos de jugadores que no han tenido éxito en la selección". Tambíén, desde los mismos micrófonos asociados, se escuchó hoy que estos jugadores "no pudieron revertir con su esfuerzo el mal sistema táctico utilizado". No parece claro. ¿No era que los directores técnicos eran lo más importante del fútbol? si la táctica es tan importante, si los córners, desde aquellas ya voluntariamente olvidadas transmisiones de los Torneos Sin Competencia de los noventa, eran para los Bielsa, los Bianchi y los Passarella, ¿por qué ahora los jugadores tendrían que revertir por sí mismos lo que el técnico planteó reconocidamente mal? pónganse de acuerdo aunque sea por una vez, señores lobbistas de los micrófonos.
Pero no son ellos los únicos que no se ponen de acuerdo ni entre ellos mismos. Por Fox Sports, y desde su casa y con tiempo para reflexionar, Maradona dio a entender que ahora "podríamos conversar con Grondona" aquello de que aceptaría trabajar como entrenador de la selección argentina sin sus colaboradores. No pasaron muchos días desde que el ex supercrack afirmara, en una dura conferencia de prensa, que sin sus colaboradores no podía seguir (es más, apareció rodeado de ellos en Ezeiza) y ahora está dispuesto a lo contrario y ninguno de ellos se mostró dolido, ni al menos, con alguna duda sobre la integridad de su ex compañero.
Cosas extrañas ocurren alrededor de una selección argentina que parece más un botín de guerra que un equipo representativo de un deporte hermoso.
Tampoco esto queda aquí y Maradona utilizó su verba para seguir inculpando ex compañeros como Carlos Mac Allister y pegarlo con Batista, de quien dijo, al igual que José Luis Brown (entrenador del sub-17) que "no tengo la culpa de que ni loz conozcan en Montevideo". ¿Para dirigir a una selección es importante que sean conocidos? no parece tener que ver el grado de conocimiento con la capacidad.
Y finalmente, Messi, como intento de colocarlo como "nuevo patrón", y de paso, ligarlo con la marca deportiva que lo auspicia tanto como a la selección. Si Lionel Messi es el mejor jugador del mundo, no parece para nada descabellado armar un equipo que gire en torno de su bienestar, de respetar su parecer. Si eso se hizo con Maradona en 1986 por parte del mismo Bilardo que ahora defenestra, no parece para bada incoherente que quien es el mejor jugador del mundo por lejos, quien es la figura entre tantas grandes figuras del Barcelona y quien mantiene una conducta extremadamente ética dentroi y fuera de la cancha, ajeno a todo interés extradeportivo, lleve el liderazgo del fútbol. Y que Batista le otorgue ese lugar es de manual en un país normal, pero en la Argentina, a eso se lo confunde con la consideración de patrón, algo que ni de Maradona se llegó a decir en los ochenta, cuando ni siquiera allí su conducta se acercaba al dedo pequeño del pie de Lionel Messi.
Por eso el supercrack de Barcelona le atiende el teléfono a Batista cada vez que llama, y por eso la mayoría de los dirigentes de la AFA, hartos ya de estar hartos, consensúan la confirmación de Batista como seleccionador y cierran las puertas a Maradona y sus amigos que a veces no son sus amigos pero mañana pueden volver a serlo (o no).
Y salvo que haya alguna otra movida desde las altas esferas gubernamentales (que la FIFA prohibe taxativamente, cuando se le ocurre), que lleven a Grondona a una presión insostenible, ya no hay nada que hacer.
Y no se trata de patrones, sino de liderazgos, aunque los lobbistas de los micrófonos insistan en lo contrario tratando de encontrar giles.
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