lunes, 13 de septiembre de 2010

Ni siquiera una goleada ante España trae calma a la selección argentina (Yahoo)



Tal como ocurre cada vez que se acerca un Mundial, cuando la selección argentina genera la envidia del Planeta Fútbol por los jugadores que posee o por el potencial que tiene y luego todo eso se esfuma, otra vez esto sucedió tras la importante goleada ante el equipo español en Buenos Aires por 4-1 en un partido amistoso, porque algo que sería soñado por todos, sólo derivó en mayores problemas tomando en cuenta el nombramiento del entrenador definitivo para el Mundial 2014.

En una situación normal, un entrenador como Sergio Batista, que fue campeón olímpico hace apenas dos años en Pekín haciendo conjugar perfectamente el fútbol de Lionel Messi y Juan Román Riquelme y liquidando a una buena generación de Brasil por 3-0 en semifinales, que tiene experiencia en Primera División en la liga local y que ha dirigido juveniles argentinos, y que ha vencido en sus dos compromisos como interino, 1-0 a Irlanda en Dublin y 4-1 a los campeones del mundo, debería ser ratificado de cara al Mundial de Brasil que se disputará en 2014.

Y no sólo eso: conociendo al fútbol argentino y sus avatares y la difícil relación de egos entre tantas estrellas, el hecho de que Batista tenga buena relación con la mayoría de los jugadores, como Riquelme, Messi (especialmente éste, que se siente muy respaldado por un entrenador que lo aprecia sinceramente y que está dispuesto a darle todo lo que necesita), y que haya conseguido el regreso de los ignorados por Diego Maradona para el Mundial pasado, como Javier Zanetti, Esteban Cambiasso, Ezequiel Lavezzi, Fernando Gago y Ever Banega, también debería servitr a la AFA para no dudar demasiado en su ratificación.

Sin embargo, la decisión que debe tomar el Comité Ejecutivo de la AFA en octubre, cada vez se hace más complicada porque aunque había un pacto de no hacer declaraciones por parte de los dirigentes ni del manager, Carlos Bilardo, hasta ese momento, el técnico campeón del mundo en 1986, dada su característica incontinencia verbal, apareció ya dos veces en una misma semana, una en una entrevista televisiva y otra en su propio programa radial, insistiendo en que no hay nada decidido y que la AFA deberá designar a un entrenador entre los tres que él proponga, sin dar ninguna seguridad sobre si Batista será uno de los tres propuestos.

Más allá de los nombres (el presidente de la AFA, Julio Grondona, desde hace rato que cree que Batista debería seguir en su cargo hastra Brasil 2014), el profundo malestar general con Bilardo es porque se cree que viola todos los pactos y porque no parece poder soportar el silencio y esto complica porque genera polémicas estériles a poco tiempo de una decisión importante.

De hecho, Grondona y muchos dirigentes importantes creen que ni siquiera haría falta esta reunión de octubre y que el Comité Ejecutivo debería designar directamente a Batista y cerrar esta etaà de notables desencuentros que comenzó al regreso del Mundial de Sudáfrica con la ruidosa salida de Maradona y las idas y vueltas hasta que Batista fue designado como entrenador interino, obteniendo mejores resultados, en todo sentido, que lo previsto.

Por todo esto, en un tormentoso fútbol argentino que ya ha comenzado su Torneo Apertura en el que Boca Juniors ya ha quedado lejos del título y River Plate está en posición de descenso directo a Segunda, una goleada de 4-1 ante España en un estadio Monumental pletórico, es una anécdota cuando en cualquier país del mundo sería la gloria misma: ganarle por diferencia al campeón y a pocos meses de haber conseguido el título.

Por contrario, en España la derrota ha generado controversias porque revolotea la idea de que no se ha tomado con la debida seriedad un partido que si bien era amistoso, conllevaba riesgos importantes para la imagen y el prestigio, si bien la prioridad, obviamente, es conseguir holgadamente la clasificación a la próxima Eurocopa.

Pero no todo fue negativo en el corto viaje de la selección española a Buenos Aires. Antes del partido, en una comida entre los dirigentes de ambas federaciones, se terminó de sellar un pacto por el cual la AFA apoyará la realización del Mundial 2018 en España y Portugal, mientras que contará con el voto de los europeos para que Argentina y Uruguay puedan organizar conjuntamente el Mundial 2030.

Se sabe de la excelente relación que une a los dos presidentes de las federaciones, Grondona por la argentina y Angel María Villar por la española, siendo además ambos fuertes dirigentes en la FIFA y de gran peso en ella y en las dos Confederaciones, uno en la Sudamericana (Conmebol) y el otro en la Europea (UEFA) por lo que el fútbol español no se fue con las manos vacías de Buenos Aires.

En cambio, en la Argentina no se sabe quién será el próximo entrenador del seleccionado cuando en menos de un año (julio de 2011) debe ser local en la Copa América y cuando los meses corren de cara a lasa próximas eliminatorias para Brasil 2014, mientras siguen los enfrentamientos verbales entre dirigentes, el manager y los entrenadores que se postulan de distinta manera para el cargo.

Por lo pronto, Bilardo insiste en que la situación no está definida y que habrá tres entrenadores propuestos a la AFA, y Grondona y otros dirigentes, en realidad ya quisieran haber terminado la polémica cpon los resultados a la vista.

En el fútbol argentino, no hay paz ni goleando a los campeones del mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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