Desde el
gobierno uruguayo ya se piensa en un Plan B en el caso de que pueda caerse en
los próximos meses la candidatura para organizar el Mundial 2030 junto con
Argentina y Paraguay, más allá de que el gobierno de Mauricio Macri le haya
confirmado al de Tabaré Vázquez, en los últimos días, su deseo de seguir con el
objetivo.
Infobae pudo
saber que en Uruguay ya se viene pensando en un plan alternativo para 2030,
teniendo en cuenta que se trata de una fecha emblemática porque en ese año se
cumplirá el centenario del Mundial de 1930, que fue el primero que organizó la
FIFA, y además, será el bicentenario de la independencia del país.
Por esta razón,
viene ganando posiciones la idea de que en el caso de que por alguna razón la
candidatura tripartita sudamericana no pueda llevar a cabo su objetivo, en
Uruguay se dispute entonces una especie de Mundialito de más corta duración y
que sólo se dispute en territorio uruguayo, tal como ocurriera en 1980, al
cumplirse cincuenta años del primer Mundial.
En aquella
oportunidad, entre los días finales de 1980 y los primeros días de 1981 se
llevó a cabo el Mundialito, que incluyo a todos los campeones del mundo,
divididos en dos zonas, aunque al no poder estar presente Inglaterra, fue
reemplazada por Holanda, en aquél tiempo, dos veces subcampeona (1974 y 1978).
Aquél campeonato
lo ganó Uruguay, en una final ante Brasil. Argentina integró la zona de
Alemania y Brasil, mientras que Uruguay jugó contra Italia y Holanda.
En esta
oportunidad, se estudia la chance de invitar a las otras siete selecciones
campeonas (se sumarían en ese caso Inglaterra, Francia y España) o la
posibilidad de realizar un torneo más corto, que no dure más de una semana o
diez días.-
Los peligros
mayores para la candidatura tripartita sudamericana, según estiman funcionarios
uruguayos del gobierno pasan por la situación económica de la Argentina, que ya
rechazó organizar el Mundial de basquetbol junto a Uruguay cuando ya la FIBA
realizaba inspecciones en los dos países, la crisis que vive el fútbol
uruguayo, intervenido por la FIFA hasta febrero de 2019, y aún superando estas
dificultades, no pasar el corte en la competencia contra otros postulantes.
En cuanto a la
situación económica argentina, días atrás circularon versiones sobre una
posible baja de la candidatura por parte del gobierno de Macri, pero esto no
sólo fue desmentido sino que los secretarios de Deportes, en ese momento,
Carlos Mc Allister y Fernando Cáceres, mantuvieron una primera comunicación que
luego se amplió a los presidentes Macri y Vázquez, en la que desde la Argentina
se intentó transmitir tranquilidad a Uruguay acerca de que todo sigue siendo
igual que antes y que se mantiene el interés en organizar el Mundial 2030.
Sin embargo,
Uruguay enfrenta otro problema propio y es que la actual crisis por la
intervención de la FIFA a la AUF podría agravarse a principios de diciembre
cuando se lleve a cabo allí el Mundial femenino sub-17 y los máximos dirigentes
de la FIFA se encuentren in situ justo cuando vence el plazo (el 2 de
diciembre) para que se apruebe el estatuto nuevo con los cambios que propone la
entidad madre de Zurich.
Hasta el
momento, la FIFA –que intervino la AUF a pedido de la Conmebol que preside el
paraguayo Alejandro Dominguez sin que haya quedado demasiado claro el motivo,
teniendo en cuenta situaciones éticas más graves como las de la Federación
Peruana o la Australiana- encontró fuertes resistencias en una decena de clubes
uruguayos, que se niegan a votar el nuevo estatuto y que se oponen a la
intervención y han recurrido a la máxima instancia deportiva mundial, el TAS.
El problema
mayor que encontraron estos clubes es que el TAS ya informó que se tomará el tiempo
necesario para resolver si corresponde o no que la AUF haya sido intervenida
(el titular es Juan Pedro Bordaberry, senador del Partido Colorado e hijo del
dictador uruguayo entre 1973 y 1976, Juan María), y entonces con mucha
probabilidad, el fallo del tribunal sería posterior a la finalización de la
citada intervención, lo que dejaría sólo con efecto retroactivo cualquier
medida tomada.
Uno de los ejes
de la discordia pasa por los cambios que propone el nuevo estatuto que propicia
la FIFA, que integra a los votantes a los actores alternativos como el fútbol
sala, el fútbol femenino, los árbitros o los directores técnicos, pero también
al fútbol del interior.
Asimismo, en
estas horas los clubes, en una Asamblea, estudiaban el caso de la Asociación
Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile, que resolvió la situación
otorgando más votos a los clubes de primera división sobre el resto de los
integrantes, pero eso quedaría sujeto a una aprobación final de la FIFA en
diciembre, y en caso de no aceptación, el fútbol uruguayo podría quedar en una
situación de rebeldía y ser suspendido para competencias internacionales.
En este caso,
las chances de que una candidatura que tuviera a Uruguay como miembro, serían
casi nulas.
El tercer
obstáculo, ya externo, es que la candidatura tripartita sudamericana no ganara
la organización del Mundial tomando en cuenta la calidad de sus posibles
competidores, especialmente tres: Inglaterra, China y España-Portugal, a los
que podría sumarse Marruecos, si bien este país africano podría integrarse a
otra candidatura del Magreb junto con Argelia, Túnez, Mauritania y Libia, y
también las dos Coreas están analizando presentarse.
En el caso de
Inglaterra, el presidente de la Federación (FA), Greg Clarke, afirmó que la
entidad se tomará todo 2018 para analizar el contexto antes de tomar la
decisión de presentarse, y el vicepresidente, David Gill, dijo que estudiarán
“si todo el proceso es correcto”, a partir de la desconfianza que generó en
Inglaterra la forma en que quedó eliminada en la carrera para 2018 finalmente
ganada por Rusia, en la votación de 2010 en la FIFA.
Inglaterra
piensa en tratar de descalificar la candidatura tripartirá sudamericana al
considerar que ya América organizará el Mundial 2026 (candidatura conjunta de
Canadá, estados Unidos y México votada durante el Congreso de la FIFA en Rusia
2018) y no puede, entonces, ser anfitriona en dos torneos consecutivos, pero
para la FIFA, CONCACAF (Confederación del Norte, Centro y del Caribe) y
Conmebol (Confederación Sudamericana) son completamente distintas.
Por esta misma
razón que esgrime (erróneamente) Inglaterra, Conmebol vetaría a China para
2030, teniendo en cuenta que otro país asiático, Catar, organizará el Mundial
2022, por lo que sería demasiado pronto para que un país asiático pudiera
acceder a albergar un Mundial, según indicó en Rusia el presidente de la
Conmebol, Domínguez, a Infobae.
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