martes, 12 de marzo de 2019

El Real Madrid deberá atravesar medio año de rumores y controversias para definir su futuro (Interia)




La sorpresiva eliminación de la Champions League en los octavos de final dejó al Real Madrid sin nada en juego en lo que resta de la temporada a falta de tres meses para que ésta acabe, y con otros tres meses de receso hasta el inicio de la 2019/20, con los rumores y controversias que eso implica y con la necesidad de resolver uno de los mayores interrogantes de estos tiempos: ¿será posible encontrar un reemplazo para Cristiano Ronaldo?

Es claro que el argentino Santiago Solari no va a continuar como entrenador. Fue designado en el cargo como apagador del incendio que se generó con el desastre de la gestión de inicios de temporada de Julen Lopetegui y se encargó de llevar a cabo lo que el presidente del club, el poderoso Florentino Pérez, le sugirió.

Solari vislumbró el problema mayor del equipo: que nadie podría reemplazar la capacidad goleadora de Cristiano Ronaldo.

Solari no pudo contar con un irascible Isco Alarcón, a quien terminó reduciendo a cumplir una función mínima, notó escaso compromiso en Gareth Bale, y comprendió rápidamente que con Marcelo ocurrían dos cosas diferentes: que interiormente sentía que había cumplido un ciclo en el Real Madrid y que entonces quería marcharse a la Juventus con su amigo CR7 al finalizar esta temporada, y que lo que el equipo necesitaba era un lateral izquierdo que marcara primero, antes de sumarse al ataque.

Entonces, Solari recurrió a Sergio Reguilón, y a otros jugadores jóvenes no muy tenidos en cuenta como Lucas Vázquez o Vinicius Junior, aunque los resultados de esta mezcla de campeones demasiado acomodado y juveniles aún no pulidos, más allá de muchos partidos ganados, no dio el resultado esperado y el entrenador argentino tiene ahora los días contados y llegará, como máximo, a terminar esta temporada.

Si fuera por Florentino Pérez, desde hace rato que tendría cerrado todo con José Mourinho, su preferido. Pero el portugués no se fue bien del club y lo peor es que pocas veces, con su gestión, el Real Madrid tuvo una imagen tan antipática, más allá de provocar divisiones internas entre los aficionados que lo querían u odiaban. Sumado a eso, aún queda un remanente de jugadores que no terminaron bien con él, como Sergio Ramos y Marcelo (poco menos Benzema). Todo esto hace dudar al presidente, por más que el entrenador se ofrezca a regresar cada vez que puede.

Quien reúne más posibilidades es Mauricio Pochettino, el entrenador argentino del Tottenham inglés, que ya era el elegido en mayo pasado, cuando sorpresivamente Zinedine Zidane anunció su salida, pero el presidente de los Spurs, Dany Levy, pidió 50 millones de euros por su traspaso, lo que fue considerado excesivo por Pérez, quien ahora está dispuesto a volver a la carga, y va encontrando cierta apertura por parte del DT, que en el mercado del verano pasado se mantuvo en silencio y ahora dice que no estaría mal una “nueva experiencia”.

El otro problema con Pochettino es que en julio podría aparecer una oferta de la selección argentina dependiendo de cómo le vaya en la Copa América de Brasil de junio próximo. El equipo argentino tiene un entrenador interino desde que terminó el Mundial de Rusia, Lionel Scaloni, pero si le va bien en el torneo sudamericano (esto significaría llegar a una final) podría continuar. En otro caso, Pochettino será el primer buscado por la Federación (AFA) y en ese caso, para el Real Madrid será complicado competir.

En carpeta de los blancos también están los alemanes Jürgen Klopp (quien parece demasiado cómodo en el Liverpool y va para más) y Joakim Low (con cierto desgaste en la selección nacional),  Massimiliano Allegri y hasta un insólito retorno de Zidane.

En cuanto a Cristiano Ronaldo, es evidente que el Real Madrid necesita buscar un jugador que tenga un buen promedio de gol porque es lo que le falta desde que emigró el crack portugués aunque éste es irreemplazable, sencillamente, porque no hay en el planeta un jugador que reúna sus números salvo Lionel Messi, que está muy identificado con el Barcelona.

Por esta razón, el Real Madrid debería modificar su juego hasta llevarlo al de un equipo moderno, que no dependa de un solo jugador. Acaso Eden Hazard (quien parece que se irá del Chelsea en verano) pueda aportarle creatividad en los últimos metros, y decididamente, un goleador que defina en los últimos metros el fútbol que se genere desde los otros sectores del campo, como Sergio Agüero o Gabriel Jesús (Manchester City) o Pierre Aubameyang (Arsenal) o Robert Lewandowski (Bayern Munich), acostumbrados a marcar en equipos que les llevan el balón hasta los últimos metros y que dominan los partidos con mucha posesión de balón.

Pero los tiempos aquellos de jugar todos para un goleador, para que éste definiera las jugadas, como con Cristiano Ronaldo, parecen haber terminado.

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