Fue la noche del
30 de julio de 1975. Boca llegaba al partido de la 35a fecha del campeonato
Metropolitano, con una remontada espectacular desde el inicio de la segunda
rueda, después de haber terminado la primera a 16 puntos de River, que no sólo
era el puntero (en tiempos en los que cada triunfo valía dos puntos y no tres
como ahora) sino que se encaminaba a salir campeón después de dieciocho años de
sequía.
En esa segunda
rueda, Boca había acumulado 12 triunfos y 3 empates, y sorpresivamente, tras un
muy mal inicio (seis de sus jugadores se habían declarado en huelga por un
reclamo de aumento en sus salarios al presidente Alberto J. Armando: Rubén
Sánchez, Miguel Nicolau, Roberto Rogel, Osvaldo Potente, Carlos García Cambón y
Enzo Ferrero), se había colocado a apenas tres puntos de River, que había
tenido una pronunciada caída en esa misma etapa del torneo.
Boca estaba a 5
puntos de River cuando lo visitó en el Monumental el 27 de julio y le ganó 1-0
con un gol de tiro libre de Potente y el fútbol argentino estalló. Parecía que
como en los años anteriores, los Millonarios zozobrarían al final cuando habían
armado un gran equipo, con Ángel Labruna como DT, y con jugadores como Ubaldo
Fillol, Roberto Perfumo, Juan José López, Norberto Alonso, Pedro González y
Oscar Mas.
Tres días más
tarde, un miércoles por la noche, en la Bombonera, Boca recibía a Bánfield en
la misma fecha en la que River visitaba a Témperley. Los Millonarios tampoco
pudieron ganar en el sur (1-1) pero un Boca ultraofensivo, dirigido por Rogelio
Domínguez, en su tercera temporada, y que atacó por todos lados, chocó siempre
contra el arquero Ricardo La Volpe y no pudo ganarle a Bánfield. El partido
terminó 0-0.
La Volpe, que
treinta y un años después llegó a dirigir a Boca (y no pudo obtener el
tricampeonato consecutivo aunque estuvo como puntero a 4 puntos del segundo a
dos fechas del final), era apodado “El Loco” porque era de gambetear a los
rivales y como él mismo recordó en una entrevista “me gustaba cancherear,
agarrando la pelota con una mano por encima de los contrarios porque yo era
salidor, como se estilaba en la época. No era un atajador”.
La Volpe tenía
como ídolo a Amadeo Carrizo, al que iba a ver al Monumental con su tío Roberto,
hincha de River, y de allí tomó el estilo de arquero. Tras ese partido (en el
que en Bánfield jugó un ex crack de Boca, Nicolás Novello), la revista “El
Gráfico” se preguntó en un título “¿Quién es ese La Volpe?”.
“Esa noche le
sacamos el campeonato a Boca y nos cagaron a piedrazos a la salida de la
Bombonera”, recuerda el ex arquero, de largos bigotes en aquel tiempo, ahora
director técnico residente en México.
A partir de
allí, su ascenso fue meteórico. Tres fechas después, cuando terminó el
campeonato, La Volpe fue adquirido por San Lorenzo para jugar el Nacional de
ese mismo 1975 y poco tiempo más tarde, fue convocado por César Luis Menotti
para la selección argentina, con la que ganó el Mundial de 1978 aunque no jugó
ningún partido (llevaba el número 13 en su espalda), y era el segundo suplente
de Fillol, detrás también de Héctor Baley.
“Yo creo que
pudo haber influido en mi convocatoria que el periodista Osvaldo Ardizzone, que
era muy influyente en la época, vivía en el sur y me habría visto jugar y le
habrá comentado de mí a Menotti”, especuló La Volpe, con el paso de los años,
en una entrevista con la revista “El Gráfico”.
No era fácil
parar a ese Boca, con enorme poderío ofensivo. En la segunda rueda de ese
Metropolitano, el DT Domínguez había optado por ir sacando a los jugadores que
habían tenido el conflicto salarial inicial. El arquero Enrique Vidallé
reemplazó a Sánchez, Roberto Mouzo a Rogel, Hugo Paulino Sánchez a García
Cambón, y fueron ingresando con más asiduidad Abel Alves y Darío Felman, y le
había descontado a River 13 de los 16 puntos que le llevaba.
Tras el empate
ante Bánfield (de haber ganado, habría quedado a 2 puntos de River a falta de
tres fechas), Boca sufrió su única derrota de la segunda rueda ante Huracán
(1-0) en el partido siguiente, y en cambio, River volvió a la senda de triunfos
al vencer 2-0 a San Lorenzo con dos goles de Alonso, y ya la distancia se
estiró a cinco puntos, inalcanzable para los xeneizes, que perdieron una gran
chance al chocar contra Bánfield y La Volpe.
Luego, River
sería campeón en la anteúltima fecha en el estadio de Vélez ante Argentinos
Juniors (1-0) con el recordado gol de Rubén Bruno, en medio de la huelga de
Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) y en los festejos de la última fecha,
ya con los titulares, vencería 2-0 a Racing en un partido que se suspendió en
el entretiempo por invasión de público.
Boca, por su
parte, le ganaría 7-0 a All Boys y 4-0 a Independiente en Avellaneda, aunque ya
de nada le serviría esta extraordinaria segunda rueda. Pocos meses después, de
los seis jugadores en rebeldía, sólo quedaría García Cambón para la llegada de
Juan Carlos Lorenzo como DT en 1976, mientras que Potente regresaría en 1980.
El árbitro de
ese partido entre Boca y Bánfield en la Bombonera fue Roberto Goicochea.
Boca: Vidallé,
Pernía, La Fuente, Mouzo, Tarantini; Benitez, Trobbiani (Hugo Sánchez),
Potente; Felman, García Cambón y Ferrero.
Banfield: La
Volpe; Barril, Astudillo, Sotelo, Volk; Mateos, Logatto, Flotta (Langone);
Roselli, Novello, Corvo (Facal).
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