Empezó con el
pie izquierdo y no podía terminar peor. El Real Madrid, tricampeón consecutivo
de la Champions League y ganador del título en 13 ocasiones en su historia, se
quedó sin nada por jugar hasta fines de agosto al caer por un contundente 1-4
ante el Ajax en su estadio Santiago Bernabeu y quedar eliminado del torneo
europeo en la temprana fase de los octavos de final.
En una misma
semana, el Real Madrid perdió por un contundente 0-3 ante su clásico rival, el
Barcelona, por la Liga Española, y quedó a 12 puntos de los azulgranas, líderes
de la competencia, a 12 fechas del final, y ocupa la tercera posición, a 5 del
segundo, el Atlético Madrid. A los cuatro días volvió a perder, y otra vez en
el Bernabeu, ante el Barcelona 0-1 y quedó afuera de la Copa del Rey en
semifinales, luego de empatar 1-1 en la ida en el Camp Nou. Y como no hay dos
sin tres, volvió a caer en su estadio anoche, ante el Ajax de Amsterdam.
De esta forma,
ya sin Copa del Rey ni Champions, y con 12 puntos de diferencia del Barcelona
en la Liga (que en caso de quedar iguales, ganarían los catalanes porque
cuentan los dos enfrentamientos entre ellos),
y a 8 puntos del quinto, Alavés, cuando los primeros cuatro clasificados
de la Liga irán a la Champions 2020, ya el Real Madrid no tiene nada
interesante que jugar hasta que acabe la temporada, a fines de mayo.
Líneas arriba
escribimos que los blancos comenzaron la temporada con el pie izquierdo. Esto
fue cuando, inexplicablemente, y sólo para echarle un pulso al entonces nuevo
presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, el titular del Real Madrid
anunció, a dos días de iniciarse el Mundial para la selección española, que el
DT del equipo nacional, Julen Lopetegui, había sido fichado por el club para
cuando acabara el certamen de Rusia, lo que produjo un cimbronazo en la
delegación y el despido inmediato del entrenador.
Lopetegui
tampoco hizo pie en el Real Madrid. No pudo administrar la salida intempestiva
de Zinedine Zidane (con el que Real Madrid ganó tres Champions seguidas) en
mayo, y mucho menos, la de Cristiano Ronaldo, el mayor símbolo del club desde
Alfredo Di Stéfano, para irse a la Juventus. Nunca pudo reemplazarlo como
goleador y un equipo acostumbrado a marcar en casi todos los ataques,
repentinamente se quedó sin ese recurso.
Con los malos
resultados de Lopetegui, y la necesidad de poner cierto orden en un plantel
retobado, Pérez recurrió al argentino Santiago Solari, de buena sintonía con
Zidane en los tiempos de las divisiones inferiores blancas, pero aunque el
equipo tuvo buenos partidos y se impuso en varios de ellos, nunca tuvo la
continuidad necesaria y especialmente en estas últimas semanas, fue perdiendo
confianza hasta desinflarse.
Todo indicaba
que a Solari le pasaría lo mismo que a Zidane. Quedaba jugar la revancha de los
octavos de final de la Champions tras vencer al Ajax en Amsterdam (no sin
polémicas por el VAR) 2-1, y así como con el francés acabó ganando el título
europeo, muchos se ilusionaron que ahora podría dedicarse a buscar “La
Decimocuarta”, pero se encontró con un duro golpe en un Bernabeu impaciente y
que ya no tolera a algunos jugadores (Marcelo, Gareth Bale y Toni Kroos, entre
ellos), a los que censura por indolencia.
Por si fuera
poco, el Real Madrid tuvo dos tiros en los que la pelota dio en los palos, se
le lesionaron en el primer tiempo los dos extremos (Lucas Vázquez y Vinicius
Junior, reemplazados por Bale y Marco Asensio) y al Ajax le convalidaron en el
VAR el tercer gol (decisivo, porque los holandeses se ponían 3-0) que partió de
una pelota que había salido completa por el lateral.
Lo único que le
espera al Real Madrid, desde ahora, son los rumores de salidas y fichajes de
jugadores, la contratación de un nuevo DT, y las duras críticas por el rápido
final de temporada. Serán cinco meses de versiones y de chismes para cerrar un
año horrible.
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