No hay mejor partido en el mundo entero, que el que jugarán este miércoles en Roma el Manchester United y el Fútbol Club Barcelona. Por el poderío de sus clubes, por ser los ingleses los actuales campeones de Europa y del mundo, y porque los catalanes tienen actualmente el juego más brillante. La Champions League, el torneo más prestigioso del planeta, tendrá la gala que se merece y tal vez la mejor de los últimos tiempos.
En cuanto a los antecedentes de ambos equipos, no hay dudas de que se trata de dos conjuntos coperos, con vasta experiencia en disputas de torneos continentales y ya habiendo sido campeones de la Champions (Manchester United en 1968, 1999 y 2008, y el Barcelona en 1992 y 2006), mientras que los dos han tenido tradicionalmente protagonismo en sus propias ligas y copas.
De hecho, ambos son los actuales ganadores en sus ligas, que, además, hoy son indiscutiblemente las dos mejores ligas del mundo. El Manchester United ha sido perseguido por el Liverpool hasta el final, obligándolo a un gran esfuerzo, mientras que el Barcelona pudo haber sido campeón de España mucho antes, de no ser por la excelente segunda rueda del Real Madrid, que desde la llegada de Juande Ramos como entrenador, sólo había cedido un empate hasta volver a enfrentar al mismísimo Barcelona y recién allí, caer categóricamente 2-6 en el estadio Santiago Bernabeu.
Si hablamos de ambos entrenadores, la diferencia está dada en la enorme experiencia del escocés sir Alex Fergusson, quien accedió al cargo en el lejano 1986 para ir acercándose tanto al Liverpool en títulos, que ya ha empatado el palmarés a nivel local (18) y se ha acercado a nivel internacional (si gana el miércoles la Champions, obtendrá la cuarta contra cinco de los “reds”). Todo lo contrario ocurre con Josep Guardiola, surgido como jugador en la cantera del Barcelona, y quien accedió al plantel profesional al inicio de esta temporada, luego de haber dirigido solamente al equipo B en la categoría Segunda B (Tercera división española).
Si de jugadores se trata, la cita no puede ser mejor. Podremos observar in situ el mejor duelo individual posible entre los dos mejores jugadores del mundo de la actualidad. El portugués Cristiano Ronaldo, ya consagrado como FIFA World Player y Balón de Oro en la temporada pasada, en el Manchester United y tal vez en su partido despedida, si se confirma su tan polémico pase al Real Madrid, y el argentino Lionel Messi, acaso el jugador más brillante de este momento, con una cuarentena de goles en la temporada y claro conductor de un conjunto de estrellas como es el Barcelona.
Pero ninguno de los dos equipos se queda en sus máximos exponentes. El Manchester United posee un plantel sólido y de probados jugadores en cada posición, aún cuando no podrá contar con el volante escocés Fletcher, suspendido, y desde ya con otro volante de contención, Owen Heargraves, lesionado durante toda la temporada. Todo esto puede hacer mermar demasiado el sistema de marcaje y justo ante un rival que se caracteriza por monopolizar la pelota. Pero más allá de estas ausencias, también hay mucha riqueza para contar en el ataque, algo de lo que no muchos equipos pueden presumir, y así es que además de Cristiano Ronaldo, Fergusson puede contar con Rooney, Tévez, Berbatov, Macheda, o Giggs y su experiencia. El Barcelona, por su parte, tendrá dos ausencias claves, como sus dos laterales habitualmente titulares, Eric Abidal y Daniel Alves, en especial éste último, acostumbrado a pasar al ataque por la derecha para sumarse a Messi y así generar superioridad sobre la marca por parte del rival de turno.
Sin embargo, también el Barcelona cuenta con riqueza para reemplazarlos, como Silvinho, y la posibilidad de volcar a la punta a Cáceres o Puyol, pero evidentemente, la falta de estos defensores y la lesión para toda la temporada de Gabriel Milito, termina por dejar al Barcelona una cierta debilidad en ese sector, y máxime teniendo que enfrentar a una potente delantera como la inglesa.
El otro punto será si el extremo izquierdo Thierry Henry podrá estar presente superando la lesión que lo alejó de las canchas en las últimas semanas. El francés es clave para abrir el juego, porque el Barcelona notó su ausencia en los últimos partidos, especialmente ante el Chelsea en semifinales. Paradójicamente, Henry disputó la final de la Champions de 2006 en París ante el Barcelona, jugando para el Arsenal, así como Gerard Piqué, el marcador central del Barcelona, tuvo un paso por el United hasta la pasada temporada.
El otro interrogante es lo que ocurrirá si el partido finaliza empatado, desde el aspecto físico, en el que ambos aparecen con una gran paridad, y en la seguridad de sus arqueros. En este sentido, el holandés Van der Sar saca una luz de diferencia sobre Víctor Valdez por su experiencia en este tipo de finales, y por ser un gran especialista en atajar penales.
Van der Sar fue considerado como el mejor jugador de la final de 2008, en Moscú, cuando el Manchester United se impuso al Chelsea por penales.
Manchester United y Barcelona se conocen bien: en 2008 tuvieron que enfrentarse en semifinales y la serie se definió de manera cerrada: fue 0-0 en el Camp Nou, donde Cristiano Ronaldo tuvo un penal a su favor al inicio, y lo desperdició, y los ingleses se impusieron 1-0 en la revancha en Old Trafford.
Ahora deben verse las caras el miércoles en Roma, en uno de los partidos más esperados de los últimos años, y que define nada menos que al próximo campeón europeo, y representante de Europa en el próximo Mundial de Clubes en Emiratos Arabes.
La mesa está servida.
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