Recién ahora, en el Barcelona se animan a hablar más
en serio sobre si Lionel Messi puede tener alguna lesión recurrente y sobre la
necesidad de que, contrariamente a lo ocurrido en las últimas temporadas, deje
de lado su idea de jugar todos los minutos de todos los partidos, para aceptar
formar parte de las rotaciones como el resto de sus compañeros y de esta forma,
poder tener el descanso suficiente para un futbolista de su jerarquía.
En verdad, Xavi Hernández, otro de los grandes
cracks del Barcelona, expresó algo referente también a Messi en la misma semana
que se fue: aunque luego intentó matizarlo, reconoció que durante la pasada
temporada, el equipo estuvo algo desconcentrado y a su aire a partir de la
enfermedad de su entrenador, Tito Vilanova, y que por ejemplo la menor presión
en el ataque tuvo que ver con su ausencia y que no fue lo mismo con su segundo,
Jordi Roura.
Desde el final del ciclo de Josep Guardiola, cuando
la relación con Messi ya no era lo que había sido al comienzo (aunque se
disimuló hasta el último día), Messi se acostumbró, en base a sus increíbles
logros y a su maravilloso juego, a determinar gran parte de las decisiones del
equipo que estaban relacionadas con él mismo.
Desde ya que resultó muy difícil contrariar a la
gran estrella mundial y cuatro veces consecutiva Balón de Oro que no sólo lo
deja claro como número uno del mundo sino entre los grandes de la historia
siendo aún muy joven (26 años), pero esto se fue transformando en una situación
complicada y que, según parece a través de distintas opiniones de médicos
especializados, tuvo que ver con la dificultosa recuperación física definitiva
desde abril pasado, cuando tuvo que esforzarse ante el PSG para poder
clasificar al Barcelona a la semifinal de la Champions League in extremis, y ya no poder hacer nada ante el
poderoso Bayern Munich en la ida, para ni siquiera poder estar en una casi
irremontable vuelta.
Messi tampoco pudo completar los dos partidos
oficiales de la selección argentina por la clasificación al Mundial, algo que
quedó disimulado por los buenos resultados y la posición privilegiada de los
albicelestes para llegar a Brasil 2014 en el grupo sudamericano, y ya en el
amistoso de este mes ante Italia en Roma, directamente saludó al Papa Francisco
en El Vaticano y raro en él, ni siquiera se quedó con el equipo aunque no
jugara, y en cambio regresó a Barcelona y sí tuvo un muy buen partido debut
liguero ante el Levante en el Camp Nou.
Sin embargo, algo raro sucedía en este partido
cuando el nuevo entrenador del Barcelona, Gerardo “Tata” Martino, decidió
reemplazarlo en el segundo tiempo sin que haya habido quejas del supercrack.
Una novedad de mucha trascendencia, que fue explicada en conferencia de prensa
como que ya había sido conversada con el jugador y que éste “es lo
suficientemente inteligente para comprender que saliendo un poco en algunos
partidos, puede ayudar a las rotaciones, aunque no voy a estar reemplazándolo
en cinco partidos consecutivos tampoco”, ante la pregunta de quien esto
escribe.
Hasta allí, todo parecía demasiado lógico. Más aún,
Messi no se había sentido del todo bien ante el Levante por el intenso calor, y
reemplazarlo parecía lo más razonable teniendo en cuenta que apenas días
después en Madrid, esperaba el Atlético con el exigente compromiso del partido
de ida de la Supercopa de España, pero una vez que el Barcelona saltó al campo
para el partido en el estadio Vicente Calderón, quedó claro que el astro
argentino seguía con problemas físicos y aunque se trató de un partido de otras
características tácticas, terminó el primer tiempo tan ausente como aquel día
de semifinales de Champions en Munich ante el Bayern.
Messi estuvo tocándose el músculo de la pierna
izquierda, tras una falta del uruguayo Diego Godín, y en el entretiempo,
Martino lo reemplazó por Cesc Fábregas y el partido cambió, pero quedó
instalada una vez más la duda sobre el real estado físico del crack. ¿Qué es lo
que le pasa? ¿Puede hablarse de alerta roja tanto en el Barcelona como en la
selección argentina en un año mundialista? ¿Tiene alguna relación que desde
abril, un jugador como Messi, acostumbrado a no querer salir nunca del campo,
apenas haya terminado dos partidos de veintisiete?
El propio entrenador de la selección argentina,
Alejandro Sabella, estuvo en la semana en el entrenamiento del Barcelona
dialogando con su colega Martino y con Javier Mascherano acerca del tema y
terminó convocándolo para el partido que en setiembre debe jugar el equipo
albiceleste en Paraguay por la clasificación mundialista. ¿Jugará?
Muchos atribuyen sus reiteradas molestias a no haber
descansado lo suficiente, especialmente en unas vacaciones que parecieron muy
intensas, con demasiados partidos a beneficio, y viajes larguísimos por todo el
planeta, pero ¿cuánto hay de cierto?
No hay una respuesta clara y acaso eso sea lo que
dispara más inquietudes y preguntas. Pero es claro que las próximas semanas
serán claves para que sepamos si estamos en presencia de un alerta roja o si se
trató de meras coincidencias, y algunos golpes sin importancia.
1 comentario:
Yo me preguntaría, conociendo cómo se la gastan los directivos y mandamases de este club, ¿qué está pasando CON Messi?
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