Desde Al Ain
Si bien muchos
hinchas de River llegaron en estas horas a Dubai y se los puede ver con
variadas camisetas rojas y blancas por los fabulosos shoppings de esta
magnífica ciudad emplazada en los alrededores del Golfo Pérsico, las
diferencias entre los hinchas árabes entre esta zona del consumo internacional
y la tranquila Al Ain, sede de la semifinal del Mundial de Clubes del próximo
martes, son muy grandes.
Los seguidores
del fútbol de Dubai, tal como lo muestran los malls, prefieren consumir los
torneos extranjeros como la Premier League o la Liga Española antes que su
propia liga, a la que no concurren más de cinco mil personas (en el mejor de
los casos) pero distinto es Al Ain, cuyo equipo, invitado por la FIFA como
local para el Mundial de Clubes, sorpresivamente ya pasó dos ruedas, tras
levantar un 3-0 ante el Wellington de Nueva Zelanda para ganar por penales en
los octavos de final y luego sorprender a todos con la muy buena victoria ante
el Esperance de Túnez, campeón de la Champions League africana, por 3-0.
Ahora, Al Ain
debe enfrentarse nada menos que a River por la semifinal, lo que, más allá de
la hazaña de uno de los más populares conjuntos árabes, le da al equipo
argentino la chapa de absoluto candidato de llegar a la final, en la que se
supone que debería enfrentar al Real Madrid, y cualquier encuesta paga muy poco
por esta definición. Pero…¿será realmente así?
Más allá de que
el Real Madrid sigue teniendo un plantel con un potencial tremendo pese a la
salida de Cristiano Ronaldo en el pasado verano europeo, es evidente que el
plantel siente su ausencia, sumado a que otro durísimo golpe de los mismos días
fue la abrupta rescisión de contrato de Zinedine Zidane, que había sabido
manejar como pocos un vestuario con semejante pléyade.
Zidane fue
reemplazado por Julen Lopetegui con todo lo que acarreó haber anunciado el Real
Madrid una contratación del DT de la selección española a dos días del debut de
“La Roja” en el Mundial de Rusia, y lo que empezó mal, acabó mucho peor. Y así es que terminó asumiendo Santiago
Solari, quien dirigía al equipo B.
Solari se
encontró con un equipo destrozado por dentro, aunque siempre con un gran
potencial. Esto le permitió ganar muchos puntos, especialmente en la Liga
Española, pero los desempeños pocas veces fueron lucidos y hasta sufrió
derrotas muy duras, como el 3-0 ante el Eibar, o el último 3-0 como local ante
el CSKA Moscú por la Champions, aunque es cierto que ya estaba clasificado y el
resultado no le cambiaba nada, si bien es uno de los peores de toda su historia
en el Santiago Bernabeu.
El “indiecito”
ex River, entonces, tiene varios frentes que cubrir: Isco, uno de los mimados
por la hinchada blanca, llegó a encararse con la tribuna en la derrota ante el
CSKA y tampoco tiene la mejor relación con el DT, mientras se critica a Gareth
Bale por sus actitudes en partidos de menos relevancia, y varios jugadores se
quieren ir como Keylor Navas (a quien le trajeron al belga Thibaut Courtois
luego de haber ganado tres Champions en el arco blanco), Luka Modric y tal vez,
Marcelo, de quien se dice que el club le pedirá que pase a ser volante y
abandone el puesto de marcador de punta).
En medio de
todos estos grises, el Real Madrid deberá enfrentarse el miércoles en Abu Dabi
al Kashima Antlers, equipo japonés que lo tuvo a maltraer en aquella final del
Mundial de Clubes de 2016 y en buena parte, los merengues se salvaron gracias a
la potencia de Cristiano Ronaldo, que ya se fue.
El Kashima
volvió a mostrar solidez el sábado pasado ante las Chivas de Guadalajara por
los cuartos de final y parecen haber madurado aún más en estos dos años, al
punto de que su director técnico se animó a decir que le pueden ganar al Real
Madrid. ¿Tan fácil lo tendrán los españoles en semifinales? No parece, al menos
a priori, aunque luego siempre puede aparecer Bale capitalizando un pelotazo o
con la cabeza, o Sergio Ramos, o un remate de Isco. El potencial está, pero el
fútbol blanco atraviesa zonas grises y no está en una etapa ganadora. Y prueba
de ello es lo que sufrió para vencer al colista Huesca o al Rayo Vallecano.
¿Es entonces el
momento para que River de el gran paso y se quede con el Mundial? Desde lo anímico (por el gran triunfo de la
final del Bernabeu y ante Boca), lo físico (desde el martes que está enfocado
en la preparación para el torneo en Al Ain) y desde lo futbolístico (por poder
contar ya con la mayoría de sus jugadores, con Santos Borré de regreso tras la
suspensión, e Ignacio Scocco en recuperación), tiene argumentos para poder
imaginarse en el escalón más alto del podio, aunque potencialmente, el plantel
del Real Madrid siga siendo el más fuerte de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario