jueves, 19 de septiembre de 2019

Real Madrid, Barcelona y Atlético Madrid, en la difícil tarea de la reconquista de Europa (Interia)





A partir de esta semana, Real Madrid, Barcelona y Atlético Madrid comenzarán su largo y sinuoso camino en el intento por reconquistar el más preciado título europeo, el de la Champions League, después de un largo reinado que terminó en la pasada temporada en manos de los clubes ingleses, más específicamente del gran Liverpool de Jürgen Klopp, en una final completamente británica ante el Tottenham en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.

Para poder aspirar a recuperar el trono, los tres más fuertes equipos españoles deberán atravesar muchos obstáculos pero, en especial, necesitarán mejorar tras haber aprendido las lecciones que les dejaron en la temporada pasada. El Barcelona estuvo siempre cerca de la final, tanto en 2018 como en 2019, pero tras una amplia diferencia sacada en la ida en el Camp Nou, no logró mantenerla en la revancha y le suelen pesar demasiado esos partidos.

Si en 2018 no le alcanzó el 4-1 de la ida para caer en los cuartos de final por 3-0 en el Olímpico de Roma ante un rival no tan fuerte, que luego sucumbió enseguida, el factor psicológico influyó para volver a tropezar en Anfield tras un inmerecido 3-0 en la ida del Camp Nou ante el Liverpool en semifinales, cuando los ingleses fueron superiores pero fallaron en la definición y casi se van con una derrota más abultada, aunque bastó que marcaran pronto un tanto en su casa para que los blaugranas se desmoronaran por completo y acabaran regalando la serie.

Como bien dijo Lionel Messi días después, esa noche ante el Liverpool en Anfield el Barcelona se dejó ganar, no opuso resistencia y sorprendió que le volviera a ocurrir lo mismo que en Roma, aunque más aún, que la comisión directiva haya mantenido en su cargo al entrenador Ernesto Valverde tras dos sonados fracasos, lo que supone un apoyo total a su gestión desde el vestuario.

Este Barcelona, que arrancó de modo irregular la temporada aunque sin haber contado nunca con Messi, lesionado en el sóleo derecho, todavía está en formación. Con la decepción de no haber podido contar con Neymar, y con Antoine Griezmann en extraña relación con los capitanes luego de haberse decidido por continuar en el Atlético en 2018 cuando todos se jugaron por su llegada en aquel momento, el equipo todavía no se aceitó.

La salida de Philippe Coutinho al Bayern Munich y la llegada de un talento como el holandés Frenkie De Jong, cambiaron las condiciones de un mediocampo con demasiadas fichas y un interrogante sobre cómo se van a distribuir De Jong y Sergio Busquets, en lo que parece ser un solo un lugar para ambos, mientras que habrá que ver cómo encaja Valverde las piezas del ataque, ahora con Griezmann y con la rutilante aparición del jovencito Asu Fati, de Guinea Bissau, con apenas 16 años.

En el grupo del Barcelona aparecen un renovado Inter, dirigido ahora por Antonio Conte, y el siempre complicado Borussia Dortmund aunque todo indica que serán alemanes e italianos los que deberían pelear por la segunda plaza para los octavos de final.

Por el lado del Real Madrid, el regreso de Zinedine Zidane, con el que esta plantilla ganó tantos títulos, como entrenador a fines de la temporada pasada, no cambió tanto el sistema de juego como sí la salida del portugués Cristiano Ronaldo a la Juventus. Desde entonces, los blancos son una especie de león hervíboro. Llega, insinúa, se acerca a las porterías rivales, pero concreta poco en comparación a los años anteriores y ese pasó a ser otro punto de preocupación.

Más suelto ahora Karim Benzema, sin necesidad de tener que jugar para Cristiano Ronaldo, el francés aparece en todo su esplendor en el ataque, pero es una incógnita cómo se acoplará el gran fichaje de la temporada, el belga Eden Hazard, porque en el resto de los casos, se trata de jugadores que pueden ser buenos refuerzos desde una segunda línea (Eder Militao, Luka Jovic, Ferland Mendy), pero no parecen decisivos como para cambiar el once inicial original, tras un año para el olvido, muy desmotivante en todos los frentes. Acaso el regreso de James Rodríguez pueda aportarle más a la zona de creación y quedaría por ver si por fin Vinicius Junior puede explotar, porque más garantía sigue dando el galés Gareth Bale, quien estuvo a punto de irse por la incomprensión que siempre sufrió en Madrid pese a su contrastada calidad.

El más duro rival que tendrá el Real Madrid será el poderoso aunque siempre dubitativo PSG, que con tantas figuras y una descomunal inversión, siempre se ha quedado en el camino por remontadas increíbles cuando parecía que tenía cerradas las series, pero no hay amenazas para los dos desde los otros equipos, como Galatasaray (ahora con el colombiano Radamel Falcao en el ataque) y mucho menos el Brujas belga.

Esta Champions, en cambio, puede ser fundamental para el Atlético Madrid. Las expectativas están en lo más alto para el equipo que dirige desde 2011 Diego Simeone porque aunque al final de la temporada pasada parecía que se acababa un ciclo con la salida de prácticamente toda la defensa (el estandarte Diego Godín, Lucas Hernández, Juanfran y Filipe Luis), sumados a Rodri (al Manchester City) y a Griezmann,  el club logró dar vuelta la idea con grandes contrataciones, aunque especialmente la del portugués Joao Félix y se transformó no sólo en gran candidato a ganar la Liga Española sino también a avanzar en la Champions superando el trago amargo de la temporada pasada, cuando la Juventus de Cristiano Ronaldo le remontó en Turín en octavos de final.

El Atlético –que varias veces estuvo cerca de ganar la Champions pero nunca lo consiguió- volverá a verse las caras con su anterior verdugo, la Juventus, pero todo en un clima más distendido como parece ser el de este grupo, que comparten ambos con el Bayer Leverkusen y el Lokomotiv Moscú. Ni italianos ni españoles deberían tener mayores problemas para pasar a octavos de final, aunque tal vez lo importante pase a ser el orden en la tabla, para decidir la condición de local en la fase siguiente.

Finalmente, el Valencia tiene la peor parte de los cuatro equipos españoles, no sólo porque le ha tocado el grupo más parejo, junto al Chelsea, el Ajax y el Lillie, sino más bien por sus propios problemas sin revolver, a partir de la injustificada decisión de prescindir de su entrenador Marcelino García Toral justo antes de comenzar la temporada,  después de haber conseguido ganar la Copa del Rey nada menos que en una final ante el Barcelona en Sevilla, de haber regresado a la Champions y de haber llegado hasta las semifinales de la Europa League, cuando se encontró con un poderoso Arsenal.

García Toral fue reemplazado por Albert Celades, quien pese a contar con una rica plantilla, dio con un equipo desmoronado en lo anímico, y no parece ser este el mejor grupo para atravesar en estas condiciones. El Ajax, aún habiendo perdido a sus dos mejores jugadores (Matthijs De Ligt y Frenkie De Jong) es un equipo que sabe lo que hace con el balón y ahora cuenta con una plantilla más numerosa para eventuales rotaciones, mientras que el Chelsea se ha renovado totalmente y pese a la salida de su estrella, Hazard, su nuevo entrenador e ídolo del club, Frank Lampard, ha preferido, con acierto, darle espacio a sus jóvenes, como Tammy Abraham, Mason Mount y Callum Hudson Odoi, en tanto que el Lille es siempre un equipo molesto. Por todo esto, las perspectivas para el Valencia son mucho más complicadas que para sus equipos compatriotas.

¿Podrán los clubes españoles retomar la senda del éxito tras el dominio inglés de 2018/19? Sin dudas, el Siglo XXI fue espectacular hasta ahora para los ibéricos, al punto que de 18 torneos de Champions, se han quedado con la mitad de ellas (cinco el Real Madrid y cuatro el Barcelona), pero las cosas han cambiado y en la pasada temporada, las dos finales europeas fueron entre británicos (Liverpool-Tottenham en la Champions, Chelsea-Arsenal en la Europa League).

El tiempo dirá.

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