jueves, 11 de junio de 2009

En el ecuador de la paciencia

No vamos a abundar en detalles organizativos en la selección argentina. Simplemente, seguimos sin entender algunas cosas, que agravan otras que vienen de mucho más lejos que de la designación de Diego Maradona como DT y sus consecuencias, que agravan todo lo que ocurría antes. Pero ya yendo a lo acontecido en Ecuador, y una nueva derrota, observamos los siguientes hechos: 1) El DT dijo que tomando la nefasta experiencia de La Paz, había aprendido y esta vez manejaría mejor el tema del calendario y dos partidos en tan pocos días. Convocó para eso a muchos jugadores, incluso uno de campo, Christian Giménez, del Pachuca mexicano, porque ya está adaptado a la altura (una medida correcta). Sin embargo, luego del sufrido e inmerecido triunfo ante Colombia, a los cuatro días no sólo volvió a colocar a muchos titulares (que se quedaron sin aire en el segundo tiempo) sino que Giménez no fue ni siquiera al banco. 2) El gol que pierde Fernando Gago, inexplicablemente, tiene que ver con su escaso poderde definición, algo que no hubiera pasado si la oportunidad la hubiera tenido Esteban Cambiasso, tricampeón con el Inter y con 10 goles por temporada, pero nadie entiende por qué no está en la selección. 3) El penal que no convierte Carlos Tévez, debió ser ejecutado por Lionel Messi, el mejor jugador que tiene Argentina, y que es el encargado de patearlos (y convirtió todos menos uno) en el Barcelona. Sin embargo, luego del partido Maradona dijo que de haber otro penal, también lo hubiera pateado el "Apache". Sin palabras. 4) Pese al buen primer tiempo que hizo, Messi sigue sin ser habilitado y buscado en la medida de lo necesario. No se lo busca ni en un 10 por ciento con respecto al Barcelona, algo alarmante. 5) Sigue sin encontrarse un esquema ofensivo y un patrón de juego del medio hacia adelante y se cambia de esquema con demasiada facilidad sin saberse hasta ahora a qué juega Argentina. 6) No se puede seguir sin explicar el por qué de algunas extrañas ausencias: Higuaín, Zárate, Cambiasso, Pastore, 7) ¿En quién puede confiar Maradona si quiere consultar algún aspecto táctico durante el partido? ¿En Lemme, quien llega a la selección por ser asesor de Bilardo en la provincia de Buenos Aires? ¿En Mancuso, organizador de Maradona en los partidos de showbol?, 8) ¿Cuál es el rol de Carlos Bilardo? ¿habla con Maradona? ¿es escuchado?, 9) ¿Qué pasa con la relación Maradona-Sergio Batista, el encargado de los seleccionados juveniles? ¿Es posible que la selección se entrene con Tristán Suárez y no con los seleccionados juveniles sólo porque Maradona se siente "traicionado" por Batista? ¿Qué rol le cabe aquí a Bilardo, como director de selecciones nacionales?, 10) Jugará la selección argentina "a la argentina" sin ceder la pelota a los rivales, teniendo a los mejores jugadores del mundo?, 11) ¿Tiene lógica que el periodismo argentino, en su mayoría, critique a Messi, el único Balón de Oro argentino en las últimas décadas? ¿No será que el sistema es el que falla, antes que el joven supercrack?
Todo esto que nos preguntamos, es sólo sobre la actual selección, sin ir más lejos para reflexionar lo que siempre decimos del fútbol argentino, que debido al mediocre resultadismo, fue perdiendo identidad desde hace rato. Pero eso, ustedes pueden leerlo en artículos anteriores en este mismo blog.
Lo claro es que la paciencia se acaba, que la selección argentina cruza ahora el ecuador y que la chance de no ir al Mundial comienza a crecer, lamentablemente, si no se piensa en cambios para los próximos días, le toque a quien le toque, y tenga la chapa que tenga.

1 comentario:

Rubén Levenberg dijo...

No hay vuelta, Sergio, Maradona nunca tuvo un buén desempeño como técnico. Un técnico tiene que reunir dos cualidades complejas y contradictorias: Conocimiento e intuición. Le sobra intuición, carece de conocimiento. Si a eso le sumás todo lo que vos decís, queda claro por qué la selección está como está. Ahora, yo, como hincha de Vélez, recuerdo muchas otras arbitrariedades, recuerdo a un Bassedas en su mejor momento al que no dejaron jugar, a un Roly Zárate en su mejor momento, que en un partido amistoso juega bien, hace el gol del triunfo (1-0) y nunca más fue convocado. Supongo que cualquiera que no sea hincha de Boca, Ríver, Independiente, Rácing o San Lorenzo sabe que las selecciones se arman así, con jugadores que están en Europa o con jugadores que hay que cotizar para que los "grandes" valoricen a sus jugadores y compensen los afanos de sus dirigentes. Un abrazo.