España y Argentina parecen estar viviendo historias paralelas en cuanto a la relación "gobiernos-medios poderosos- fútbol". Casi al mismo tiempo, con apenas un día de diferencia, ambos parlamentos votaron modificaciones sustanciales a las leyes de medios de comunicación y que paradójicamente, ponen en jaque a los grupos más poderosos de ambos países que tampoco casualmente, se han volcado con ira hacia estos gobiernos, apretando el acelerador de lo que ya venían insinuando en los últimos tiempos. En el caso de la Argentina, la Cámara de Diputados votó una nueva ley de medios que reemplaza, por fin, a la de la dictadura militar y que restringe de modo impactante el poder de llegada del Grupo Clarín, que se defendió de la acusación de "monopolio" aduciendo que en cada uno de los medios (televisivos, cable, radios y gráfica) hay competencia. Sin embargo, esta competencia jamás ha contado con las prebendas que por añares ha conseguido esta empresa, cuyo propósito velado era tender al monopolio, desde el punto de vista de haber intentado comprar compulsivamente hasta el más pequeño canal de TV por cable al punto de llegar a ser emisora de contenidos y generadora de los mismos, pero además, fue beneficiada por la pesificación de su deuda, y por la sociedad con el Estado y el grupo La Nación (y en un principio, con La Razón a la que terminó comprando) en Papel Prensa SA, por la que prácticamente todo el papel estaba en sus manos.
Sin embargo, en lo que el gobierno argentino hizo más hincapié fue en el fútbol y no es para menos, porque se trata de un hecho muy sensible para el pueblo argentino, y lo cierto es que el monopolio (aquí sí, definitivamente) compuesto por la sociedad TSC perteneciente a TRISA (Torneos y Competencias, y Clarín), no sólo ganaba la renovación de su contrato con la AFA sin licitación y desde 1986 hasta la actualidad (el contrato vencía en 2014 hasta que la AFA lo rompió unilateralmente para asociarse con el Estado), sino que tampoco permitía que ningún canal (ni siquiera los propios del Grupo Clarín) emitiera los goles decada partido oficial hasta que llegara el programa "Fútbol de Primera" por Canal 13 los domingos a las 22.
Ahora, todos los partidos pueden verse por Canal 7 estatal a distintas horas, sin tener que pagar un solo peso de abono, un hecho significativo que no ocurre en ningún país del mundo.
En España ocurrió algo parecido, muy semejante al de la Argentina aunque con sus bemoles. El Grupo Prisa, que contiene el diario "El País", la Cadena SER, el Canal Pluso la plataforma Digital Plus, se acostumbró por muchos años a tener el control de cuanto ocurría mediáticamente y en especial, durante los gobiernos socialistas. Sin embargo, la reciente aparición del grupo Mediapro (diario "Público", canal de TV "La Sexta" y ahora una plataforma de TDT de pago), comandado por el experimentado Jaume Roures y más cercano al gobierno que Prisa (que ha caído barranca abajo desde la muerte hace meses de su gran líder, Jesús de Polanco), trastocó aquella tranquilidad de Prisa, hasta llevarla por el camino de la impensada oposición al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Desde el canal "La Sexta", con un dinero que pocos se atrevían a imaginar, fueron comprando los derechos de los principales clubes de fútbol en cuanto a emisión de partidos, lo que puso en jaque el principal ingreso de Prisa, que provenía de vender la emisión del fútbol desde la plataforma Digital Plus, que se quedó vacía, lo que la obligó, luego de una guerra total en la temporada pasada, a negociar con Mediapro. Sin embargo, no hubo acuerdo y el Gobierno acaba de hacer aprobar la ley de medios, que permite la llegada del TDT de pago, por el que se emitirá la cadena Gol TV, que tiene los derechos de casi todos los equipos, y esto a su vez generó que ya Prisa se lanzara con todo contra el Gobierno desde sus medios, tal como Clarín hace lo propio con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Ahora bien: hay diferencias técnicas entre España y Argentina. En ésta última, el Estado pagó 600 millones de pesos (poco más de 100 millones de euros) para quedarse con los derechos del fútbol argentino en televisión abierta. En España, el fútbol se repartirá entre Digital Plus (en una mínima parte) y el TDT (Televisión Digital Terrestre) de Mediapro (mayoritaria) para lo cual, habrá que abonarse a dos sistemas para ver toda la jornada completa, pagando unos 32 euros mensuales.
Es decir: en la Argentina, el negocio lo hace el Estado. En España, un grupo se ha quedado con gran parte de la torta que por años tuvo otro grupo. En la Argentina, todo el fútbol se ve por TV abierta y en España, entre una plataforma digital y otra de TDT. En una, el público no tendrá que pagar nada, y en la otra, 32 euros en total cuando antes, cada partido valía 12.
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