San Lorenzo fue campeón del Torneo Inicial en el
fútbol argentino hace apenas unos días, y como se trata del club por el que
simpatiza el Papa Francisco, sus principales dirigentes, director deportivo y
algunos jugadores viajaron inmediatamente al Vaticano a ofrendarle un trofeo,
los guantes del portero y elementos varios del club. Sólo faltó alguien
importante, llamativamente. Nada menos que Juan Antonio Pizzi, el entrenador.
Pocas horas después, Pizzi salía sorpresivamente de
escena y rescindía su contrato, identificado como parecía que estaba con la
entidad, que ahora se proyecta para tratar de conseguir por primera vez la
ansiada Copa Libertadores de América en 2014, para viajar a Valencia y ser
presentado en el club “Che” donde jugó una temporada en los años noventa, como
nuevo entrenador.
En efecto, Pizzi fue convencido de a poco por el
nuevo director deportivo del Valencia, el también argentino Roberto Fabián
Ayala, ex jugador del equipo, que anteriormente se había desempeñado en el
mismo cargo, aunque sin mucho éxito, en el Racing Club de Avellaneda.
Con la llegada de Pizzi al Valencia, comienza a
aparecer un hecho muy poco habitual y es que de los cuatro clubes más fuertes
de la Liga Española, tres de ellos tienen ahora entrenadores argentinos,
contando a Gerardo “Tata” Martino en el Barcelona y a Diego Pablo Simeone en el
Atlético Madrid. Sólo el Real Madrid no cuenta con un argentino, aunque apenas
un año atrás, su director deportivo general era también argentino, Jorge
Valdano.
Salvo el caso de Simeone, tan identificado con el
Atlético Madrid que hasta aparece mencionado en su himno moderno cantado por el
popular Joaquín Sabina, en el resto de los casos, los entrenadores llegados desde
los confines del sur de América son mirados con reojo por una competencia que
descree demasiado de los que no tienen la suficiente experiencia del otro lado
del Océano y suelen pensar que no hay tiempo que perder hasta que se logren
adaptar a las nuevas circunstancias.
Estos pruritos no sólo aplican a los entrenadores
sino también a los fichajes de jugadores. Es común escuchar o leer que un
determinado club importante no tiene en la mira a cracks sudamericanos “porque
nunca jugaron en Europa, que es lo que vale”.
¿Qué fue, entonces, lo que cambió? Muy posiblemente
las muy buenas campañas no sólo de Martino y Simeone durante la presente
temporada que los mantiene peleando palmo a palmo el liderato en la Liga,
logrando el pasaje holgado a octavos de final en la Champions League y con
sólidos rendimientos, sino también el nivel de conocimientos, manejo de los
planteles y experiencia en un torneo durísimo y de tremenda presión como lo es
sin dudas el argentino.
También el ingeniero Manuel Pellegrini, chileno pero
con mucha experiencia en el fútbol argentino, y ahora con éxito en el
Manchester City, como antes en el Villarreal o en el Málaga, y con ayudante de
campo argentino (Rubén Cousillas) ha contribuido a que la mira esté puesta en
los entrenadores albicelestes y por esa misma razón, Ayala llegó a ser
designado manager del Valencia, y éste recurrió a Pizzi como entrenador.
Puede que en el medio español muchos se pregunten
cómo Pizzi aceptó este ofrecimiento cuando venía de las mieles de ganar un
campeonato con un equipo grande en la Argentina como San Lorenzo, siendo que
tomará las riendas de un club tan endeudado y en crisis como el Valencia, si
bien le han prometido que la entidad está a punto de venderse a un nuevo grupo
empresario.
Lo que hay que entender, en el caso de Pizzi como en
el de Martino o Simeone o Ayala mismo, es que son entrenadores que vienen de un
torneo caótico, con quince muertes sólo en 2013 por violencia, en el que no se
acepta que los hinchas del equipo visitante entren a los estadios para evitar
enfrentamientos, en el que los contratos firmados son apenas papeles al viento
y en el que las amenazas aparecen por cualquier factor, ante la primera
derrota.
Estos factores, sumados a que la Liga Española es
considerada una de las mejores del mundo, y que todos ellos la han jugado en el
pasado y la conocen y han desarrollado una historia en ellas, les da respaldo
como para plantearse una vida mejor, más normal y en equipos de repercusión
internacional.
Pero no se debe descuidar su conocimiento de los
distintos sistemas tácticos, sus colaboradores atentos permanentemente a los
continuos cambios técnicos y su muy agudo sentido de la disciplina, que los ha
convertido en entrenadores top, sin la necesidad de tener una experiencia
anterior en la Liga para trabajar en ella y encaramarse a los primeros lugares.
La Liga Española ya conocía de la calidad de los
futbolistas argentinos. Ahora comienza a poblarse de sus entrenadores, más allá
de experiencias aisladas anteriores. Ahora comienza a ser sistemática la
llegada de los argentinos a los banquillos. Y eso no tiene nada de casual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario