Ni siquiera el 0-6 que le propinó el Fútbol Club
Barcelona el pasado fin de semana puede cambiar las expresiones de alegría de
los seguidores del Deportivo Alavés y no es para menos: tras largos años en
Segunda, y hasta cinco de ellos en Tercera (entre 2008 y 2013), hoy disfruta de
la posibilidad de jugar una final de la Copa del Rey el próximo 27 de mayo y se
encuentra en una cómoda duodécima posición en la Liga Española.
Todo esto lo ha conseguido una plantilla muy
equilibrada dirigida por el argentino Mauricio Pellegrino, que llegaba para
jugar como defensor en el Barcelona en 1998, el mismo año que Alavés ascendió a
Primera tras 42 años de ausencia y en ese mismo año, muy parecido a lo que
ocurre ahora, pero cuando aún estaba en Segunda, es decir, como parte de la
temporada 1997/98, había logrado eliminar de la Copa del Rey al Real Madrid y a
un poderoso deportivo La Coruña para caer ante el Mallorca en semifinales, la máxima
instancia de la competición a la que había accedido hasta ahora y lo había
conseguido también en dos oportunidades anteriores, en 1928 y 1929.
Pero aunque todos los aficionados recuerdan bien lo
que fue 1998, también todos conocen que hasta ahora, el momento más glorioso
por el que había atravesado el Deportivo Alavés (fundado en 1921) fue no sólo
haber llegado a la final de la Copa UEFA en la temporada 2000/01, sino haber
perdido recién por un gol de oro en el alargue, ante Liverpool en Dortmund por
un 5-4 que para muchos, se trata de la mejor definición de la historia de este
torneo.
También es cierto que el Deportivo Alavés había
ganado una Copa Federación en 1946, pero la trascendencia de llegar a una final
europea supera todo lo imaginado y aquel equipo que decidió vestir la camiseta
de Boca Juniors y dirigido por José Manuel Esnal (Mané), y que integraban entre
otros Jordi Cruyff, un tremendo goleador como Javi Moreno (autor de 33 años en
Liga en aquella oportunidad, que lo acabó proyectando a la selección española)
y los argentinos Desio, Astudillo y el portero Martín Herrera (que ganó el
trofeo Zamora como el menos batido de la temporada), hizo historia.
Aquel equipo de Deportivo Alavés, al que hoy intenta
parecerse éste de Pellegrino, había acabado en la sexta posición en la Liga
Española 1999/2000 y por eso accedió a la Copa UEFA, en la que volvió a
participar apenas dos años más tarde, en la temporada 2002/03 pero ésta fue
aciaga: fue eliminado en segunda ronda, y al mismo tiempo acabó descendiendo a
Segunda en la Liga.
A partir de entonces vinieron años muy duros para el
club de Vitoria, que llegó a tocar fondo cuando el ex atleta ruso Dmitry
Piterman compró la mayoría de las acciones de la sociedad anónima en 2007 y quiso
participar en la toma de todo tipo de decisiones, hasta acabar en Segunda B en
la temporada 2008/09 y en concurso de acreedores.
Recién en 2001, con un club en muy mal estado, se
hizo cargo de la administración el mismo dirigente a cargo del equipo de basquetbol
Saskia Baskonia, Josean Querejeta, quien dejó en su lugar a su mano derecha,
Avelino Fernández de Quincoces.
Desde ese momento, el club comenzó un ascenso
meteórico porque todo lo consiguió en los últimos cinco años: ascenso a Segunda
en 2013, salió del concurso de acreedores en 2015 y ascendió a Primera en la
temporada 2015/16, con José Bordalás como entrenador, aunque una vez en la
máxima categoría, destituyó a éste para contratar a Mauricio Pellegrino, ex
defensor del club en la temporada 2005/06, que fue la de su retiro como
futbolistas.
Pellegrino venía de una experiencia incómoda en
Independiente de argentina, club que sólo ganó un título nacional y otro
internacional en el Siglo XXI, y la ansiedad para volver a la cima hizo que en
el entorno no hubiera paciencia y no pudo terminar su trabajo, pero conocedor
del club vasco, y con mucha experiencia
europea como jugador y entrenador, se adaptó rápidamente a las necesidades del
Alavés.
Pellegrino no es un improvisado: ha ganado muchos títulos
nacionales e internacionales como jugador y también ya ha acumulado experiencia
como entrenador, primero como asistente de Rafa Benítez en Liverpool y en el
Inter (con el que ha ganado un Mundial de Clubes en 2010), y luego, habiendo
dirigido al Valencia en España, así como a Estudiantes y a Independiente en
Argentina.
El Alavés tiene un sistema de juego simple y
aplicado, con la base de un portero como Fernando Pacheco, defensores como el
veterano Alexis Ruano o el francés Theo Hernández (proveniente del Atlético
Madrid), o Kiko Femenía, volantes como Edgar Méndez, Camarasa, el colombiano
Daniel Torres, Marcos Llorente (del Real Madrid) y el paraguayo, recién
llegado, Oscar Romero, cedido por el Shangai Shenhuia chino, y delanteros como
el venezolano Christian Santos, los ex Athletic de Bilbao Ibaí Gómez y Gaizka
Toquero, Rubén Sobrino (cedido del Manchester City) y el brasileño Deyverson
Silva.
El Alavés acaba de eliminar al Celta de Vigo en dos
partidos semifinales durísimos de Copa del Rey, y ahora espera nada menos que por el Barcelona
en la final, en lo que puede llegar a ser la despedida del estadio Vicente
Calderón, que será demolido tras esta temporada.
Es lógico que los seguidores del Alavés vivan un
gran presente, luego de tantos años soñando con este momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario