martes, 28 de noviembre de 2017

Una final de Copa Libertadores muy pareja (Kicker)



El próximo miércoles, Lanús tendrá una ocasión única. La de ganar por primera vez en su historia la ansiada Copa Libertadores de América –cuando  hace treinta años jugaba en Primera C, la tercera división argentina- si vence por dos goles en su estadio a Gremio de Brasil, que venció 1-0 en la ida y que ya ganó dos veces el trofeo (1983 y 1995).

El primer partido terminó casi en una guerra, aunque no tanto entre los jugadores de ambos equipos, sino de cada uno de los planteles contra el árbitro chileno Julio Bascuñán. Los brasileños reclaman un claro penal no cobrado que pudo haber ampliado la diferencia de goles para llegar más tranquilos a la Argentina. Los jugadores de Lanús, la tarjeta amarilla en el último minuto a su principal defensor, Diego Braghieri, que de esta manera quedó suspendido y no podrá jugar el partido decisivo.

Si bien Gremio ganó bien el partido, el gol llegó recién a los 37 minutos del segundo tiempo a través de Cícero Santos, que ingresó como suplente porque el equipo no era efectivo y estaba bien controlado por Lanús, y entonces poco pudo hacer su principal delantero, el argentino-paraguayo Lucas Barrios, ex Bundesliga.

Lanús hizo lo mismo que en cuartos y semifinal, en los que también jugó sus primeros partidos afuera para definir como local en la revancha. Su entrenador Jorge Almirón hizo un planteo muy defensivo, para retener mucho la pelota en la mitad de la cancha a través de la técnica de Román Martínez y de Iván Marcone, pero como contra San Lorenzo o River Plate, ambos de argentina, sufrió la derrota en los instantes finales.

La defensa de Gremio, en la que participó Pedro Geromel, tuvo una noche tranquila a excepción de un cabezazo de Braghieri que iba directo al gol, pero una notable atajada del arquero Marcelo Grohe –tuvo otra en semifinales ante Barcelona de Ecuador- pudo evitarlo.

“En esta Copa nos pasó siempre lo mismo, en cuartos, semifinal y final, que recibimos goles al final en la ida, pero lo vamos a remontar como en las otras ocasiones y seremos campeones”, dijo el entrenador de Lanús, Almirón, mientras que su colega de Gremio, el ex jugador de la selección brasileña Renato Gaúcho, se quejó por el penal no cobrado. “Hasta Steve Wonder lo hubiera visto. Fue tan claro que no se necesitaba ni siquiera el VAR”.

También Gremio perdió a su combativo marcador central, el argentino Walter Kannemann, quien recibió su segunda tarjeta amarilla y no podrá estar en “La Fortaleza”, como se llama al estadio de Lanús.

Se espera que haya unos 6000 brasileños el miércoles en Lanús, aunque los medios de ese país están preocupados porque muchos hinchas de Lanús no pudieron ingresar antes de los 20 minutos en Porto Alegre y difunden por TV imágenes de archivo de la batalla campal entre los jugadores de Lanús y el Atlético Mineiro en la final de la Copa Conmebol de 1997, en la que participó, entre otros, el campeón mundial en México 1986, Oscar Ruggeri.


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