domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Una Liga sin Messi ni Cristiano? (Yahoo)




¿Es posible que en la temporada 2018/19 la Liga Española pierda el glamour del gran enfrentamiento futbolístico planetario entre dos colosos como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo? Lo que hasta hace unos pocos meses hubiese sido una locura el sólo plantearlo, hoy aparece como algo absolutamente posible.

Si bien es claro que ni Real Madrid quiere que se marche el portugués Cristiano Ronaldo, ni el Barcelona pretende que lo haga el argentino Lionel Messi, todo indica que justamente el próximo Mundial de Rusia, de mitad de año, puede trazar una línea roja, un antes y un después, en la prolífica carrera de estos monstruos del fútbol que se llevan repartidos los premios al mejor jugador del mundo de la década y en mitades iguales.

No es casual que ambos hayan tenido, en este tiempo, problemas con el fisco español. Messi lo acabó solucionando en cierta medida al admitir la responsabilidad (si bien argumentando que no tenía conocimiento de la situación) y al haberse hecho cargo de la penalidad económica, pero Cristiano Ronaldo sigue con el duro inconveniente al no aceptar los cargos, algo contrario a lo que le vienen recomendando desde su asesoramiento.

La situación económica es uno de los puntos más importantes en ambos casos porque además del problema fiscal, también en el caso de Messi aparece la situación política de Cataluña, que con el reciente intento independentista ha sufrido la salida de 2500 empresas y de casi todos los bancos, lo que proyecta para las próximas décadas un grave problema de financiamiento, y todo indica que el Barcelona también acabará pagando las consecuencias a la hora de mantener su plantilla, aunque de momento siga apuntando a nuevos fichajes como el de Philippe Coutinho del Liverpool.

Durante la semana pasada, se hizo pública una carta del famoso cantante catalán Joan Manuel Serrat, conocido aficionado al Barcelona y al fútbol argentino (país en el que es amado por sus canciones y su compromiso social), en la que le pide al presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, que no deje pasar más tiempo para cerrar la anunciada renovación del contrato de Messi hasta 2021, recordándole que en el caso de no hacerlo hasta el próximo 31 de diciembre, desde el 1 de enero de 2018 el genial jugador estará habilitado para negociar personalmente con los clubes interesados en su fichaje, lo cual además significaría una doble pérdida para el club azulgrana.

Se conoce del estrecho vínculo que une a Messi con el Barcelona, pero también es cierto de que por algo no se cerró la firma del contrato hasta ahora (incluso el presidente de la Liga Española de Fútbol, Javier Tebas Medrano, llegó a decir que esa firma ya se había producido), y en buena medida, los sucesos políticos en Cataluña y la falta de garantías sobre el futuro económico de la región y del club, parecen determinantes.

Por otra parte, una nueva entrevista de Messi dando a entender que sigue pensando en acabar su carrera en Newell’s Old Boys, el club en el que se inició de pequeño en la Argentina y en el que nunca pudo jugar profesionalmente, también podrían dar un indicio de que en algún momento, eso podría producirse, si bien el crack aclaró que no puede asegurar que eso vaya a ocurrir en los hechos, aunque los aficionados “culés” lo aceptan resignadamente porque al menos no entra en colisión con sus sentimientos el jugar tan lejos, cruzando el Océano Atlántico, y ya entrando en la veteranía.

De cualquier forma, son muchos los que insisten en que Messi acabará firmando su renovación de contrato antes de que expire el plazo para poder negociar con otros clubes.

En el caso de Cristiano Ronaldo, tampoco parece casual el extraño inicio de temporada que está teniendo, con apenas un gol en la Liga, muy lejos de los 12 de Messi, y con ocho goles en todas las competencias, entre nacionales e internacionales.

Quienes conocen su entorno se refieren en este tiempo a un desgaste en su relación con el Real Madrid, en el que juega desde la temporada 2009/2010 y cuyo rendimiento sólo se puede asemejar, por su poder de influencia, a lo que fue la figura de Alfredo Di Stéfano en los años cincuenta.

De hecho, hay rumores que indican que ya le habría comunicado al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, su intención de marcharse en junio, cuando finalice la presente temporada, con posible destino al Manchester United, su club anterior con el que consiguió ser campeón mundial en 2008, aunque la respuesta de Pérez habría sido que no hay problemas, pero en ese caso deberá conseguir un club que pague su cláusula de rescisión porque de otro modo no hay chances de que salga.

En este caso, no hay tantos clubes en condiciones de pagar esa cláusula. Apenas aquellos que reciben dinero extra desde publicidad encubierta por políticas estatales de países árabes como PSG o Manchester City, o tal vez el Manchester United encuentre la forma de financiar el tan ansiado regreso del portugués.

Lo cierto es que en el verano pasado se fue Neymar del Barcelona al PSG, y en el que viene podrían marcharse Messi y Cristiano, y eso obligaría a un replanteo y a una muy fuerte renovación en la Liga, que sufriría un golpe de impacto al punto de tener que volver a pelear el protagonismo que sin dudas adquirió en estos años.



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