¿Es posible que en la temporada 2018/19 la Liga
Española pierda el glamour del gran enfrentamiento futbolístico planetario
entre dos colosos como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo? Lo que hasta hace unos
pocos meses hubiese sido una locura el sólo plantearlo, hoy aparece como algo
absolutamente posible.
Si bien es claro que ni Real Madrid quiere que se
marche el portugués Cristiano Ronaldo, ni el Barcelona pretende que lo haga el
argentino Lionel Messi, todo indica que justamente el próximo Mundial de Rusia,
de mitad de año, puede trazar una línea roja, un antes y un después, en la
prolífica carrera de estos monstruos del fútbol que se llevan repartidos los
premios al mejor jugador del mundo de la década y en mitades iguales.
No es casual que ambos hayan tenido, en este tiempo,
problemas con el fisco español. Messi lo acabó solucionando en cierta medida al
admitir la responsabilidad (si bien argumentando que no tenía conocimiento de
la situación) y al haberse hecho cargo de la penalidad económica, pero
Cristiano Ronaldo sigue con el duro inconveniente al no aceptar los cargos,
algo contrario a lo que le vienen recomendando desde su asesoramiento.
La situación económica es uno de los puntos más
importantes en ambos casos porque además del problema fiscal, también en el
caso de Messi aparece la situación política de Cataluña, que con el reciente
intento independentista ha sufrido la salida de 2500 empresas y de casi todos
los bancos, lo que proyecta para las próximas décadas un grave problema de
financiamiento, y todo indica que el Barcelona también acabará pagando las
consecuencias a la hora de mantener su plantilla, aunque de momento siga
apuntando a nuevos fichajes como el de Philippe Coutinho del Liverpool.
Durante la semana pasada, se hizo pública una carta
del famoso cantante catalán Joan Manuel Serrat, conocido aficionado al
Barcelona y al fútbol argentino (país en el que es amado por sus canciones y su
compromiso social), en la que le pide al presidente del Barcelona, Josep María
Bartomeu, que no deje pasar más tiempo para cerrar la anunciada renovación del
contrato de Messi hasta 2021, recordándole que en el caso de no hacerlo hasta
el próximo 31 de diciembre, desde el 1 de enero de 2018 el genial jugador
estará habilitado para negociar personalmente con los clubes interesados en su
fichaje, lo cual además significaría una doble pérdida para el club azulgrana.
Se conoce del estrecho vínculo que une a Messi con
el Barcelona, pero también es cierto de que por algo no se cerró la firma del
contrato hasta ahora (incluso el presidente de la Liga Española de Fútbol,
Javier Tebas Medrano, llegó a decir que esa firma ya se había producido), y en
buena medida, los sucesos políticos en Cataluña y la falta de garantías sobre
el futuro económico de la región y del club, parecen determinantes.
Por otra parte, una nueva entrevista de Messi dando
a entender que sigue pensando en acabar su carrera en Newell’s Old Boys, el
club en el que se inició de pequeño en la Argentina y en el que nunca pudo
jugar profesionalmente, también podrían dar un indicio de que en algún momento,
eso podría producirse, si bien el crack aclaró que no puede asegurar que eso
vaya a ocurrir en los hechos, aunque los aficionados “culés” lo aceptan resignadamente
porque al menos no entra en colisión con sus sentimientos el jugar tan lejos,
cruzando el Océano Atlántico, y ya entrando en la veteranía.
De cualquier forma, son muchos los que insisten en
que Messi acabará firmando su renovación de contrato antes de que expire el
plazo para poder negociar con otros clubes.
En el caso de Cristiano Ronaldo, tampoco parece
casual el extraño inicio de temporada que está teniendo, con apenas un gol en
la Liga, muy lejos de los 12 de Messi, y con ocho goles en todas las
competencias, entre nacionales e internacionales.
Quienes conocen su entorno se refieren en este
tiempo a un desgaste en su relación con el Real Madrid, en el que juega desde
la temporada 2009/2010 y cuyo rendimiento sólo se puede asemejar, por su poder
de influencia, a lo que fue la figura de Alfredo Di Stéfano en los años
cincuenta.
En este caso, no hay tantos clubes en condiciones de
pagar esa cláusula. Apenas aquellos que reciben dinero extra desde publicidad
encubierta por políticas estatales de países árabes como PSG o Manchester City,
o tal vez el Manchester United encuentre la forma de financiar el tan ansiado
regreso del portugués.
Lo cierto es que en el verano pasado se fue Neymar
del Barcelona al PSG, y en el que viene podrían marcharse Messi y Cristiano, y
eso obligaría a un replanteo y a una muy fuerte renovación en la Liga, que
sufriría un golpe de impacto al punto de tener que volver a pelear el
protagonismo que sin dudas adquirió en estos años.
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